Foro / Psicología

Mi pequeña historia

Última respuesta: 8 de enero de 2017 a las 11:49
D
dieter_6002755
6/1/17 a las 5:04

Hola:

​No estoy seguro si es este el foro adecuado para contar lo que de veras necesito contar y pido disculpas si me equivoco, pero parece que es el foro que más se acercaría. Es mi pequeña historia.

Soy un hombre que hace 25 años me enamoré de una chica como nunca imaginé que pudiera ser posible, algo casi irreal. Me enamoré tan fuerte, tan intensamente que dolía; pero jamás pasó nada. Ni siquiera hablé alguna vez con ella: no podía. Las veces que coincidía con ella -vivíamos muy cerca-, cuando la veía, me temblaban las piernas, no podía respirar, me mareaba, el corazón me hacía daño en el pecho... toda la entereza, el valor, la seguridad, el ingenio... todo volaba por los aires, todo desaparecía en un solo instante en cuanto la veía... Ella era tan hermosa que no parecía real... Me faltan las palabras, no soy capaz de expresar lo que fueron esos días, lo intenso, la sensación de ahogarme, de sentirme atravesado las contadas veces que nuestras miradas se cruzaron... ¡qué pobre es mi forma de escribir!

​Supongo que a quien lea esto, le sonará irreal o incluso muy tonto; imagino que cualquiera podría pensar en cien formas de acercarse para hablar con quien amas. Pero yo no pude; reconozco que sí que lo intenté, lo imaginé, planeé qué decir, incluso, pero es que cuando la veía, no me salía ni la voz, no sé, no puedo explicarlo, es como si de repente algo explotara en mi pecho y me convirtiera en un niño... era la cosa más terrible y más hermosa que pudiera imaginar.... Nunca pude entender porqué pasaba; solo era así y así era. Sin conocerla, sin hablar con ella, ella era todo. Pero todo de verdad. Era mi día y mi noche, mi luz y mi amanecer; para mí, el sol salía por ella; ella era mi pensamiento, mi inspiración, mi acción.

​Nunca jamás he vuelto a sentir nada así, ni remotamente. Quizás es mejor así, aunque no puedo arrepentirme de haber sentido aquello, pues fue terrible, sí, pero también hermoso como nada que haya conocido antes. Fueron varios años así, más de seis, en los que viví, en los que sentí algo tan profundo, tan intenso que, no exagero, apenas podía vivir. Durante esos años cada vez la fui viendo menos -comparado con los dos primeros-; aun así, era verla un solo instante y era como si el cielo se partiera de pronto en pedazos.

​Quizás ella alguna vez sospechó algo, no lo sé, no lo puedo saber; supongo que en aquellos días, si alguna vez pensaba en mí, pensaría que yo era un tonto.

​La vida nos fue llevando a cada uno por su lado; supe algunas cosas de ella -he sabido posteriormente que, extraordinariamente inteligente y madura (lo tenía todo), completó sus estudios en otras ciudades y países-; aun así, sin verla, nunca jamás pude evitar pensar en ella de cuando en cuando, en recordarla. El no verla, fue adormeciendo mi sentir, pero incluso con eso, pensar en ella me estremecía.

Este pasado 30 de diciembre la volví a ver, por un momento. En un Centro Comercial, haciendo compras con su hermano; imagino que estaba en nuestra ciudad para la cena en familia; yo bajaba del piso superior con un carrito. Casi nos cruzamos. Hacía diez años o más que no la había visto y de nuevo yo estaba temblando como el primer día hace 25 años; de nuevo me ahogaba y de nuevo el cielo se rompió en pedazos. Estaba igual que siempre, aunque parecía algo más cansada, pero tan hermosa, tan terriblemente hermosa... casi se me caen las lágrimas mientas escribo estas líneas, tan pobres que no pueden hacer ni remotamente justicia a lo que querría expresar.

​Tengo ya más de cuarenta años y tengo mi vida más o menos hecha, personal y profesional. Sé que ella también, que tiene dos hijos y vive en Madrid, aunque creo que sin pareja. Pero eso no es lo que importa. Como he dicho, jamás hablé con ella, jamás pude acercarme a ella. Me pregunto si debería intentarlo ahora, después de 25 años. Puede que ella apenas me recuerde. O que no me recuerde en absoluto. Pero me pregunto si debería intentar comunicarme con ella; sé que está en alguna red social y quizás por allí podría intentarlo, aunque no es seguro, pues no parece actualizar nada.

