Desde niña sentía que en ciertos momentos de mi vida, de pronto el aire no entraba con normalidad a mis pulmones, y solo si bostezaba o bien abría demasiado la boca podría conseguir ese aire que llene mis pulmones, porque mi respiración normal no me lo permitía, muchas veces tenía que agacharme o buscar alguna postura encorvada que haga posible el saciar el suficiente aire a mis pulmones.
Luego en mi vida adulta, visite a muchos médicos porque ya no era normal para mi, tener de cuando en cuando estás sensaciones de ahogo, pase por varios exámenes, se me descartaron disneas, asma, broncoespasmo, tuve placas de mis pulmones, todo examen en orden y bien, solo el otorrino me detectó tabique desviado, pregunté si por eso siento esa sensación de ahogo y se me dijo que "no", cada médico al que consulte me derivaban con un psicólogo o un psiquiatra, porque no sólo era hiponcondria por siempre querer saber si tengo algo, porque siempre pensaba que puede ser algo malo lo que me sucedía en la respiración, sino se me dijo que presentaba cuadros ansiosos que provocan ese bloqueo respiratorio.
Durante mucho tiempo, me negué a tener solo un cuadro ansioso, porque mis síntomas ya eran físicos, no solo presentaba falta de aire, sino taquicardias, sensación de desmayo, hormigueos. Pero todo siempre era derivado a la Ansiedad.
Hoy tengo 38 años y estamos en medio de una pandemia, en cuarentena, sin salir y con la idea de que ahora ya no puedes ir a un hospital sin exponerte a contagios... La ansiedad volvió con más fuerza, empezó con una subida de presión inesperada y latidos fuertes y acelerados, me asuste y pensé que era solo estrés, a los días la sensación de ahogo, ya no se pasaba a los minutos, sino se ha extendido en horas por día y en frecuencia, porque ahora es todos los días, luego llego el ataque de pánico, donde experimentas pensamientos irracionales, perturbadores, terroríficos. Baje en 30 días cerca de 7 kilos.
Nunca trate mi ansiedad, siempre le huí, y no le hice frente, hoy me pasa factura por los miedos más profundos que conoce sobre mi; mi salud, mi vida... Estoy tratándome de manera online con un psiquiatra y una psicoterapeuta, ambos me apoyan y he pedido no consumir pastillas, a pesar de que el psiquiatra me dice que tome una de emergencia, he preferido por mi tranquilidad post ansiedad no probarla, por el efecto secundario que viene en su consumo, sin embargo no quiere decir que no lo tome, ya que es el médico el que sabe y recomienda tomarla si entro en una crisis que no aguanto, porque se sufre mucho con la Ansiedad, hoy luego de todas las investigaciones que he realizado y en los tratamientos que me encuentro, puedo hallar respuestas y estoy más convencida de que puedo salir de estos cuadros fortaleciendo mis conceptos sobre la ansiedad, aceptándola y haciéndole frente cuando se presenta, me da miedo sí, y mucho, porque ahora que ha venido más fuerte he llamado a centrales médicas pidiendo auxilio por la desesperación, pero ya le he parado por la empatía qué hay que tener para todo personal médico en estos tiempos, he tratado de calmarme, dialogando con mi yo interior, quien me responde calmada y pacíficamente, que estoy bien, que ya todo l información que he obtenido, me dice que me voy a sentir con miedo cuando venga la ansiedad, que probablemente sentiré mi corazón latir fuerte y sentiré que no puedo respirar, pero me digo a mi misma nada eso me va a matar, no tendré un infarto, no tendré un derrame y no me ahogaré, calma, y no respires con fuerza, detente un rato, así tengas miedo de no coger aire, detente, tu cuerpo solo en automático sabrá cómo hacer para que el aire entre, déjalo actuar, y en ese momento entra el aire, y luego pienso en los colores que encuentro en cuarto, en cinco objetos que veo, los describo y así empiezo a distraer mi mente, las palpitaciones bajan, y estoy cómoda, hechada y me toco el abdomen y veo cómo se hincha al inhalar y se desinfla al exhalar, así encuentro relajación y de pronto viene un cansancio fuerte, y hasta eso me da miedo porque pienso que quizás me maree o estoy por sufrir un desmayo, pero me convenzo que no es nada de eso: "no le creas todo a tu mente", mis respuestas son; un estado ansioso provoco una subida de adrenalina fuerte, que cuando se estabiliza el cuarto requiere de descanso y no le debes huir, debes dejarte descansar y eso será reconfortante.
Cuando venga el ataque de pánico, sentirás que te vuelves loco, que sientes claustrofobia, y todo tiembla, tus pensamientos catastróficos son tan intensos que todo te da terror, realmente se siente miedo... salir de estos episodios para mi fueron difíciles, pero una vez que reconozco el ataque de pánico, en ese momento que parece vencerme, si debo botar lágrimas la botó, porque son sanadoras, hacen que la angustia baje, y si no hay lágrimas, me convenzo de que es un ataque y empiezo a decirme y convencerme que nada malo está pasando, nada sucede, afuera se escucha la vida normal como siempre, agarro mis manos y dedos y empiezo a apretarlos sin dañarme, solo siento mi tacto, luego respiro y me pongo a pensar en qué color pintaría mi cuarto, en cómo ordenaría mis zapatos, en que cocinare el día de manaña, pensamientos que no afloren mi estado ansioso, el ataque de pánico se irá, bajará... en este momento, tomo agua con limon, y no sé porque, pero oler el limon trae calma, no sé si es una idea, pero así me da, tanto así que me froto el limon en muñecas como para sentir el aroma, luego si estoy cansada, me pongo en cama y descanso. Esos ataques no han vuelto a venir, pero es así como los enfrente.
Sigo en esta lucha mental, en esta negociación conmigo misma, viéndome desde fuera y sintiéndome harto amor y cariño, dándome la fortaleza y el ánimo que solo debe venir de mi, para afrontar la ansiedad y no huirla como siempre, porque esta vez quiero sanar, quiero entender esta ansiedad, y saber llevarla, para que no me consuma ni me haga sufrir más.
Un abrazo