Confundida con mi psicólogo

Hola:

Les cuento, desde hace poco más de un año comencé a ir a terapia psicológica por instrucciones médicas, el caso es que nunca había asistido a ese tipo de sesiones, así que me costó trabajo acoplarme al terapeuta, ya que, encima de todo, él es un tanto estricto y discutíamos constantemente pues me ponía reglas muy estrictas, en algún momento pensé en dejar la terapia.  El hecho es que un día me confesó que, como terapeuta, también estaba obligado a tomar terapia y que aunque pareciera que no, en el fondo me comprendía.  Desde ahí, él comenzó a cambiar radicalmente, ya no era tan severo y si bien, seguía manteniendo las reglas firmes, ya era mucho más empático.  El problema es que ahora me siento muy confundida con respecto a mis sentimientos hacia él, a últimas fechas lo pienso demasiado y me siento feliz cuando llega el día de sesión.  He de enfatizar en el hecho de que mi vida transcurre entre mi trabajo y la casa, no suelo salir casi nunca, de modo que mis amigos son pocos, aunado a que es gente que vive fuera de mi ciudad, es decir, que él constituye la única persona con quien puedo conversar. A veces creo que lo veo como lo que es, mi terapeuta; otras veces lo percibo como mi amigo; otras como un hermano menor que me cuida y al que me gustaría cuidar (aunque él no lo permite); y, a veces también como hombre, he de ser absolutamente honesta y mencionar que él es un muchacho sumamente joven y guapo, de hecho, ha trabajado como modelo, pero pese a que, desde que llegué por primera vez a su consultorio me percaté de que era muy atractivo, yo estaba consciente que no era el tipo de hombre que me podía gustar a mí. En fin, quisiera que me ayudaran a aclararme sobre lo que siento por él.  Gracias de antemano.
 

Es parte del proceso, como todo lo demás te conviene comentárselo. 

Hola:

Les cuento, desde hace poco más de un año comencé a ir a terapia psicológica por instrucciones médicas, el caso es que nunca había asistido a ese tipo de sesiones, así que me costó trabajo acoplarme al terapeuta, ya que, encima de todo, él es un tanto estricto y discutíamos constantemente pues me ponía reglas muy estrictas, en algún momento pensé en dejar la terapia.  El hecho es que un día me confesó que, como terapeuta, también estaba obligado a tomar terapia y que aunque pareciera que no, en el fondo me comprendía.  Desde ahí, él comenzó a cambiar radicalmente, ya no era tan severo y si bien, seguía manteniendo las reglas firmes, ya era mucho más empático.  El problema es que ahora me siento muy confundida con respecto a mis sentimientos hacia él, a últimas fechas lo pienso demasiado y me siento feliz cuando llega el día de sesión.  He de enfatizar en el hecho de que mi vida transcurre entre mi trabajo y la casa, no suelo salir casi nunca, de modo que mis amigos son pocos, aunado a que es gente que vive fuera de mi ciudad, es decir, que él constituye la única persona con quien puedo conversar. A veces creo que lo veo como lo que es, mi terapeuta; otras veces lo percibo como mi amigo; otras como un hermano menor que me cuida y al que me gustaría cuidar (aunque él no lo permite); y, a veces también como hombre, he de ser absolutamente honesta y mencionar que él es un muchacho sumamente joven y guapo, de hecho, ha trabajado como modelo, pero pese a que, desde que llegué por primera vez a su consultorio me percaté de que era muy atractivo, yo estaba consciente que no era el tipo de hombre que me podía gustar a mí. En fin, quisiera que me ayudaran a aclararme sobre lo que siento por él.  Gracias de antemano.
 

Hola:

Les cuento, desde hace poco más de un año comencé a ir a terapia psicológica por instrucciones médicas, el caso es que nunca había asistido a ese tipo de sesiones, así que me costó trabajo acoplarme al terapeuta, ya que, encima de todo, él es un tanto estricto y discutíamos constantemente pues me ponía reglas muy estrictas, en algún momento pensé en dejar la terapia.  El hecho es que un día me confesó que, como terapeuta, también estaba obligado a tomar terapia y que aunque pareciera que no, en el fondo me comprendía.  Desde ahí, él comenzó a cambiar radicalmente, ya no era tan severo y si bien, seguía manteniendo las reglas firmes, ya era mucho más empático.  El problema es que ahora me siento muy confundida con respecto a mis sentimientos hacia él, a últimas fechas lo pienso demasiado y me siento feliz cuando llega el día de sesión.  He de enfatizar en el hecho de que mi vida transcurre entre mi trabajo y la casa, no suelo salir casi nunca, de modo que mis amigos son pocos, aunado a que es gente que vive fuera de mi ciudad, es decir, que él constituye la única persona con quien puedo conversar. A veces creo que lo veo como lo que es, mi terapeuta; otras veces lo percibo como mi amigo; otras como un hermano menor que me cuida y al que me gustaría cuidar (aunque él no lo permite); y, a veces también como hombre, he de ser absolutamente honesta y mencionar que él es un muchacho sumamente joven y guapo, de hecho, ha trabajado como modelo, pero pese a que, desde que llegué por primera vez a su consultorio me percaté de que era muy atractivo, yo estaba consciente que no era el tipo de hombre que me podía gustar a mí. En fin, quisiera que me ayudaran a aclararme sobre lo que siento por él.  Gracias de antemano.
 

Hola... pss ya que estas llendo a terapia, no sería bueno comentarle estas cosas... igual a tu terapeuta... sería muchos mejor y pss aclarar las tus dudas respecto a tus pensamientos

Lo que te Está pasando es que al ser la persona que más frecuentas, más atractiva la vas a ver. Estás idealizandolo porque no tienes más amigos a quienes ver frecuentemente.

Como terapeuta te digo que hables con él, es posible que lo te ocurre sea un patrón recurrente y un aspecto importante a trabajar.

 

Gracias a Evitaa y a todos los que se tomaron la molestia de contestarme, les comento que he hablado con mi terapeuta y pues, en efecto no es enamoramiento. Contrario a la reacción que yo esperaba, él se ha mostrado muy empático, así que empezaremos a trabajar esta situación en terapia. Gracias a tod@s, de corazón.