Mucho cuidado
Mucho cuidadito. No quiero asustarte, pero te contaré brevemente mi caso. Cuando decidí separarme, mi hija acababa de cumplir 1 año, le había dado el pecho hasta los 8, y ante una restructuración laboral en mi empresa, decidí acogerme al paro para poder cuidar a mi hija el primer año. Es decir, mi hija y yo estábamos juntas todo el día. Yo también traté de ser buena, y le dejaba llevarse a la niña para ver a su madre, quien me echó de casa por su orgullo herido al enterarse que rechazaba a su hijo favorito.
Un domingo por la mañana se la llevó para ver a su madre y no volvió por la noche. Le llamé desesperada, pero me colgaba diciéndome que se lo había recomendado su abogada para poder conseguir quitarme a la niña y que no iba a ver a la niña más. Puse denuncias, pero ante falta de convenio regulador, el derecho de tener a la niña es de los dos por igual, así que no había delito. Un mes después (sí, un mes sin poder tener a mi hija, sólo visitarla bajo vigilancia y sin saber por qué) salió un juicio urgente para medidas provisionalísimas en el que dijeron que se habían llevado a la niña porque yo la maltrataba y la tenía desnutrida (mi hija tenía sobrepeso por esa época) e incluso se atrevieron a insinuar abusos sexuales. Tras pasar por el médico forense del juzgado, interrogatorio del fiscal de menores, se dictaminó que no era cierto y que mi hija estaba sana y la había cuidado bien. Me otorgaron la custodia después de demostrar que tenía medios económicos para sacarla adelante, apoyo familiar, y un techo donde vivir (renuncié al piso en común, se vendió y repartimos el dinero; me fui con mi familia unos meses y luego de alquiler)
Su comportamiento no tuvo consecuencias, ya que la ley protege al que actúa frente a un posible maltrato, y el juez dijo que pensaba que le padre había actuado de buena fe.
Insisto, mucho cuidado, no creamos que por ser las madres tenemos nada ganado.