Preparad un contrato
por obra y servicio, por ejemplo, con fecha de inicio y de finalización, y con las cláusulas que estimes oportuno.
Sería importante regular el nivel de felicidad que estáis autorizados a tener, la cantidad de amor que puede sentir el uno por el otro, y si puede ser la misma o diferente, los derechos y obligaciones que tendréis las partes (derecho a besar en la boca, derecho a susurrar en el oído, obligación de llegar puntual a las citas, o de llegar al orgasmo,...)
Y también sería importante una cláusula de penalización por si él se enamora de tí y quiere seguir con el contrato (a tí seguro que no te pasa, así que lo obviamos).
¡Ah, se me olvidaba! Cómprate un salero. Seguramente cuando se lo des a firmar, te lo haga comer.