Cómo dar clases particulares a niños y jóvenes
¿Cómo dar clases particulares a niños y jóvenes?
Hola, si estás pensando en dar clases, puede que necesites algunos consejos previos. Yo llevo 8 años dando clases de inglés a particulares y pequeños grupos de alumnos y creo que durante este tiempo he cometido muchos errores, pero también he aprendido de ellos. Ahí van unos consejos para todos aquellos que quieran aprovechar mi experiencia. Tanto si queréis dar clases de inglés (igual que yo), como de otras asignaturas, leer esto os puede ser útil. Por cierto, no soy autónoma porque esto de las clases no da para pagar autónomos, así que si alguien esperaba trabajar de esto declarando a hacienda, mejor que se lo replantee.
Pregunta 1: ¿De qué dar clases?
En primer lugar, decide de qué materia impartirás las clases y a qué rango de edades o niveles van dirigidas. Debes tenerlo claro para no implicarte con materias que no dominas, ya que el alumno lo notará en seguida y eso te aportará mala publicidad. Además, cuando publiques tu anuncio deberás dejarlo claro. Si tienes dudas sobre temarios, asegúrate buscando en libros actualizados el nivel que se espera de ti en la asignatura/s elegida/s.
Si no tienes ni idea de nada, por favor, no des clases. Nos estarás dejando mal a todos los profesores particulares que trabajamos bien.
Pregunta 2: ¿Cómo encuentro alumnos?
Se requiere paciencia, ya que cuando empiezas la gente no te conoce. Poner anuncios en la calle es una tontería porque crea desconfianza, ¿acaso vosotros cogéis el teléfono de los anuncios que hay colgados por las farolas? Es mejor que te ofrezcas a partir de páginas como www.tusclasesparticulares.com o www.donprofesor.com. En estas mismas páginas también hay padres que ponen anuncios buscando profesores y puedes contestarles. No desesperes si al principio no te llama nadie. Poco a poco irás encontrando alumnos y después, si eres buen profesor, todo funcionará por el boca a boca. Es importante que tengas en cuenta los periodos de más afluencia de alumnos y tengas tu anuncio en perfecto estado para entonces. Otra buena opción es colgar anuncios en lugares controlados, como bibliotecas, centros cívicos...
Si haces clases de refuerzo escolar, los períodos en los que debes estar atento sobre todo, son enero y junio. En enero porque muchos padres han visto los primeros suspensos del curso en la primera evaluación, y de cara a la segunda, se plantean un refuerzo para sus hijos.
Si haces clases de idiomas o de música a particulares (que no sean refuerzo escolar), debes estar atento en septiembre, porque el público que demanda este tipo de profesores quiere que su hijo empiece a la misma vez que el curso escolar, (igual que si llevase al niño a una academia).
Ojea habitualmente las páginas web de anuncios para buscar familias que estén a la caza de un profesor, cuando menos te lo esperas te aparece una buena oportunidad.
Pregunta 3: ¿Qué información debe incluir mi anuncio?
El anuncio perfecto es aquel en el que aparece justo lo que el padre/madre que busca un profesor quiere leer. Recuerda que poner un anuncio no es escribir una carta a los Reyes Magos. Más que incluir información propia, deja bien claro lo que ofreces a tus alumnos. Por ejemplo, nunca escribas me gustaría dar clases NO. Eso indica tu falta de experiencia. Cámbialo por imparto clases, que queda más serio y directo, demuestra seguridad. Sigue estas indicaciones:
-Si eres menor de 23 años, no indiques tu edad. Simplemente di que eres estudiante de la carrera... Los profesores muy jóvenes no generan confianza. Si eres estudiante de bachillerato, tienes pocas posibilidades de que te llamen a no ser que cobres una miseria.
-Si eres mayor de 25 años, siempre debes decirlo, al contrario que lo anterior, genera una imagen de madurez y da confianza.
-No pongas información innecesaria, como tus aficiones o lo buen profesor que eres, piensa que en la red hay multitud de anuncios y los padres no se pararán a leer un anuncio largo.
-A la gente no le interesa por qué das clases, simplemente busca un buen profesor. No des ese tipo de explicaciones.
-Descríbete brevemente (no más de dos líneas), y lógicamente de forma positiva. Ni se te ocurra empezar a describir tu currículum o cursos que hayas hecho.
-Antes de poner nada, mira otros anuncios de profesores e intenta distinguirte de ellos por algo, es decir, ofrecer algo que los demás no ofrecen (material extra, oferta en el precio si hacen más horas...).