Por favor, no quiero que se me malinterprete. Yo tengo mi vida ya, mi familia, con mis problemas, y mis hijos son lo más sagrado, lo más importante del mundo, y ni siquiera ella podría cambiar eso. No busco con la crisis de los cuarenta un amor de juventud, no es eso; mis afectos son más maduros, espero, y mis hijos, mi responsabilidad para con ellos, lo es todo. Lo comento más que nada por si alguien piensa que va en ese sentido. No es así. De hecho, e incluso con todo lo que he dicho, tengo que reconocer que conociéndome como me conozco, no creo que yo haya sido alguna vez el hombre adecuado para ella.

​Quizás es un poco de egoísmo por mi parte, pero es que casi necesito hablar con ella. "¿Para qué?", se podría preguntar; cuál es el propósito: no creo ser el hombre adecuado para ella, yo tengo mi familia, ella la suya. Quizás es cerrar de alguna forma un círculo de sentimientos y lágrimas abierto hace 25 años tan intenso que a pesar del tiempo, de vez en cuando me hace sentir caer por un precipicio, terrible pero hermoso. Por internet creo que sí sería capaz. Incluso, pienso, si lograra hablar de alguna forma con ella, podría ver la realidad: que es una mujer normal, con sus cosas buenas, sus cosas malas. Eso sería maravilloso, la verdad. El riesgo es que quizás no, también debo pensarlo, y el pecho podría quemarme más aun de lo que lo hace. O, quién sabe, podría ser que resultara que yo fuera de su agrado, lo que es otro riesgo y mayor, aunque esto es algo que me parece remoto. No me importaría ser su amigo, de hecho es algo que me gustaría, aunque en ciudades diferentes y cada uno con su vida, es algo un tanto ficticio; sería tan hermoso poder no sé, ayudarla de alguna forma en algo, saber que al final, pude hacer alguna cosa para ella, aunque sepa que ella no es para mí.

Como he dicho, tengo más de cuarenta años e imagino que gran parte de lo que he escrito suena bastante tonto, inmaduro. Puede que sí. No sé explicarlo mejor, solo puedo decir que lo siento así; que por un lado soy afortunado por haber sido bendecido con el hecho de sentir lo que he sentido. A pesar del dolor, ha sido la cosa más hermosa que jamás sentí y a pesar de las lágrimas, la he amado y la amo tanto que ni podría ni querría cambiarlo. Pero por otro, de algún modo, sí que querría dejar descansar de alguna forma al chico de 18 años que la vio por primera vez, y que todavía tiembla cuando la ve, que se ahoga, que se le saltan las lágrimas y que el corazón le duele cuando la recuerda; dejarle descansar por fin de una vez.

​Por favor, quien lea esto, quien quiera comentar algo, que no sea muy duro. Querría explicar mejor lo que siento, lo que significa todo, pero no soy un poeta y mis palabras son demasiado pobres. De todas formas, te doy las gracias quienquiera que seas, por leer hasta aquí.
 

Ver también

D
dieter_6002755
7/1/17 a las 2:19

Hola glenedith.

​Muchísimas gracias por tu respuesta, de verdad. Como mínimo me ayuda al menos a no sentirme tan solo, a descargar un poco mi pecho. Y quizás me da algo más de ese valor que se convierte en niebla cuando la veo. Nunca le dije a nadie lo que siento por ella en todo este tiempo, nunca lo confié a nadie -y eso que conocía un poco a su hermano-. Esta es la primera vez en 25 años y solo gracias a internet, a un foro como este y la posibilidad de encontrar algún tipo de ayuda, a encontrarme a gente como tú y empujado por la explosión de sentimientos que sufrí cuando la vi otra vez en ese Centro Comercial, me he atrevido a hacerlo, antes de que todo me ahogara.

Me asusta, lo reconozco, el pensar en hablar con ella, aunque lo que me dices, me anima. Dios mío, aunque podria haber regresado ya a Madrid tras celebrar el Fin de Año, solo imaginar que quizás está todavía aquí, que celebra las fiestas completas con su familia aquí... me quita el sueño, me pone tan nervioso como si no hubiera pasado el tiempo. No creo que pueda seguir mucho así.

