¡adelante!
Para entablar amistades no basta con desearlas y esperarlas con paciencia. Es, más bien, una habilidad comparable a ir en bicicleta, algo que se aprende. Hace falta practicar, aunque suframos algunas caídas. Se requiere la entrega de uno mismo, de su tiempo y recursos. Pero las recompensas superan con creces los esfuerzos y sacrificios. No obstante, si a la hora de considerar posibles amigos solo pensamos en nosotros, fracasaremos. No debemos limitarnos, por tanto, a las personas a las que admiramos o de las que podamos sacar partido. Busquemos, más bien, a las que suelen pasarse por alto o las que tienen dificultades para conseguir amigos. Gaëlle comenta: Cuando nos juntamos para hacer algo y sabemos que algún joven está solo, lo invitamos. Le decimos: ¡Cómo te vas a quedar en casa solo! Acompáñanos y así nos conocemos mejor Demanda esfuerzos para encontrar buenos amigos. ¿Te has propuesto alcanzar la meta de tener buenos amigos? Pues no te rindas. Pídale a Dios que te ayude, toma la iniciativa, actúa con altruismo y demuestra que sabes ser un amigo. Hay otras sugerencias muy útiles. Saludos.