¿y si soy otra tonta ingenua a la que engañan?
Hola, querría contarles mi historia, aunque es un poco larga, porque a veces no sé que hacer.
Todo comenzó en octubre de 2003. Yo llegué a un puesto de alta responsabilidad en mi trabajo. Estaba casada y, aunque me aburría, todo me iba muy bien. En mi nuevo puesto, para el que yo aún tenía que aprender muchas cosa, tenía justo debajo de mí a un hombre que yo ya conocía y no me caía bien. El caso es que cuando empezamos a trabajar juntos, todo cambió: él se portó estupendamente conmigo, me puso al día de todo y se reveló como una persona extraordinaria. Cuidaba mucho de que yo destacara en mi trabajo, me cuidaba, conseguimos una confianza extrema, y todo en un tiempo prácticamente record. Yo, cada día, estaba más desorientada porque notaba que me pasaba algo: hasta que un día me di cuenta de que me había enamorado de él. Entre nosotros había una atracción muy fuerte, pero ambos teníamos pareja: yo casada y él convivía desde hacía 14 años con una mujer, aunque ninguno de los dos tenemos hijos. Habíamos hablado a menudo de nuestros matrimonios y los dos coincidíamos en que no nos iba bien pero que no dejaríamos a nuestras parejas.
Pasábamos todo el día juntos, jornadas de 12 y 14 horas de trabajo, comíamos juntos, etc. Y un día lo besé. Me dijo que no dejaría a su pareja: yo tampoco a la mía. Eso fue el 12 del 12 de 2003. A la semana siguiente volvimos a besarnos: nunca había sentido nada así. El 1 de enero hablé con mi pareja y le dije que no sabía si aún lo amaba y que necesitaba tiempo. Fue muy comprensivo y nunca se lo agradeceré lo suficiente. Por su parte, Juan Carlos, la otra persona, fue muy cariñoso conmigo y me consoló porque yo no podía parar de llorar por lo que le hacía a mi marido. Pocos días después decidimos que no podíamos seguir viéndonos: fue el día 5 de enero. El día 8 nos fuimos de viaje de trabajo y me besó. Fuimos a mi habitación y casi hicimos el amor, pero no terminamos porque no estábamos seguros.
Durante los meses siguientes continuamos juntos, viajábamos, dormíamos juntos pero no hacíamos el amor porque él se sentía culpable. Decía que era porque primero debía terminar su otra relación. El día 12 de marzo su pareja nos encontró juntos, abrazados: ese fin de semana me quise morir. Yo no quería hacerle daño a ella. En Semana Santa nos fuimos de vacaciones juntos. En esa época él habló varias veces con ella. Le dijo que no la quería, que se marchara (la casa en la que viven es de él y ambos son independientes económicamente). Ella le dijo que no. Lo insultó, le dijo que sólo sabía hacerle daño a la gente y cosas por el estilo. A partir de ahí, Juan Carlos se fue hundiendo: comenzó a estar cansado, tener siempre sueño, pensar que era mala persona. Incluso le afectó al trabajo: él siempre fue despierto, ágil, muy inteligente y, de pronto, se vino abajo. Yo empecé a cubrirlo en el trabajo, era cuanto podía hacer. Una noche, en un viaje, me dijo que me quería, pero antes me había dicho que mejor lo dejábamos, que sólo me haría daño porque él sólo sabía hacer daño y a mí no se perdonaría hacérmelo.
En mayo me marché de mi casa dejando definitivamente a mi marido. Él se marchó en julio. Pero él cada vez estaba más y más cansado, estaba muy mal y no conseguía pensar. En agosto me dijo que lo dejábamos, aunque no lo hicimos, y que no me quería (meses después me confesó que lo dijo para que yo lo dejara y no hacerme daño). En octubre volvió a su casa. Dice que sigue sin tocar a su pareja, seguimos juntos. Dice que no sabe lo que quiere, si estar solo o conmigo.
Planeamos irnos a vivir juntos después de Navidad, pero sucedió algo: yo había entrado en meetic por conocer gente y él pensó que había tonteado con alguien, aunque no es verdad. Pero le oculté que había estado allí y eso le molestó.
Ahora dice que no sabe qué hacer,y que no va a tomar ninguna decisión hasta que no lo tenga claro del todo. Pero yo lo veo cada día más hundido. No sé si me engaña como sucede en tantas ocasiones tan similares a esta o si es sincero. Yo lo creo porque hay cosas que creo que me lo demuestran. Por ejemplo, ellos siempre se iban de fin de semana, de vacaciones, a comer por ahí, etc. Desde que está conmigo no lo hace: no sale de su casa. Para él lo más importante son los amigos, tienen una comida mensual que no se saltan nunca y que es my importante para ellos; desde que estamos juntos, ha dejado en numerosas ocasiones a los amigos para venirse conmigo, incluso un día que estaba mala, los dejó, vino me preparó la comida y eso y volvió a marcharse.
Cuando me ve mal me dice que lo dejamos si yo quiero o que dejamos el sexo y somos sólo amigos hasta que él tome una decisión. Más de una vez, después de unas cuantas copas, me ha dicho que no está jugando conmigo, que todo es verdad, y que no soportaría que yo pensara que está riéndose de mí. Sé que me quiere porque eso se le nota en la cara, pero no sé si alguna vez reunirá el valor suficiente para dejar a la otra persona.
¿Qué creéis vosotros?
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Q se aclare!
Mira, yo creo que le tendrias que dar un ultimatum. Se que suena un poco fuerte pero creo que es lo mejor. Tu tuviste el valor suficiente para dejar a tu marido y no te has planteado en ningun momento volver con él,no? En cambio él no lo debe de tener muy claro porque sino estaria contigo siempre y no tendria tantas dudas.
Habla con él y ponle las cosas claras, dile todo lo que piensas y si no t sale bien no te preocupes hay muchos hombres y no tienes que consentir que ninguno juegue contigo, ok?
Quierete a ti misma y confia en ti.
Besos