Pregunta 4: ¿Cuánto cobrar?
Este es un tema muy personal, pero ahora mismo hay precios desde 8 a 25 la hora. Hay que tener en cuenta muchos factores, pero hay consejos sencillos y prácticos.
-Si eres novato, mira otros anuncios de profesores e intenta ajustarte a los mismos precios que ellos. Si quieres conseguir alumnos rápido, haz de tus clases las más asequibles por un tiempo. Cuando tengas más alumnos, sube el precio si lo crees conveniente.
-Cuando mires los anuncios de otros profesores, asegúrate si éstos ofrecen clases en su domicilio o clases en el domicilio del alumno. Esto varía mucho el precio debido al desplazamiento.
-Ten claro si el precio que pones es inamovible o negociable. Si dices que es negociable, has de saber que todos los padres intentarán regatearte un poco, con lo cual si no eres buen negociador, te comerán con patatas y acabarás yendo a dar clases casi gratis.
-Si después de un tiempo, decides subirle el precio a tus alumnos (ya conocidos), avísales con tiempo de antelación. No es apropiado subir el precio de las clases a mitad de curso, ya que los padres pueden pensar que les estás timando y que te aprovechas de la desesperación por aprobar del fin de curso.
-No escribas a anuncios de padres que buscan profesor y ofrecen 6 o 7 euros la hora aunque estés desesperado por encontrar alumnos. Con eso demuestran que no valoran nada tu trabajo y lo notarás si finalmente decides ir a hacer clases.
Pregunta 5: ¿Qué pasos se siguen cuando alguien te contacta como profesor?
En primer lugar agradécele el interés que muestra por tus clases y por tu persona. En seguida, interésate por lo que esperan de tus clases y por el alumno en cuestión, y ese mismo momento proponle que os veáis para charlar sobre las clases en su casa o en otro lugar que acordéis. Es importante darse prisa porque puede que esa misma persona haya contactado otros profesores, y quiera ver cual le convence más. Es difícil que una vez que te haya conocido en persona siga buscando más candidatos (si es que le gustaste, claro).
Recomiendo encarecidamente que todos los profesores que vayan a hacer clases al domicilio del alumno, se aseguren de antemano que conocen a la persona antes de empezar las clases. Nunca me ha pasado nada raro, pero no por eso lo descarto ¿y si resulta que quedas con alguien en su casa y es un asesino en serie? Sobre todo las chicas andaos con ojo. Ante cualquier cosa extraña o sospecha, no vayáis a ese domicilio.
Antes de ir a un domicilio, aseguraos por el google maps de que existe (hay bromistas que hacen ir a los profesores a direcciones inventadas, a mi me ha pasado).
Pregunta 6: ¿Qué tipo de alumnos o familias me puedo encontrar?
Para no liarnos, yo dividiría a los alumnos y sus familias en 3 modelos:
MODELO 1: Los que tienen interés. Estos son los mejores que te puedes encontrar y nunca tienes que dejarlos perder porque no abundan. La familia no busca solo que el niño apruebe la asignatura, si no que va más allá y quieren que realmente aprenda y se interese por ella. Esta familia no espera que tú te bases sólo en lo que el niño tiene que hacer de deberes, si no que espera que le enseñes más, y que su nivel sea superior al de las clases del colegio. Esta familia te apreciará como profesor y siempre estarán dispuestos a proporcionarte ayuda si se necesita. No criticarán las decisiones que tomes respecto a sus hijos, pero serán exigentes con los resultados y te preguntarán sobre las clases y cómo están aprendiendo los niños. Los alumnos con padres así suelen responder muy bien y no crean problemas, casi siempre será un placer trabajar con ellos. Estas familias suelen estar compuestas por algún progenitor que está relacionado con la educación (profesor, maestro, psicólogo, pedagogo...). No digo que no pueda haber de otras profesiones, pero si encuentras un alumno que sus padres son profesores, te ha tocado la lotería.
MODELO 2: Los indiferentes. Hacen clases porque creen que sus hijos lo necesitan o porque el vecino les ha dicho que él tiene un profesor particular y a ellos les pareció buena idea tenerlo también, pero no se ve claramente un interés como en el modelo 1. Se conforman con los resultados y no se interesarán tanto en preguntarte cómo van las clases. A veces tendrás la sensación de que los niños hacen la clase porque así estudian y hacen algo productivo en lugar de ver la tele, pero la familia no te exigirá unos logros específicos ni te preguntarán qué objetivos tienes para sus hijos. Lo bueno de estos es que no se meten en valorar tus clases, son amables contigo, y normalmente no abandonan las clases a mitad de curso.