​Como dices, sé que solo es una mujer, tan hermosa como nada que yo haya visto nunca, tan hermosa que me ahoga mirarla, que mi aliento se para... pero solo una mujer; muy inteligente, pero con las flaquezas y dudas que en cualquier momento tenemos todos. Aunque mi cabeza lo sabe, sí, mi corazón ante ella es como si mirara de repente los cielos abiertos en su esplendor: difícil sostener la mirada, difícil dejar temblar, difícil articular palabra... quizás suena un tanto ridículo, pero así es.

​Y algo que me inquieta mucho, me asusta y me horroriza, es pensar que si finalmente lograra comunicarme con ella, ello la pudiera molestar de alguna forma... ¿podría ser eso posible...? Si algo asi ocurriera, no sé que pasaría. Intento pensar en ello y no sé qué podría pasar. Intento pensar en qué pasaría si fuera al revés, si una mujer me contara a mí todo eso... y la verdad es que yo creo que me sentiría algo incómodo porque me preocuparía poder hacerla daño. Pero eso lo pienso yo, y seguramente lo pienso porque precisamente me duele lo que siento. Así que no me sirve intentar imaginarlo. Sé que todo lo que he escrito puede sonar inmaduro, un poco tonto incluso, así que no sé qué podría pensar una mujer como ella, una mujer de casi 45 años, madura, inteligente, responsable, profesional. No lo sé.

Gracias de nuevo por tu ayuda.
 

D
dieter_6002755
7/1/17 a las 4:49

Hola sarahlanovia.

Quizás si hubieras leído con un poco más de atención lo que escribí, comprenderías que no es eso.

​Gracias por molestarte en responder, en cualquier caso.

D
dieter_6002755
7/1/17 a las 16:02

Hola sarahlanovia:

​Gracias de nuevo por contestar, pero me temo que, de verdad, y no te molestes, no has entendido nada. No dudo que quizás seas una gran entendida en pitopausias, síntomas fruto de desarreglos hormonales, geriatría, etc., al menos en lo que a los foros respecta y que conoces a un montón de personas con diversas causísticas que te ayudan a encajar de alguna forma la percepción que tienes de la realidad. Obviamente no todas, pues no es el caso; si que te repetiría que quizás con un poco más de atención al leer, creo que no resulta especialmente difícil apreciar que no es la situación que insistes en describir. Pero tampoco pasa nada, tampoco tienes porqué entenderlo.

Gracias por molestarte en responder, en cualquier caso.

D
dieter_6002755
7/1/17 a las 16:19

Hola glenedith.

​Muchas gracias por responder, de verdad. Yo no tengo intención ninguna sobre su voluntad, desde luego; ni debería, ni podría, ni querría. Es lo primero que comentas, sí. Me aterra que si consiguera contactar, en realidad la molestase, la importunase, la hicera sentir incómoda. Aunque puede que aunque lo intente, no consiga contactar. No lo sé. Supongo que si por un instante pudiera decírselo, solo eso, ya sería bastante. Lo has descrito mejor de lo que yo podría. Quizás así se cerraría un poco un círculo que sigue abierto y aun hermoso, duele.

​Muchas gracias de nuevo por responder

D
dieter_6002755
7/1/17 a las 16:33

Hola sarahlanovia:

​Gracias de nuevo por responder. Me temo que te equivocas otra vez y que sin saber, presupones cosas sobre lo que me molesta y lo que no, sobre mis afectos y relaciones, sobre mi salud, sobre lo que me parecería bien o mal o lo que le parecería bien o mal a mi mujer, de la libertad que "doy" o me "da" a mí mi mujer, no sé si basadas en lo que crees conocer o en lo que has vivido o sufrido, que ¡qué le vamos a hacer! no se ajustan a la realidad. No sabes si mi mujer ha tenido antes un gran amor en su vida y si me lo ha dicho o no. No sabes gran cosa, y por eso te equivocas. Tampoco pasa nada, pues equivocarse es humano. En cualquier caso, no te molestes más; creo que no has entendido nada, quizás no puedas (no pasa nada por ello), has dado tu opinión, equivocada y ya está.

