En respuesta a margie_5408563
Hola
Hola laurimar, gracias por contestar. Eso que dicen mal de muchos consuelo de tontos, a mi me sirve.
Yo también evito bastante ir al médico. Hasta que no puedo más, sobretodo cuando sospecho que no va a ser tomarse un paracetamol o un ibuprofeno y ya está. Pero lo que me pasa cuando hay que hacer cosas que suponen cambiar completamente mi rutina me pone fatal. Ahora mismo lo estoy pasando fatal por lo mismo y no encuentro la manera de tomarme las cosas mejor, Sé que si fuera al médico seguro que me medicaban porque tengo antecedentes de depresión y crisis de ansiedad pero considero que esa no es la solución, Tendría que encontrar la manera de ayudarme sin tener que pasar por los fármacos. Por otro lado no me gusta hablar de esto con la gente, a mi marido le digo que las cosas van bien y no le trasmito mis miedos por que pienso que va a pensar que soy una vaga o algo por el estilo, y el anonimato que dan los foros me ayuda a comentarlo. Es una situación que me avergüenza, porque situaciones que me tendrían que alegrar (como es la posibilidad de entrar a trabajar en breve, tal y como está la situación laboral) en vez de tomarmelo como una buena noticia, me veo dándome escusas para rechazar el empleo, aunque luego sé que lo aceptaré y que estaré mal durante un tiempo más o menos largo.
Estoy muy decepcionada conmigo misma, por tener esta sensación y estos pensamientos.
Gracias por contestar y hasta otra.
Adios.
Hola...
Hola, serijo.
Creo que lo último que debes sentir es decepción por ti misma, porque si echas la vista atrás, te darás cuenta enseguida de que a pesar del pánico que te producen los cambios, cuando has tenido que introducir uno en tu vida, has terminado por superarlo. Lo que no puedes consentir es que el miedo te paralice. Si por sentirlo dejas de hacer las cosas, sólo conseguirás frustración y arrepentimiento. En cambio, si le restas un poco de importancia a tus pensamientos, asumiendo que en parte son libres y no siempre los podemos controlar y en lugar de culpabilizarte cuando los tienes, lo que haces es transformarlos desde lo que son a lo que tú necesitas que sean,te sentirás mucho mejor y con más fuerzas para dar el paso que necesites dar.
Por ejemplo, si cuando al ofrecerte un puesto de trabajo nuevo sientes ganas de salir corriendo y se te pasa por la cabeza que estar enferma te "libraría" de ese cambio, creo que lo que podrías hacer es mirarte en un espejo y decirte a ti misma que no quieres estar enferma, que estar sana es una suerte que no todos tienen. Y que, como todas las personas, eres muy capaz de realizar perfectamente el trabajo y que lo peor que te puede pasar si aceptas, es que no encajes con el perfil que la empresa busca, no por tu falta de valía, puesto que como todos, eres una persona normal, de ninguna manera inferior a los demás. Asumir que entrar en un sitio nuevo es difícil no sólo para ti, sino para todo el mundo; que no hay gente que no siente miedo, simplemente, personas que no lo manifiestan. Y por último, intentar echar un vistazo al futuro y saber que después de un tiempo, el mal trago se habrá pasado SEGURO y tú puedes estar muy a gusto en ese trabajo y MUY ORGULLOSA DE TI MISMA.
Suerte. Aunque no creo que la necesites, estoy segura de que PUEDES hacerlo. Y si se lo contaras a tu pareja, tal vez te sorprendiera saber que él piensa lo mismo.