MODELO 3: Los que pasan de todo. Obviamente son los peores y los que recomiendo que dejes en cuanto tengas alumnos de otros modelos que los sustituyan (para rellenar horas van bien). Las familias le pagan la clase al niño porque realmente lo necesita para aprobar, pero te darás cuenta de que anulan clases a diestro y siniestro alegando excusas como, tiene un cumpleaños o tiene que estudiar de otras asignaturas o tiene médico (es sospechoso tener médico tan a menudo). Sólo se preocuparán de que el niño apruebe en el colegio y aunque sea con un 5. Ten por seguro que los niños no harán ni estudiaran nada por su cuenta fuera de la clase que les des, por lo tanto es difícil avanzar mucho. ¡Ah! Y lo más importante... Si el alumno suspende prepárate para que directa o indirectamente la familia te eche las culpas porque le tendrías que haber enseñado mejor. Lo único positivo es que a veces te hacen buena publicidad.
Ten cuidado porque es fácil en ocasiones no distinguir bien entre el modelo 2 y el 3. Hay gente muy amable que con sus buenas caras y palabras te hace creer que son del 2, pero realmente no es así. Fíjate en las características más esenciales, que son la anulación de las clases y la falta de interés porque el alumno aprenda algo fuera del temario de la escuela. Como dije antes, sustitúyelos por otros alumnos en cuanto te sea posible.
Eso sí, los del modelo 1 son inconfundibles.
Pregunta 7: ¿Cuándo y cómo cobrar las clases?
Hay muchas maneras. Si tienes alumnos de confianza, puedes incluso cobrarles por meses o por semanas. Yo no tendría mucha gente que me pague por clase porque parece que no, pero se pierde bastante tiempo cada vez que te tienen que pagar, y ya está la madre buscando por la cartera a ver si tiene suelto... y si no le pregunta al marido... y así se pueden tirar dando vueltas, mientras tú te impacientas porque tienes otra clase a continuación y no quieres llegar tarde.
Otra opción es dar tu número de cuenta para que te lo ingresen en el banco, pero como decía, yo sólo lo haría con alumnos de confianza y que sabes que nunca te han fallado en los pagos.
Pregunta 8: ¿Qué hago si un alumno no me paga?
A mí sólo me ha pasado una vez, aunque no por eso me deja de fastidiar. Hay que tener claro que si se estás dando clases sin emitir factura (sin ser autónomo), estás totalmente desprotegido, así que encima no seas tan tonto de denunciar al alumno, cuando tú te estás lucrando con una actividad no declarada a hacienda.
Lo primero que yo haría es ir por las buenas y recordarle que te tiene que pagar. Hay gente que piensa bueno, si no me dice nada, me hago el loco y no pago, porque esto también me ha pasado. Según mi experiencia, si insistes acaban pagando, pero en caso de no ser así, lo que puedes hacer es ir a su portal y picar por los timbres preguntando por el susodicho y diciendo ¿Sabe en qué piso vive X? Es que vengo porque me dejó a deber dinero de unas clases particulares. A mucha gente le da vergüenza que sus vecinos se enteren de sus morosidades, y si ve que haces difusión te acabará pagando. Si tienes otros alumnos que le conocen, háblales de lo mal pagador que es el otro, cuanto más se extienda el mensaje, mejor.
Dependiendo de la mala leche que gaste cada uno, también puedes tramar planes malévolos, como publicarlo en facebook (si tienes contactos que le conocen), acosarle con llamadas a las tantas de la noche... ¡y no doy más ideas!
Pregunta 9: ¿Cómo preparo las clases?
Porque las clases SIEMPRE hay que prepararlas. Aunque el niño siempre traiga deberes, tú has de tener a mano en todo momento algunas actividades que creas que le van a servir para avanzar más.
Si enseñas idiomas como yo, está claro que la totalidad de la clase la tienes que preparar tú. Siempre hay libros y mucha información en internet sobre los objetivos para cada nivel. Puedes usar un libro de texto para guiarte, pero te aconsejo que prepares tus propios materiales y que uses los libros sólo como apoyo y guía. Las familias normalmente valoran tu esfuerzo y ven que te preocupas de las clases. Es difícil dar consejos claros sobre esto porque depende mucho de la asignatura y de cómo sea cada profesor. Lo más importante es encontrar un método con el que te sientas cómodo enseñando y que compruebes realmente que el alumno avanza.