D
denice_5174590
7/1/17 a las 18:33
En respuesta a dieter_6002755

Hola sarahlanovia:

​Gracias de nuevo por responder. Me temo que te equivocas otra vez y que sin saber, presupones cosas sobre lo que me molesta y lo que no, sobre mis afectos y relaciones, sobre mi salud, sobre lo que me parecería bien o mal o lo que le parecería bien o mal a mi mujer, de la libertad que "doy" o me "da" a mí mi mujer, no sé si basadas en lo que crees conocer o en lo que has vivido o sufrido, que ¡qué le vamos a hacer! no se ajustan a la realidad. No sabes si mi mujer ha tenido antes un gran amor en su vida y si me lo ha dicho o no. No sabes gran cosa, y por eso te equivocas. Tampoco pasa nada, pues equivocarse es humano. En cualquier caso, no te molestes más; creo que no has entendido nada, quizás no puedas (no pasa nada por ello), has dado tu opinión, equivocada y ya está.

Parece que ha sido tu amor platónico,  puede que  si hablas con ella se disparen los sentimientos  y no los puedas controlar por muy bien que te encuentres con tu familia, quien sabe de las cosas del corazon, todo apunta al tu valentra para encarar la situación y poner las cosas en su sitio.

M
mikele_9387083
7/1/17 a las 18:35
En respuesta a dieter_6002755

Hola:

​No estoy seguro si es este el foro adecuado para contar lo que de veras necesito contar y pido disculpas si me equivoco, pero parece que es el foro que más se acercaría. Es mi pequeña historia.

Soy un hombre que hace 25 años me enamoré de una chica como nunca imaginé que pudiera ser posible, algo casi irreal. Me enamoré tan fuerte, tan intensamente que dolía; pero jamás pasó nada. Ni siquiera hablé alguna vez con ella: no podía. Las veces que coincidía con ella -vivíamos muy cerca-, cuando la veía, me temblaban las piernas, no podía respirar, me mareaba, el corazón me hacía daño en el pecho... toda la entereza, el valor, la seguridad, el ingenio... todo volaba por los aires, todo desaparecía en un solo instante en cuanto la veía... Ella era tan hermosa que no parecía real... Me faltan las palabras, no soy capaz de expresar lo que fueron esos días, lo intenso, la sensación de ahogarme, de sentirme atravesado las contadas veces que nuestras miradas se cruzaron... ¡qué pobre es mi forma de escribir!

​Supongo que a quien lea esto, le sonará irreal o incluso muy tonto; imagino que cualquiera podría pensar en cien formas de acercarse para hablar con quien amas. Pero yo no pude; reconozco que sí que lo intenté, lo imaginé, planeé qué decir, incluso, pero es que cuando la veía, no me salía ni la voz, no sé, no puedo explicarlo, es como si de repente algo explotara en mi pecho y me convirtiera en un niño... era la cosa más terrible y más hermosa que pudiera imaginar.... Nunca pude entender porqué pasaba; solo era así y así era. Sin conocerla, sin hablar con ella, ella era todo. Pero todo de verdad. Era mi día y mi noche, mi luz y mi amanecer; para mí, el sol salía por ella; ella era mi pensamiento, mi inspiración, mi acción.

​Nunca jamás he vuelto a sentir nada así, ni remotamente. Quizás es mejor así, aunque no puedo arrepentirme de haber sentido aquello, pues fue terrible, sí, pero también hermoso como nada que haya conocido antes. Fueron varios años así, más de seis, en los que viví, en los que sentí algo tan profundo, tan intenso que, no exagero, apenas podía vivir. Durante esos años cada vez la fui viendo menos -comparado con los dos primeros-; aun así, era verla un solo instante y era como si el cielo se partiera de pronto en pedazos.

​Quizás ella alguna vez sospechó algo, no lo sé, no lo puedo saber; supongo que en aquellos días, si alguna vez pensaba en mí, pensaría que yo era un tonto.

​La vida nos fue llevando a cada uno por su lado; supe algunas cosas de ella -he sabido posteriormente que, extraordinariamente inteligente y madura (lo tenía todo), completó sus estudios en otras ciudades y países-; aun así, sin verla, nunca jamás pude evitar pensar en ella de cuando en cuando, en recordarla. El no verla, fue adormeciendo mi sentir, pero incluso con eso, pensar en ella me estremecía.

