Podrías apostarle a que puedes alcanzar el techo con tu pie o que puedes poner tu pie debajo de tu axila o algo así.
Creerá que vas a hacer una proeza de artes marciales o contorsionismo.
Acordados los términos y que es una apuesta seria... te quitas la pierna, consigues lo imposible y ganas la apuesta. Si se complica la negociación mejor, mientras más imposible sea la proeza mejor. Desde luego no le vas apostar un auto, no sé, la cuenta o que se pare de cabeza o cualquier tontería.
Seguro te parece poco serio, es intencional. Tú podrías estar más relajada si tu meta es hacerle esa trampa, diviértete. Además él tendrá una especie de "vía de escape", se va a sorprender pero podrá quejarse de que le hiciste trampa en lo que lo procesa, podría salírsele una risa nerviosa sin que importara, creo que lo mejor sería que no lo vieras a la cara cuando te la quites, voltéalo a ver cuando hayas ganado la apuesta. Tal vez te pida verla, no sé. Lo importante es que la revelación sea lo menos solemne que se pueda.
Lo más importante es que te sientas bien con como eres, quiero pensar que así es y que te lo que te preocupa es su reacción. No tienes por qué sentirte mal por eso, nunca, nunca te sientas mal.
Conocí, aunque no atestigüé, a un niño con prótesis de pierna. Era un niño sano y pingo como deben ser, apostaba con sus compañeros a ver quién aguantaba mejor patadas en la espinilla, desde luego en la de su prótesis.
Momento serio:
Cuando eramos chicos, tal vez por hacernos burla entre hermanos, mi padre nos dijo que todos tenemos defectos. Yo pensé en mi mala visión y en problemas que ya sabía de mis hermanos. No pudimos hacer que nos contara cuál era el suyo. De alguna manera nos ayudó tanto a aceptarnos como a aceptar a los demás más allá de lo físico.