Trataré de irme rápido, porque si no los temas que voya tocar dan como para un libro.
Primero, ¿eso que sientes te motiva, te da impulso o te frena y te hace quedarte quieto?
Aparentemente es lo segundo (si no es así no vale la pena seguir leyendo el presente), supongamos desde esa base que eso que sientes te provoca un problema. Puede ser que el problema no sea lo que sientes sino lo que haces con lo que sientes.
De hecho, salvo que reencarnes y además con consciencia plena de tu vida pasada, todos estamos viviendo el final de los tiempos al menos en lo que respecta a nuestra propia y muy corta vida. Además todos, cuando adolescentes, estamos incoformes con el orden establecido y queremos cambiarlo. Si tienes suficiente fuerza en el corazón, suficiente coraje y compromiso puede que no sólo lo sientas durante toda la vida sino que encuentres maneras de propiciar ese cambio.
Perdón, me regreso. ¿Qué haces con lo que sientes? ¿Estás tratando de encontrar la verdad ulterior, el sentido de la vida? ¿Estás estudiando, con libros serios (de los que encontrarías en una biblioteca de universidad, por poner un filtro) todos estos asuntos? Sabiendo que todos vamos hacia un mismo destino ¿estás vinculándote con tus hermanos (todos) y aprovechando que es la última oportunidad de vivir?
Ahora bien, si nunca has podido vivir con tranquilidad y felicidad, de forma creativa y fecunda. Si los esfuerzos que has hecho para hacerlo han fracasado y estás al punto de pensar qué es imposible... Entonces debes darle una oportunidad a la hipótesis de que hay algo mal en lo que estás sintiendo. Puede ser producto de la educación que recibiste, puede ser resultado de problemas que no has resuelto, puede ser que tu percepción esté alterada, puede ser que tu mente ha debido funcionar así por no funcionar como funcionan las de los demás que no sienten eso. Si, y sólo si, no te gusta vivir así. Si así no has podido fabricarte a ti mismo una vida que te haga ser feliz, puede que necesites arreglarlo.
Los caminos pueden ser varios. Puede ser que tu representación interna del mundo esté basada en el pensamiento mágico, que sigas viendo una vida llena de misterios y poderes ultraterrenos porque nunca has tenido a mano (o no has querido recibir) otra explicación del mundo, en cuyo caso alejarse de charlatanes y estudiar un poquito de filosofía, ciencia y filosofía de la ciencia te lo resuelva. Puede ser que tengas algún trastorno, incluso por un desbalance de sustancias en el cerebro, si es así un psiquiatra lo puede resolver. Puede que tu cerebro esté conformado así (TEA, psicosis, paranoia...) en cuyo caso entre psiquitra y psicólogo te pueden dar una gran ayuda, terapias, ejercicios... Puede que te hayas fabricado una elaborada serie de excusas para no enfrentar al mundo, que tus incertidumbres se las achaques a las incertidumbres del medio y no propias, en este caso ya sería directo con el psicólogo. Puede que seas flojo, ególatra, inculto, resentido y otras ternezas por el estilo y no has querido, en toda tu vida, enfrentar tus problemas, ya sea solo o buscando la ayuda (ayuda seria, no charlatanes que crean lo mismo que tú y prefieras imaginar un mundo catastrófico por no resolver tus propias catástrofes.
En fin, si no estás feliz, y quieres encontrar una felicidad genuina, interna, libre, que sea capaz de lidiar con la realidad tienes que hacer algo y desafiarte a ti mismo.
Nota: Si el texto al que respondo proviniera de un adolescente, que está conformando su personalidad y su representación interna del mundo el comentario sería muy diferente, sería muy probable que se tratar de una crisis existencial de un joven inteligente, humano y profundo.