Este pasado 30 de diciembre la volví a ver, por un momento. En un Centro Comercial, haciendo compras con su hermano; imagino que estaba en nuestra ciudad para la cena en familia; yo bajaba del piso superior con un carrito. Casi nos cruzamos. Hacía diez años o más que no la había visto y de nuevo yo estaba temblando como el primer día hace 25 años; de nuevo me ahogaba y de nuevo el cielo se rompió en pedazos. Estaba igual que siempre, aunque parecía algo más cansada, pero tan hermosa, tan terriblemente hermosa... casi se me caen las lágrimas mientas escribo estas líneas, tan pobres que no pueden hacer ni remotamente justicia a lo que querría expresar.

​Tengo ya más de cuarenta años y tengo mi vida más o menos hecha, personal y profesional. Sé que ella también, que tiene dos hijos y vive en Madrid, aunque creo que sin pareja. Pero eso no es lo que importa. Como he dicho, jamás hablé con ella, jamás pude acercarme a ella. Me pregunto si debería intentarlo ahora, después de 25 años. Puede que ella apenas me recuerde. O que no me recuerde en absoluto. Pero me pregunto si debería intentar comunicarme con ella; sé que está en alguna red social y quizás por allí podría intentarlo, aunque no es seguro, pues no parece actualizar nada.

Por favor, no quiero que se me malinterprete. Yo tengo mi vida ya, mi familia, con mis problemas, y mis hijos son lo más sagrado, lo más importante del mundo, y ni siquiera ella podría cambiar eso. No busco con la crisis de los cuarenta un amor de juventud, no es eso; mis afectos son más maduros, espero, y mis hijos, mi responsabilidad para con ellos, lo es todo. Lo comento más que nada por si alguien piensa que va en ese sentido. No es así. De hecho, e incluso con todo lo que he dicho, tengo que reconocer que conociéndome como me conozco, no creo que yo haya sido alguna vez el hombre adecuado para ella.

​Quizás es un poco de egoísmo por mi parte, pero es que casi necesito hablar con ella. "¿Para qué?", se podría preguntar; cuál es el propósito: no creo ser el hombre adecuado para ella, yo tengo mi familia, ella la suya. Quizás es cerrar de alguna forma un círculo de sentimientos y lágrimas abierto hace 25 años tan intenso que a pesar del tiempo, de vez en cuando me hace sentir caer por un precipicio, terrible pero hermoso. Por internet creo que sí sería capaz. Incluso, pienso, si lograra hablar de alguna forma con ella, podría ver la realidad: que es una mujer normal, con sus cosas buenas, sus cosas malas. Eso sería maravilloso, la verdad. El riesgo es que quizás no, también debo pensarlo, y el pecho podría quemarme más aun de lo que lo hace. O, quién sabe, podría ser que resultara que yo fuera de su agrado, lo que es otro riesgo y mayor, aunque esto es algo que me parece remoto. No me importaría ser su amigo, de hecho es algo que me gustaría, aunque en ciudades diferentes y cada uno con su vida, es algo un tanto ficticio; sería tan hermoso poder no sé, ayudarla de alguna forma en algo, saber que al final, pude hacer alguna cosa para ella, aunque sepa que ella no es para mí.

Como he dicho, tengo más de cuarenta años e imagino que gran parte de lo que he escrito suena bastante tonto, inmaduro. Puede que sí. No sé explicarlo mejor, solo puedo decir que lo siento así; que por un lado soy afortunado por haber sido bendecido con el hecho de sentir lo que he sentido. A pesar del dolor, ha sido la cosa más hermosa que jamás sentí y a pesar de las lágrimas, la he amado y la amo tanto que ni podría ni querría cambiarlo. Pero por otro, de algún modo, sí que querría dejar descansar de alguna forma al chico de 18 años que la vio por primera vez, y que todavía tiembla cuando la ve, que se ahoga, que se le saltan las lágrimas y que el corazón le duele cuando la recuerda; dejarle descansar por fin de una vez.

​Por favor, quien lea esto, quien quiera comentar algo, que no sea muy duro. Querría explicar mejor lo que siento, lo que significa todo, pero no soy un poeta y mis palabras son demasiado pobres. De todas formas, te doy las gracias quienquiera que seas, por leer hasta aquí.
 

Hola hombre!

