POLONIO.– Señor, los trataré como se merecen.
HAMLET.– ¡Por Dios, hombre, mucho mejor que eso! Si todos recibiéramos lo que nos merecemos, ¿quién se libraría de cien azotes? Tratadlos como os gustaría que os trataran: con honor y dignidad. Cuanto menos creais que se merecen tanto mayor valor tendrá vuestra generosidad hacia ellos.
Ni un servidor ni mi ex esposa les gustamos a la otra familia... durante unos cinco años. Ambos nos ganamos respeto y cariño con el tiempo. Los lazos de cada uno son fuertes y les dan fuerza, primero a cada uno y luego a la pareja. Sólo si fueran perniciosos para tu novio, sólo si él hubiera decidido alejarse por su bien, tendría sentido guardar cuanta distancia fuera posible.
Comuníquense mucho, así como debes encontrar la manera de explicarle lo que sientes también debes estar abierta a escucharlo a él. Ten cuidado con la forma en que lo cuentas, los hombres muy seguido no sabemos escuchar y comprender solamente, queremos hacer algo, reparar, pelear, construir. No guardes rencor, si acaso precaución, y no trates de que él se enoje con su familia o los corrija.
¿Está mal lo que sientes? No, nunca está mal lo que uno siente, nunca intentes eliminar tus sentimientos. Lo que puede estar bien o mal es lo que hacemos a partir de esos sentimientos.
Así pues trátalos con honor y dignidad. Si es necesario tan solo por tu honor y tu dignidad. Así como un caballero no precisa estar frente a una dama para serlo tampoco una dama necesita estar con otros a su altura para conservar esa altura.