Hola, me llamo Victoria, tengo 16 años y soy de Buenos Aires. Les voy a contar una historia de cuando era chica, del jardín. La publico psicología porque es lo que mas se asemeja. No la cuento en páginas de secretos y confesiones porque todas son de temática sexual y la historia no va a eso.
Cuando era chica no me gustaba para naaaada el jardín, iba con cara de culo y salía con cara de culo.
Como no me gustaba, yo tenía un método para escapar de ahí, 100% efectivo. Me hacía caca encima para que llamaran a mi mamá y me tuviera que ir a buscar. Pis no, porque me daba vergüenza que todos vieran la mancha en el pantalón. La señorita me preguntaba porque no le había avisado que quería ir al baño y yo ponía excusas, como que me daba vergüenza o que no había aguantado. Hasta los 3 años me cambiaban y después llamaban a mi mamá, después ya no me cambiaban, solo llamaban a mi mamá y me hacían esperar ahí. Era el crimen perfecto: Yo me hacía caca, iba corriendo a decirle a la maestra y me llevaban a la recepción, llamaban a mi mamá y me dejaban esperando ahí (sin cambiarme) hasta que mi mamá llegaba. Me cagaba a pedos y había que volver caminando y toda cagada, pero yo feliz por haber salido del colegio. Es mas, durante el día, yo trataba de no ir a hacer caca, para que me den ganas en el jardín. Una o dos veces por semana hacía esto, insoportable para mi vieja y las pobres maestras. Sabían que no tenía ningún tipo de problema porque fuera del colegio no lo hacía.
Un día, yo estaba en sala de 5, ya tenía 6 años porque cumplo en Julio. Ese día estaba siendo particularmente malo porque había faltado mi única amiga de ese momento. Estaba aburrida y solo contaba los segundos para la hora de salida o para que me den ganas de ir al baño. Al cabo de un rato, me empieza a doler un poco la panza. Yo ya me sentía victoriosa. Hice fuerza y se me escapó un poco de pis (aunque solo se me mojó un poquito la bombacha), entonces decidí esperar a que me doliera mas la panza, así no tenía que hacer tanta fuerza y no corría el riesgo de hacerme pis encima. Al cabo de unos 15 minutos me dolía considerablemente la panza. Entonces me relajé para dejarlo salir. Apenas hice un poco de fuerza, empezó a salir todo, mas de lo que yo esperaba, tanto que sentía como la bombacha se me iba inflando. Había un espejo grandísimo que ocupaba una pared entera, dónde yo siempre me miraba para fijarme de no tener ninguna mancha. Cuando fui a fijarme, tenía un bulto considerablemente grande en la cola. Nunca me había pasado eso, ni tampoco manchas. En ese momento me di cuenta que si alguien me veia se iba a dar cuenta al toque de lo que había hecho. No le fui a decir a la maestra por miedo a que alguien me viera, así que tomé la decisión de quedarme así por el resto de la mañana. Para que nadie me vea, no se me ocurrió mejor idea que sentarme en el piso y ponerme a jugar con unos bloques. Se empezó a sentir un olor asqueroso. Una nena vino y me preguntó si yo me había hecho caca encima, que tenía mucho olor. Le dije que no y se fue. Cuando sonó el timbre para ir al recreo, me paré para salir y vi lo obvio. Una mancha marrón giante en la pantalón gris. Me senté de nuevo. Cuando la mestra vio que yo no salía con todos los otros nenes, vino y me preguntó que pasaba. Cuando sintió el olor se dio cuenta y me dijo que por qué no le había avisado. Me cagó a pedos aprovechando que los otros nenes estaban en el recreo, que a los 6 años no me podía hacer caca encima (y la verdad que tenía razón) y menos a propósito para salir del jardín. Le conté los sucesos previos y me hizo pararme para salir al patio mientras esperaba a mi mamá. Crucé todo el patio llorando con un pantalón cagado mientras todos los nenes me miraban y se reían, porque el acto era mas que obvio. Volvimos al aula y unos nenes vinieron a cargarme, entonces la maestra gritó "Dejenlá a Victoria que se hizo caca encima". A los 5 minutos llegó mi vieja y me fui. Ese día quedé traumada y dije que no lo iba a hacer nunca más. Al otro día, todos los nenes me preguntaban si me había hecho caca encima y no me quedaba otra que decirles que si, y después me cargaban, que tenía que ir a salita de dos, que me pusiera pañales, etc. Con eso quedé mas traumada, pero creo que aprendí la lección. Para agrandar el trauma, en segundo grado una vez me hice pis encima y nadie me podía ir a buscar y, si bien la maestra me cambió la bombacha ya que yo siempre llevaba una de repuesto, me quedé todo el día con el pantalón pillado, ¿A que viene esta historia? A que recién volviendo de bailar me hice caca encima. Aguanté todo el viaje en colectivo, bajé y no pude mas. Me dio vergüenza pero después me hizo acordar a esos momentos de la infancia y me iba riendo sola. Así que eso, llegué, me cambié y me puse a escribir esto. Son las 8:30, me voy a dormir, chau.