No deseo ser grosero pero macho, es una historia muy lamentable, y te lo digo así porque seguramente todos en nuestro expediente tenemos esa historia de amor en la que nunca pudiste darle la cara a la adversidad e ir mínimamente a hablarle, el problema es que tu piensas en ello luego de tanto tiempo, no te culpó tampoco, no puedo dimensionar lo que sentías o llegas a sentir por aquella mujer, pero si deduzco que ha de ser fuerte al tener la misma reacción pese al tiempo que paso, vale yo también soy un romántico empedernido y me agrado esta parte, pero al grano; esto no es una película y no sabes en que termina, has pensado que hubiera llegado a ser si le hablabas hace tanto tiempo? No digo que hubiera sido la historia de amor, pero no tendrías resaca por esto, yo siempre he sido un cobarde; con miedo a confesar lo que siento y creyendo que en el silencio encuentro seguridad, pero esto no es así, hay que aventurarse, vale mas cicatrices por valiente que piel intacta por cobarde. Así que habla con ella, saludale, invitala a tomar algo, si no resulta, te aseguro que dormiras tranquilo esa noche, al fin y al cabo ya tienes una familia y una vida por contar, pero no te quedes con esa espina, no lo hagas! 

M
mikele_9387083
7/1/17 a las 18:35
En respuesta a dieter_6002755

Hola:

​No estoy seguro si es este el foro adecuado para contar lo que de veras necesito contar y pido disculpas si me equivoco, pero parece que es el foro que más se acercaría. Es mi pequeña historia.

Soy un hombre que hace 25 años me enamoré de una chica como nunca imaginé que pudiera ser posible, algo casi irreal. Me enamoré tan fuerte, tan intensamente que dolía; pero jamás pasó nada. Ni siquiera hablé alguna vez con ella: no podía. Las veces que coincidía con ella -vivíamos muy cerca-, cuando la veía, me temblaban las piernas, no podía respirar, me mareaba, el corazón me hacía daño en el pecho... toda la entereza, el valor, la seguridad, el ingenio... todo volaba por los aires, todo desaparecía en un solo instante en cuanto la veía... Ella era tan hermosa que no parecía real... Me faltan las palabras, no soy capaz de expresar lo que fueron esos días, lo intenso, la sensación de ahogarme, de sentirme atravesado las contadas veces que nuestras miradas se cruzaron... ¡qué pobre es mi forma de escribir!

​Supongo que a quien lea esto, le sonará irreal o incluso muy tonto; imagino que cualquiera podría pensar en cien formas de acercarse para hablar con quien amas. Pero yo no pude; reconozco que sí que lo intenté, lo imaginé, planeé qué decir, incluso, pero es que cuando la veía, no me salía ni la voz, no sé, no puedo explicarlo, es como si de repente algo explotara en mi pecho y me convirtiera en un niño... era la cosa más terrible y más hermosa que pudiera imaginar.... Nunca pude entender porqué pasaba; solo era así y así era. Sin conocerla, sin hablar con ella, ella era todo. Pero todo de verdad. Era mi día y mi noche, mi luz y mi amanecer; para mí, el sol salía por ella; ella era mi pensamiento, mi inspiración, mi acción.

​Nunca jamás he vuelto a sentir nada así, ni remotamente. Quizás es mejor así, aunque no puedo arrepentirme de haber sentido aquello, pues fue terrible, sí, pero también hermoso como nada que haya conocido antes. Fueron varios años así, más de seis, en los que viví, en los que sentí algo tan profundo, tan intenso que, no exagero, apenas podía vivir. Durante esos años cada vez la fui viendo menos -comparado con los dos primeros-; aun así, era verla un solo instante y era como si el cielo se partiera de pronto en pedazos.

​Quizás ella alguna vez sospechó algo, no lo sé, no lo puedo saber; supongo que en aquellos días, si alguna vez pensaba en mí, pensaría que yo era un tonto.

​La vida nos fue llevando a cada uno por su lado; supe algunas cosas de ella -he sabido posteriormente que, extraordinariamente inteligente y madura (lo tenía todo), completó sus estudios en otras ciudades y países-; aun así, sin verla, nunca jamás pude evitar pensar en ella de cuando en cuando, en recordarla. El no verla, fue adormeciendo mi sentir, pero incluso con eso, pensar en ella me estremecía.

