Amigas estoy desesperada, estoy sin dormir, no puedo por más que le doy vueltas a la cabeza entender lo ocurrido ayer. Me culpo, sé que tengo la culpa, por acción u omisión debo tenerla, aunque no me imaginaba, no me cabe en la cabeza esto. Ayer tarde mi hijo me pidió que posara para él. Estábamos solos en casa, él es muy aficionado a la fotografía, ya muchas veces le había dejado fotografiarme. Quizás debí verlo antes, debí cortarlo a tiempo, no sé. Había posado para él con ropa muy diversa, incluso el pasado verano, en la playa, le dejé fotografiarme en bikini, en alguna pose medio insinuante... recuerdo que lo hicimos entre risas, en plan "aun puede llamar la atención tu mamá, eh?" y él se reía francamente, me pareció que sin ninguna intención oculta. Ayer empezó todo como siempre, déjame sacarte unas fotos. Pero poco a poco él fué derivando hacia cosas que no habíamos hecho antes. Poses más insinuantes. Que si cruza las piernas, que si súbete la falda un poquito, desabrocha un botoncito más de la blusa, solo un boton, que se te vea mejor el escote... Yo me dejaba, porque a pesar de que dicho así, ahora, después de todo, suena fatal, entonces no podía imagianrme nada. Me pidió ir a mi dormitorio, y ni siquiera entonces me mosqueé. Quería algo más artístico, dijo, algo un poco más allá de lo que habíamos hecho hasta ahora. Me pareció bien, me contagió su entusiasmo. Me fotografió sobre la cama, insinuante, abierta de piernas, no sé, es horrible, decirlo así, solo me dejé hacer sin más. Llegó un momento que me pidió que posara en ropa interior. Me quedé parada, no me lo esperaba. Me dijo que solo a mí se atrevía a pedírmelo, que no podía pagar una modelo profesional y sus amigas no querían llegar tan lejos. Que no pasaba nada, que ya me había visto alguna vez en ropa interior (lo cual es cierto, pero muy pocas y muy de pasada), que era igual que cuando habíamos estado en bikini en la playa... pensaréis que estoy loca, o algo peor, no sé lo que pensaréis, ni siquiera sé qué pensar yo misma de todo esto. Pero en aquel momento me convenció. Me quité frente a él la falda, la blusa y las medias, quedándome en braga y sujetador. Empezó con las fotos, pero poco a poco iba acercándose, cada vez más acalorado, y yo más avergonzada. Llegado un punto en que ya estaba incómoda, le dije que parara, que no estaba bien. Entonces ocurrió lo impensable. Tiró la cámara a un lado y se arrojó encima mío como un animal. Grité y pataleé y yo que sé que más hice. Me arrancó el sujetador y manoseó mis pechos, pero las bragas no le dejé bajármelas. Luchamos hasta quedar agotada, no llegó a pegarme, pero sí me sujetó tan fuerte que tengo marcas en los brazos, tratando de dominarme, de violarme... No lo consiguió, agarré las bragas con las dos manos y las retuve como si me fuera la vida en ello, no consiguió arrancármelas aunque las desgarró por los lados. Entonces, frustrado y desesperado, se sacó el miembro y se masturbó allí mismo como un poseso, como un mono. Se vino encima de mí, me dejó todo el cuerpo regado con su semen. Después salió de casa corriendo y no he vuelto a verle. Debí estar horas sobre la cama, desnuda, sucia, llorando... No sé qué hacer, no quiero que le pase nada malo, es mi hijo, pero si se lo explico a mi novio le mata, eso seguro. Y no sé dónde está ni a quién llamar ni a quén recurrir, solo hago que llorar y llorar, estoy hundida...
