Faltaron detalles
Hola, gracias por sus respuestas. La verdad, no quiero sentirme mal por la separación de mi hija y su padre; sin embargo, hay algunos detalles que faltó decir en mi relato anterior. Él me ha enviado tres mensajes, es cierto, pero todos los ha enviado entre la una y 3 de la mañana, supongo que cuando anda de parranda con sus amigos. En las tres oportunidades, sólo se ha referido a el hecho de que "necesita verla", lo que me hace pensar que no viene por el bien de la niña, sino por el suyo propio, es decir, que si yo hubiese respondido esos mensajes, lo mas probable es que a esa hora hubiese querido venir a mi casa, donde no es bien recibido, a verla mientras ella duerme y luego marcharse.
Mientras duró la relación, siempre he trabajado. Él no. Sin embargo, debí dejar a mi hija infinidad de veces con nanas, amigas y familiares para poder cumplir con las responsabilidades de un trabajo que no tiene horario (soy periodista y directora de un medio de comunicación). Cuando lo llamaba a él para que la cuidara (siempre era mi última opción en lugar de la primera a pesar de que él no trabaja), no se cuántas veces pudo hacerlo, porque sus respuestas aunque parezcan inventadas por mi, eran que estaba en un botiquin o que jugaba bolas o softbol o que estaban limpiando en su casa o que no había quien lo ayudara o que se sentía mal (solo de lunes a jueves) o cualquier otra excusa. Muchas veces opté por llevarme a mi criatura (quien todavía mamaba pecho) para el lugar de trabajo, pues no tenía quien cuidara de ella. Algunas vecs que la dejé en el hogar paterno, la encontré con la muchacha que limpia o con la que cocina pues tanto padre como abuela, salían a jugar y dejaban a mi niña con la primera persona que se les ocurriera. En la casa del padre de mi hija, son 4 hermanos, todos varones, están en edad entre 22 y 28 años, sus amigos van todos a esa casa a jugar en las computadoras y a hacer ejercicios porque tienen un mini gym. La cantidad de hombres que llegan es impresionante. Muchos son de confianza, pero supe que varias prendas de valor se habían perdido y nadie dio con el ladrón pues son muchas personas las que entran y salen de esa casa. Teniendo como referencia las veces que dejé a mi hija y la encontré con la muchacha que limpia y siendo ella una bebé muy cariñosa y confianzuda, me da terror que él se la lleve a su casa sin que yo pueda vigilar que pasa allí adentro. La verdad, no estoy paranoica, pero en mi infancia, personas cercanas y no tan cercanas, aprovecharon mi inocencia y mi timidez para hacer cosas obsenas conmigo, que de hecho, ya podía hablar. No quiero imaginarme que le pueda pasar a una bebé de tan solo 3 años.
Otra de las cosas que quería aclarar, es que él padre de mi hija nunca se ha comunicado conmigo realmente, pues a parte de esos tres mensajes enviados en horas de la madrugada, nunca me ha llamado o ha intentado siquiera hacerlo para saber de la niña. De hecho, su familia, tampoco volvió a mi casa después de que yo descubriera que usaban a mi hija para tapar la otra relación del padre. Y como por si fuera poco, la abuela de mi hija, comentó en la calle que ella sabía quienes eran sus hijos porque los había parido pero que de nietos no le hablaran porque ella habia aceptado a mi hija en su casa porque su hijo habia dicho que era de él, porque sino, ella no tenía manera de comprobarlo. Toda esta situación me tiene muy mal, no solo por mi, lo aseguro, sino, por las expresiones que se han hecho de mi nena, que es inocente de todo lo que pasa a su alrededor.
Yo no quiero pintarme como la buena y él el malo porque me engañó. Quise muchas vecs separar la relación de padres de la nuestra, pero siempre, al terminar la relación de pareja, él me manipulaba con la niña y yo terminaba accediendo a sus peticiones. Hubo oportunidades en que mi hija estuvo hospitalizada y pedía verlo. Lloraba por él. Y aunque yo lo llamaba y le enviaba mensajes de texto para decirle, él no aparecía y la única vez que lo hizo (a la 1 de la mañana), tuve que ir a buscarlo porque según él, no podía caminar. Cuando lo encontré estaba borracho y vestido con un uniforme de juego. Después que se acabo la parranda, fue que se acordó de la niña y aún así, tuve que ir a buscarlo a su casa para que pudiera mi hija estar con él.
No soy víctima ni pretendo serlo, pero aunque se que él tiene derechos sobre mi hija y que mi hija lo ama, no creo que ningún tribunal ni juez en el mundo, pueda arrancarme a mi hija de los brazos después de todo el amor que le he dado y de todos los sacrificios que he debido hacer para hacerla una niña feliz.
Se que esta situación escapa de mis manos. Al menos, el orgullo no me permitirá rogarle a este señor para que pase tiempo con mi hija. Si tuvo la desfachatez de decir que la busco y yo le pegué y no le permiti verla, no quiero ni imaginarme cuanto más podrá inventar para hacerse la victima y decir que no le permito pasar tiempo con ella. Creo que lo mejor que le ha pasado es haberse separado de mi, pues así, tiene la excusa perfecta para no hacerse responsable de mi hija.
Pero la verdad, no es eso lo que me perturba, sino, el bienestar de mi hija. La trato con mucho amor y trato de complacerla en todas sus peticiones, aunque con carácter para que no sea una nena caprichosa, pero lo único que mi dinero no ha podido ni podrá comprar, es un padre que la ame como ella lo merece y eso, me aterra.
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