Este pasado 30 de diciembre la volví a ver, por un momento. En un Centro Comercial, haciendo compras con su hermano; imagino que estaba en nuestra ciudad para la cena en familia; yo bajaba del piso superior con un carrito. Casi nos cruzamos. Hacía diez años o más que no la había visto y de nuevo yo estaba temblando como el primer día hace 25 años; de nuevo me ahogaba y de nuevo el cielo se rompió en pedazos. Estaba igual que siempre, aunque parecía algo más cansada, pero tan hermosa, tan terriblemente hermosa... casi se me caen las lágrimas mientas escribo estas líneas, tan pobres que no pueden hacer ni remotamente justicia a lo que querría expresar.

​Tengo ya más de cuarenta años y tengo mi vida más o menos hecha, personal y profesional. Sé que ella también, que tiene dos hijos y vive en Madrid, aunque creo que sin pareja. Pero eso no es lo que importa. Como he dicho, jamás hablé con ella, jamás pude acercarme a ella. Me pregunto si debería intentarlo ahora, después de 25 años. Puede que ella apenas me recuerde. O que no me recuerde en absoluto. Pero me pregunto si debería intentar comunicarme con ella; sé que está en alguna red social y quizás por allí podría intentarlo, aunque no es seguro, pues no parece actualizar nada.

Por favor, no quiero que se me malinterprete. Yo tengo mi vida ya, mi familia, con mis problemas, y mis hijos son lo más sagrado, lo más importante del mundo, y ni siquiera ella podría cambiar eso. No busco con la crisis de los cuarenta un amor de juventud, no es eso; mis afectos son más maduros, espero, y mis hijos, mi responsabilidad para con ellos, lo es todo. Lo comento más que nada por si alguien piensa que va en ese sentido. No es así. De hecho, e incluso con todo lo que he dicho, tengo que reconocer que conociéndome como me conozco, no creo que yo haya sido alguna vez el hombre adecuado para ella.

​Quizás es un poco de egoísmo por mi parte, pero es que casi necesito hablar con ella. "¿Para qué?", se podría preguntar; cuál es el propósito: no creo ser el hombre adecuado para ella, yo tengo mi familia, ella la suya. Quizás es cerrar de alguna forma un círculo de sentimientos y lágrimas abierto hace 25 años tan intenso que a pesar del tiempo, de vez en cuando me hace sentir caer por un precipicio, terrible pero hermoso. Por internet creo que sí sería capaz. Incluso, pienso, si lograra hablar de alguna forma con ella, podría ver la realidad: que es una mujer normal, con sus cosas buenas, sus cosas malas. Eso sería maravilloso, la verdad. El riesgo es que quizás no, también debo pensarlo, y el pecho podría quemarme más aun de lo que lo hace. O, quién sabe, podría ser que resultara que yo fuera de su agrado, lo que es otro riesgo y mayor, aunque esto es algo que me parece remoto. No me importaría ser su amigo, de hecho es algo que me gustaría, aunque en ciudades diferentes y cada uno con su vida, es algo un tanto ficticio; sería tan hermoso poder no sé, ayudarla de alguna forma en algo, saber que al final, pude hacer alguna cosa para ella, aunque sepa que ella no es para mí.

Como he dicho, tengo más de cuarenta años e imagino que gran parte de lo que he escrito suena bastante tonto, inmaduro. Puede que sí. No sé explicarlo mejor, solo puedo decir que lo siento así; que por un lado soy afortunado por haber sido bendecido con el hecho de sentir lo que he sentido. A pesar del dolor, ha sido la cosa más hermosa que jamás sentí y a pesar de las lágrimas, la he amado y la amo tanto que ni podría ni querría cambiarlo. Pero por otro, de algún modo, sí que querría dejar descansar de alguna forma al chico de 18 años que la vio por primera vez, y que todavía tiembla cuando la ve, que se ahoga, que se le saltan las lágrimas y que el corazón le duele cuando la recuerda; dejarle descansar por fin de una vez.

​Por favor, quien lea esto, quien quiera comentar algo, que no sea muy duro. Querría explicar mejor lo que siento, lo que significa todo, pero no soy un poeta y mis palabras son demasiado pobres. De todas formas, te doy las gracias quienquiera que seas, por leer hasta aquí.
 

