Es una causa perdida
Regresó en la noche del trabajo. Sonó su teléfono y se salió a contestar. Salí y le pregunté que que pasaba. Se puso nervioso. Cuando acabó su llamada entró al cuarto me dijo que qué me pasaba y le dije que no me parecía que fuera momento de hacer esas cosas y me dijo que él no tenía por que darme explicaciones. Le dije que por lo visto ya no le importaba nada y que mejor se fuera definitivamente de la casa. Me insultó y luego le dije que se fuera en ese momento. Me dijo: Vamos a hacer cuentas. Le dije no te pasas de listo lo hacemos luego, no estoy para eso. Y me dijo no, vamos a hacer cuentas. Las hicimos y le pedí las llaves de la casa. Ya estoy pensando como arreglármelas con lo de el divorcio y la escuela, porque estoy estudiando y acabo de empezar. Claro, para él eso le importa un comino, como yo le pagué la carrera y el próximo mes ya termina... en fin. Uno nunca termina de conocer a las personas.