Por cierto, si utilizas tablets u ordenadores para algunas actividades, los chicos estarán encantados con tus clases y te verán como un profe guay.
Pregunta 10: ¿Por qué algunas estrategias de enseñanza me dan muy buen resultado con unos alumnos y con otros son nefastas?
Cada alumno es un mundo y una persona completamente diferente a las demás. Tómate tu tiempo y trata de conocer al alumno sin exasperarte. Seguro que darás con formas efectivas de enseñarle. No recomiendo dejar a alumnos porque creas que no van a aprender nada, o porque pasan de todo, (a no ser que sean mayores de 14 años o así, que entonces no hay mucho que puedas hacer). Los alumnos actúan de diversas formas porque tienen sus motivos. Dales tiempo y échale paciencia, aunque tampoco te dejes avasallar por ellos. Deja siempre claro que tú eres el que manda.
Muchas veces como de la noche a la mañana los niños cambian de actitud (para bien o para mal), y también es bonito observar esas cosas.
Si decides ser profesor particular también deberás tener en cuenta que hay alumnos con necesidades específicas, y que por sus características no pueden aprender al mismo ritmo que los demás. Trata de que la familia te informe bien sobre estos asuntos, pues son cosas a tener muy en cuenta a la hora de enseñar. También debo decir que muchas veces, los niños a los que les cuesta más aprender, son mucho más agradecidos contigo porque ellos saben que estás haciendo un esfuerzo en su beneficio, y se sienten muy apoyados incluso aunque no hayan conseguido aprobar.
Pregunta 11: ¿Cómo me organizo en caso de aumentar mi cartera de alumnos?
Que cada vez tengas más alumnos es una gran noticia, pero debes saber gestionarlo. Si tienes entre 10 y 15 alumnos (o más), seguramente deberás hacer más de una clase al día. Si te desplazas a sus domicilios sería bueno que te organizases por zonas, es decir, cada día cubrir las casas más cercanas entre sí. Esto a veces no es posible porque no a todos los alumnos les vendrá bien hacer clase cuando a ti te vaya bien ir a su zona, pero al menos lo puedes intentar. Es importante ahorrar tiempo y combustible. Ten en cuenta que además deberás prepararte más clases, con lo que tienes que organizarte muy bien el tiempo fuera de horas de clase y prever los materiales que necesitarás.
Pregunta 12: ¿Y si me anulan clases constantemente?
No te lo pienses. En cuando puedas deshazte de ese alumno. Busca a otro que pueda ocupar su hora y no titubees. Si un alumno tiene que dejar las clases no se lo va a pensar dos veces, y hasta los alumnos que parecen más majos te pueden hacer una jugarreta (como por ejemplo anularte una hora a mitad de curso porque le han cambiado el entreno de fútbol y no quiere faltar), así que haz tú lo mismo por tu interés. Las anulaciones de clases son el problema número uno de las clases particulares y lo que te hará perder más dinero, además de dejarte una hora ahí en medio de brazos cruzados. Piensa que mucha gente se aprovecha del hecho de que si no hacen una clase no la pagan. Seguro que ahora estarás pensando, pues yo les diré de un principio que aunque la clase no se hace, se paga, igual que las academias, pero no te engañes, si haces eso, para las familias es tan fácil como buscar a otro profesor que no le exija esos pagos, y además esa medida es hacer pagar a justos por pecadores.
Otra cosa. Si te anulan clases, trata siempre de que se recuperen ofreciéndoles otra hora que tengas libre, o simplemente la de otra persona que os haya anulado también.
Pregunta 13: ¿Cómo sacar más rentabilidad a mis clases?
Lo ideal para que las clases sean rentables es tener pocos (o ningún) particular y tener grupos de alumnos, aunque estos sean pequeños (3-4 alumnos). Pongamos por caso que tienes un particular al que le cobras 12/hora. Si a esa clase se añadiesen dos alumnos, aunque se les aplicase una rebaja en el precio, pongamos que le cobras 6 a cada alumno. De repente pasas a ganar 18/hora. Eso supone un incremento de 6/hora, lo que supone al final del mes 24 más de ganancia. Dicho así no parece mucho, pero si tienes muchos grupitos, haz la cuenta...
