La cenicienta tenìa tantas ganas de ir a la fiesta que al final lo consigui, pero se puso tan ansiosa que a la mañana siguiente no recordaba nada. Lleg a las 12, pero a las 12 del dìa siguiente. Ahi estaban esperando esos dos señores con el zapato de cristal, de tacon de palmo y de punta, a que se lo probara. Al principio no le cabìa en el pie, pero apreto y apreto hasta que le cupo y metio la pata... porque se tuvo que casar con el principe. Al principe le encantaban las perdices, pero la cenicienta era vegetariana, no come ni carne, ni pescado. Aùn asì tenìa que cocinar las perdices porque era la comida preferida del principe. A la plancha, al horno, rellenas... Sin embargo, el principe llego un dìa en que le gritaba malhumorado: EStan crudas, estàn saladas, que mal saben, etc. Nunca cocinaba las perdices a su gusto. Y lo peor tenìa que ir subida en los zapatos de cristal de tacn y de punto. Al principio cenicienta intento poner la espalda recta , pero se caìa hacia atràs, asì que se fue inclinando y por su espalda se le fueron deslizando todas las ideas e ilusiones. Y la planta del pie completamente chafada. Eso es horrible. En la planta del pie estàn reflejados todos nuestros organos -penso- La cenicienta cada vez se encontraba peor: enferma, deprimida, perdida. Tenìa un principe "amado", la espalda torcida, los pies chafados y el corazon destrozado.
Pero un dìa tuvo la suerte de verse a si misma. Y le dio por reìrse de sì misma, de lo inocente que habìa sido pensando que un prìncipe la salvarìa. Despuès de años viviendo con uno, se dio cuenta que los principes no te salvan... tampoco los camioneros, ni los comerciales, ni los cocineros... Dejo de sentirse culpable, se perdono y se dio cuenta que la ùnica capaz de salvarte eres tù misma. Asì que la cenicienta dijo BASTA y aparecio el hada que llevaba en su interior. Se abrazaron y se estrujaron y la cenicienta se sintio protegida y se puso a llorar emocionada. Primero empez llorando por el principe, por tantas perdices muertas y por los zapatos. Luego sigui llorando al recordar que su madrastra le maltrataba, que su padre le trataba peor y que sus hermanas casi se mueren por querer usar una 38 de zara. Lo lloro todo. Y se sintio mejor que nunca. Vacìa de lo que le hacia daño. Ahora solo tenia que llenarse cosas bonitas. En primer lugar dejo al principe -a pesar de que cuesta mucho dejarlos, es tan dificil que a veces repites 2 o 3 principes màs-. Luego dejo los zapatos y las perdices y una vez sola descubrio que querìa disfrutar de su cuerpo que tan castigado habìa estado y descubrio la danza libre. Encontro en el camino de su transformacion a otros seres: la ratita presumida, la bella durmiente y blancanieves -que se estàn despertando-, a caperucita roja, que debido a sus dioptrìa emocionales no le habìa visto la escopeta al cazador; pinocho que està harto de sus mentiras y sabe que necesita la verdad y al hombre de hojalata que llorando, llorando encontro el corazon. Una vez libres pudieron realizar todos sus sueños, ayudàndose entre sì. La cenicienta monto un restaurante vegetariano llamado "Me sobra armonìa", donde ademàs de comer no paraban de bailar. Ahora estàn encantados de haber conocido, pero enfadados por el papel que han tenido que representar en los cuentos durante siglos: niñas pasivas esperando que les pidan la mano y les quiten la vida. Se acab. Han empezado un cuento nuevo.
Un abrazo a tod@s los forer@s.