Hola hombre!

No deseo ser grosero pero macho, es una historia muy lamentable, y te lo digo así porque seguramente todos en nuestro expediente tenemos esa historia de amor en la que nunca pudiste darle la cara a la adversidad e ir mínimamente a hablarle, el problema es que tu piensas en ello luego de tanto tiempo, no te culpó tampoco, no puedo dimensionar lo que sentías o llegas a sentir por aquella mujer, pero si deduzco que ha de ser fuerte al tener la misma reacción pese al tiempo que paso, vale yo también soy un romántico empedernido y me agrado esta parte, pero al grano; esto no es una película y no sabes en que termina, has pensado que hubiera llegado a ser si le hablabas hace tanto tiempo? No digo que hubiera sido la historia de amor, pero no tendrías resaca por esto, yo siempre he sido un cobarde; con miedo a confesar lo que siento y creyendo que en el silencio encuentro seguridad, pero esto no es así, hay que aventurarse, vale mas cicatrices por valiente que piel intacta por cobarde. Así que habla con ella, saludale, invitala a tomar algo, si no resulta, te aseguro que dormiras tranquilo esa noche, al fin y al cabo ya tienes una familia y una vida por contar, pero no te quedes con esa espina, no lo hagas! 

D
dieter_6002755
8/1/17 a las 3:45
En respuesta a denice_5174590

Parece que ha sido tu amor platónico,  puede que  si hablas con ella se disparen los sentimientos  y no los puedas controlar por muy bien que te encuentres con tu familia, quien sabe de las cosas del corazon, todo apunta al tu valentra para encarar la situación y poner las cosas en su sitio.

Hola afroditadiosagriega.

​Gracias por contestar. Podría decirse así, pero creo que ha sido y es más que mi amor platónico, es algo que ha ido más allá; era como si yo dejara de existir cuando la veo; no sé explicarlo, la verdad.

​Gracias de nuevo por tu comentario.

D
dieter_6002755
8/1/17 a las 11:49
En respuesta a mikele_9387083

Hola hombre!

No deseo ser grosero pero macho, es una historia muy lamentable, y te lo digo así porque seguramente todos en nuestro expediente tenemos esa historia de amor en la que nunca pudiste darle la cara a la adversidad e ir mínimamente a hablarle, el problema es que tu piensas en ello luego de tanto tiempo, no te culpó tampoco, no puedo dimensionar lo que sentías o llegas a sentir por aquella mujer, pero si deduzco que ha de ser fuerte al tener la misma reacción pese al tiempo que paso, vale yo también soy un romántico empedernido y me agrado esta parte, pero al grano; esto no es una película y no sabes en que termina, has pensado que hubiera llegado a ser si le hablabas hace tanto tiempo? No digo que hubiera sido la historia de amor, pero no tendrías resaca por esto, yo siempre he sido un cobarde; con miedo a confesar lo que siento y creyendo que en el silencio encuentro seguridad, pero esto no es así, hay que aventurarse, vale mas cicatrices por valiente que piel intacta por cobarde. Así que habla con ella, saludale, invitala a tomar algo, si no resulta, te aseguro que dormiras tranquilo esa noche, al fin y al cabo ya tienes una familia y una vida por contar, pero no te quedes con esa espina, no lo hagas! 

Hola sebask0717.

Gracias por responder. ​Yo ya me imagino que visto desde fuera puede sonar un tanto extraño, lamentable, inmaduro, no lo sé, de verdad. No sé mucho qué puedo decir; las cosas son así y así son; tengo casi la misma reacción hoy que hace 25 años y es un sentimiento a la vez hermoso y a la vez terrible. Hermoso y terrible. Cuando la he visto, algo explosiona dentro de mí, que no me deja respirar, que me ahoga, que me paraliza, que para mi garganta y me hace temblar; el tiempo me parece que va más despacio... no sé describirlo; es casi irreal..., el mundo alrededor queda, no sé, como amortiguado, como en un segundo plano, como en un sueño, todo es lento y algo dentro de mi pecho y de mi garganta se mueve... Es así hoy y así fue hace 25 años. No puedo explicarlo bien, no tengo las palabras para poder hacerlo, quizás ni las haya, y también eso es un tanto frustrante.

​Gracias por tu respuesta, de nuevo.

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