Hola a tod@s. Os cuento mi experiencia, si alguien quiere opinar me parece bien y lo agradezco, aunque más que nada lo hago para desahogarme un poco.
Hace tres años que estamos juntos. Yo soy una chica bastante conservadora, vamos que me educaron para que fuera muy cuadriculada. Él lo contrario, bohemio, artista, derrochador, casi criado él mismo, sin nadie que le dedicase tanto tiempo a la educación como hicieron conmigo.
Empezamos a salir hace 3 años, nos conocíamos de tiempo atrás y yo lo tenía como un superman, tan educado, inteligente y atlético...qué alegría me dio el día que se me declaró! Por aquel entonces vivía con unas amigas, quedábamos a diario, siempre como un pincel de limpio y bien vestido, vamos el amor de mi vida.
Los problemas empezaron un año más tarde de empezar, cuando tuve que mudarme durante una temporada con mi familia, a una media hora de camino. Discutíamos más a menudo, supongo que porque cuando pasa el tiempo ya no lo ves tan perfecto todo, pero lo sobrellevábamos bien. Un día me dijo que se iba un par de días a otra ciudad, como una escapada, que vería a algunos amigos allí y se despejaría un poco. Al principio me pareció bien pero una vez partió me recorrió la peor de las sensaciones y cuando volvió, al par de días me confesó que se había liado con una amiga de internet de esa ciudad. Me destrozó el corazón, lo pasamos fatal y me pidió llorando perdón, no dejamos el contacto, quedábamos para hablar y al par de meses de su insistencia retomamos la relación.
Si he de ser sincera me costó la misma vida volver a confiar en él. Le espiaba su correo y el móvil, tuve yo sola que superarlo porque él se limitaba a decirme que si habíamos vuelto era con la condición que yo volviera a confiar en él, sin reproches. Nos fuimos a vivir juntos y cuando llegamos a los dos años también empecé a trabajar en la empresa donde él, gracias a que fue él quien me avisó de la vacante. Poco a poco parecía todo perdonado, pero ya nada volvió a ser lo mismo, siempre quedaba ahí algo de desconfianza, además ya se me cayó el velo que me cegaba, me di cuenta que no era tan educado, que poco a poco mis opiniones, mi genio, mi personalidad ya estaban en un segundo plano, siempre prevalecía él, tenía hasta el piso decorado según sus gustos, me había vuelto como aquellas mujeres negadas a las que siempre había criticado. Un día, por casualidad vi que había vuelto a mantener el contacto con esta chica por internet, le dije que lo quería dejar pero me pidió perdón y según el cortó la comunicación. Hace un par de días vi que una chica de 19 años con la que coincidió en un curso le envía mensajes cariñosos, fatal.
Así que he aquí mi dilema moral:
Contras: maleducado, soberbio, dejado, se duerme durante toda la tarde y por la noche metido en internet, uñas y dientes a menudo sucios, nunca admite una crítica, una vez me fue infiel y a veces veo que aunque no se repita tampoco hace nada para mantener la distancia las niñas (el tiene 26), al menos vía internet y móvil. Derrocha todo su sueldo para él y los suyos (me incluyo).
Pros: le quiero le quiero y le quiero, aunque a veces le odie por sus comentarios hirientes, le quiero. Es un oso amoroso dando abrazos, a diario me dice lo guapa que soy y lo mucho que me quiere. A menudo me compra cosas y siempre que lo he necesitado ha estado ahí, salvo cuando es un problema entre los dos...