Esto sucedió hace unos pocos días nada más. Estaba con mi mujer tomando el fresco de la noche cuando me vinieron a decir que había una bronca entre mi hijo adolescente de 16 años y un hombre de veintitantos, con gritos e insultos. Cuando llegué a la carrera vi que, en efecto, había un hombre de veintitantos de aspecto normal gritándole como un energúmeno a mi hijo y a otros dos amigos suyos que había allí de la misma edad, los cuales se les veía asustados por los gritos. Había más gente, entre ellos algunos adultos, pero nadie se metía.
El caso es que, lógicamente, salí en defensa de mi hijo, encarándome con el hombre que estaba gritando a mi hijo. Entonces ese hombre dejó de gritarle a mi hijo y empezó a gritarme a mí. No recuerdo lo que decía pero entre otras cosas me insultaba (me dijo de todo) y acercándose a pocos centímetros de mí me incitaba una y otra vez a iniciar una pelea. Aunque no me achanté y aguanté la situación no quise iniciar una pelea pues el tipo parecía totalmente fuera de sí, gritando como un auténtico loco y moviéndose de un lado a otro muy rápido. Al final, tras unos desagradables minutos mi mujer vino a llevárseme de allí mientras que otros chavales jóvenes, de veintipocos años, se llevaban al tipo de los gritos.
Cuando las cosas se calmaron (el de los gritos conocido por algunos de los presentesse marchó) averigüé, por boca de algunos de los jóvenes de veintipocos que se llevaron al de los gritos, que mi hijo y sus amigos llevaban algún tiempo burlándose del de los gritos. Eran tonterías: se reían de él cuando pasaba, le llamaban por su nombre y le hacían comentarios graciosos, nada grave a mi parecer que justificara que les atacara como lo hizo en esto que os cuento: insultándolos a gritos y amedrentándolos. El caso es que ahora me estoy planteando denunciar al de los gritos en la comisaría por agresión a un menor de edad. En principio no tenía pensado hacerlo, pero mi hijo me lo ha pedido y yo, como cualquier padre, quiero hacer todo lo que esté en mi mano por él. Cuento a mi favor con varios testigos del hecho que son conocidos míos. Aunque lo cierto es que ese energúmeno no llegó a pegar ni a mi hijo ni a sus amigos quiero creer que insultar, gritar y amedrentar a un menor de edad por parte de un mayor de edad también es agresión (¿psicológica?). Mi consulta es qué clase de denuncia puedo poner y si hay las suficientes probabilidades de que sea admitida a trámite como para que merezca la pena ponerla. Por otra parte me gustaría saber si puedo denunciar al de los gritos por injurias contra mi persona pues lo cierto es que me llamó de todo, sobre todo a partir del momento en que le dije que mi hijo no había hecho nada y que me dijera a mí lo que le tuviera que decir a él.
Quedo muy agradecido por las respuestas que me podáis dar.
Saludos