En respuesta a aleida_589477
Gracias
por escribir, desde que fallecio hemos pasado todas las tardes con ellos y fines de semana, al final fuimos a la comida y la cena, yo he intentado dejar mis rencores atras pero ellos se estan encargando otra vez de que todo empiece a ser como antes, siguen haciendome daño aunque yo creo que me estoy portando lo mejor posible (este finde lo he pasado mal puesto que mi suegra me hizo varios desprecios y siguio con sus hironias)yo se que lo estan y estamos pasando mal pero claro ellos ya estan empezando ha aprobecharse de la situacion y yo empiezo a terner discursiones con mi pareja porque todas las tardes tenemos que vernos si o si, no quita que vayamos a verlos pero todas las tardes no puedo voy a acabar mal de los nervios, ya que en el tanatorio no me separe de ellos y alli mismo me senti patetica por sus desplantes y contestaciones, fue muy desagradable, a lo mejor soy un poco egoista por no querer ir todas las tardes (sobretodo por mi pareja)pero de verdad que mis nervios cuando estoy con ellos se disparan.Que pensais?
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La situación que describes es un poco asfixiante, la verdad y si a eso le sumamos la pérdida de intimidad y la pérdida de opinión sobre ir o no ir el cóctel resultante es explosivo.
En mi opinión, aquí hay dos puntos importantes para tomar una decisión: el primero es hace cuánto tiempo que falleció tu cuñada (para tu marido muy poco para ti una eternidad) y el segundo porqué no le dices a tu pareja que vaya él y tu no vas tan a menudo. Esperar que tu pareja no vaya cada tarde porque tu se lo pides con el peso de la muerte de su hermana a las espaldas es la peor opción, por un lado le provocarás más dolor y por el otro crearás un precedente nefasto en la relación. Yo creo que lo mejor es hablar con él; explicarle que los encuentro entre tu y su familia producen tensión y que en estos momentos se necesita paz; le puedes decir que has estado apoyándolos todo este tiempo pero que la situación te agota y te hace sentir mal, que intentarás ayudarlos pero que el hecho de hipotecar vuestras vidas en la casa de tus suegros no hará que vuelva tu cuñada y, sin embargo, deteriora vuestra relación. Su fallecimiento no es un punto y aparte sino que es un punto y seguido, la vida continua y no sólo teneis que ayudarlos a ellos: teneis que ayudaros a vosotros mismos.
saludos