¡hola!
Yo no soy psicóloga o psiquiatra ni nada parecido, pero te daré mi modesta opinión por mi experiencia. Yo empecé a tener obsesiones a los 11 años y este año, si Dios quiere, cumpliré 46. Hace 13 años, a raiz de un trastorno de ansiedad tremendo que tuve, me diagnosticaron trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Tuve después otra recaída y, luego otra, hace dos años y medio y desde entonces no dejado la medicación. Ahora llevo dos meses y miedo con mucha angustia por los pensamientos obsesivos. La psicóloga que me trata a mí me decía hace unos días que es un trastorno perfectamente estudiado, que el hecho de que te angustie tanto algo es porque es imposible que puedas hacerlo, que es un trastorno de angustia. Lo que es cierto es que se pasa realmente mal. Ayer fui al psiquiatra y me ha mandado unas pastillas, además de las que ya tomo. Yo, como te he dicho antes, sólo te puedo hablar de mi experiencia. Llevo ya muchos años luchando contra esta enfermedad; hasta hace poco pensaba: ¿para qué luchar, si no la voy a poder vencer?; da igual, hay que luchar sin bajar en ningún momento la guardia, aunque haya rachas en que sólo sea por sobrevivir porque tenemos sólo una vida y tendremos que disfrutarla lo más posible. Ve cuanto antes al psicólogo y él te aconsejará también ir al psiquiatra. Marta, mi psicóloga, me decía el otro día, "tú piensa que los pensamientos, por muy angustiosos que sean, son sólo pensamientos, no es algo real." Aunque la medicación no nos cure completamente la enfermedad, alivia muchísimo los síntomas. Pide ayuda cuanto antes, ya verás cómo notas una gran mejoría. Yo, cuando tuve el trastorno de angustia tan terrible hace 13 años, pensaba que me había vuelto loca, lo pasé fatal y, sin embargo, después del primer mes de medicación, había mejorado muchísimo. Sobre las palabras contra Dios, te entiendo perfectamente porque yo soy creyente (por lo que comentas, me imagino que tú también crees en El) y me pasaba lo mismo y, aunque hablé con un sacerdote que conozco y me dijo que no hiciera caso de ello, que a mucha gente le pasaba, dejé de ir a comulgar porque luego me quedaba fatal).
Espero haberte ayudado, aunque sólo sea un poco. Te deseo mucha suerte y, sobre todo, no dejes de luchar. Un fuerte abrazo.