Si en lugar de desplazarte tú a casa del alumno, encuentras alumnos que se desplacen ellos, entonces estarás ahorrando muchísimo en tiempo y dinero. Pero ya digo que esto es complicado, hoy día las familias que optan por clases particulares quieren que el profesor se desplace a sus domicilios.
Pregunta 14: ¿Qué hacer en caso de conflicto con la familia?
Como profesor y como persona de este mundo, debes aceptar que no le puedes caer bien ni gustar a todo el mundo. Hasta ahí bien.
Los casos de conflicto con los que más a menudo puede encontrarse un profesor particular por orden de mayor a menor incidencia son:
1-Creer que el niño no ha conseguido aprobar por culpa del profesor.
Este es el más típico. Aquí se incluyen los pobrecitos alumnos que no tienen suerte en la vida y que el profesor les tiene manía. Por eso siempre sacan malas notas en el colegio, y encima para colmo de males, han contratado a un profesor particular que no enseña bien (¿Pilláis el tono irónico de todo el párrafo?)
2-Dudar de si se está haciendo bien en tener un profesor particular en lugar de llevar al niño a una academia.
Mi respuesta ante esta insinuación que a veces hacen los padres es simplemente. Apúntelo a una academia y así sale de dudas y además, pague por las clases que su hijo no podrá hacer si se pone enfermo o le surge algo.
3-Creer que no se les están proporcionando horarios que les van bien por simple capricho del profesor.
Los padres no saben que además de su hijo tenemos más alumnos, pero vaya que si no están contentos pues que no hagan la clase. Deja siempre claro de un inicio por qué les ofreces esas horas que no les gustan. Si son un poco coherentes lo tienen que entender.
Pregunta 15: ¿Qué NO debo aceptar nunca durante las clases?
En primer lugar, si haces clases de idiomas como yo, hay familias que por amortizar la clase al máximo te proponen si ellos (padre o madre) pueden hacer clase con el niño (me refiero a niños pequeños, de entre 8 y 10 años). Sí, sí, esto es totalmente verídico... Nunca digas que sí a esta proposición. Procura que de forma educada, el tacaño progenitor entienda que tanto el nivel como las actividades que tú le vas a proponer al niño no son acordes a él/ella y que se va a aburrir, aparte que no va a poder participar casi en nada. Además, exprésale que el alumno se va a sentir cohibido por su presencia, ya que puede tener miedo a regañinas por su comportamiento. Lo más importante es que si un padre o una madre se te mete en tu hora de clase, tú vas a perder tu autoridad con el alumno, tenlo clarísimo.
La otra variante de esta encerrona, es la del padre o madre que quiere hacer clases con su hijo/a adolescente diciendo que es que el niño ya tiene el mismo nivel que yo. Bien, puede que sea cierto pero estamos con el problema de que precisamente a esas edades, lo que no quieren los alumnos es compartir casi nada con sus padres, y mucho menos una clase. Yo lo he probado y he visto que el alumno siempre se siente incómodo, con lo cual casi no habla y no está aprendiendo.
Eso sí, no digas que no si un día un padre o madre te pide que quiere observar una de tus clases de forma discreta. Creo que está en su derecho ¿o no?
La segunda cosa no es ni mucho menos moco de pavo. Hay padres y madres que no les da la gana hacerse cargo de sus responsabilidades y se creen que porque te pagan por hacerle una clase al niño, tú ya eres también su canguro. De repente la madre entra por la puerta con un super bocata y se lo pone al niño delante, a lo cual tú te quedas estupefacto y tan tranquila dice venga fulanito, que tienes que merendar, y seguidamente, con una dulce voz te dirá mira de que se lo coma todo, eh!. Ni corta ni perezosa te ha encomendado la tarea de hacer que el niño coma, claro. Y todo eso a la misma vez que le enseñas lo que sea y a sabiendas de que con sus manos pringadas de nocilla o aceite, va a estar tocando los libros y cuadernos, (porque además tú tienes también que encargarte de que las tareas las haga de forma limpia). Para estos casos, aconsejo pasar del tema, es decir, en cuanto la madre salga por la puerta, apartas el bocata a un lado y sigues a lo tuyo. Una hora más tarde, cuando acabe la clase y la madre vea que no se ha salido con la suya, seguro que no lo volverá a intentar en un futuro. Moraleja: No aceptes ser profesor y canguro, y si lo aceptas, cobra por ello.
Espero que mis consejos sirvan de algo.
alguna opinion porfi,me ayudariais mucho 
ponlo en Google y te saldrá
