Para ser feliz solamente necesitas de ti. Sí, lo sé, es difícil, pero es lo que yo me digo para no extrañarla; yo la perdí por imbecil, pero estoy intentando dejar de serlo, porque no quiero, de reencontrarnos, ser el mismo, aunque sé que no tengo derecho a nada. Ella me hace querer ser mejor persona. Tu caso es distinto, porque el imbecil es él, así que solamente te resta enfrentar la realidad: es un tonto que no sabe lo que quiere. Animo, chica.