Os voy a contar mi experiencia

La verdad empiezo esta nota sin realmente saber si la terminaré, si la estructuraré bien para que se me comprenda pero sí que lo hago con toda la intención de que a alguien le sirva.

Soy el tercero de tres hermanos, todos varones y ya he alcanzado la treintena. En mi casa no ha habido problemas económicos, al menos graves y nos han educado con correctitud, sabiendo valorar que las cosas cuesta esfuerzo conseguirlas y una larga lista de valores que debo de agradecer en especial a mi madre.

Mis padres se divorciaron tras 20 años de matrimonio y las razones exactas nunca se nos plantearon a los hijos y sinceramente nunca nos ha preocupado. Con el tiempo mi madre conoció a otra persona y aunque al principio nos costó mucho asimilarlo a día de hoy puedo decir que fue la mejor decisión que tomó mi madre en su día.

Al aparecer esta persona la actitud de mi padre fue la de manipular a sus hijos contra mi madre, cosa que, me arrepiento de hacer caso aunque he de decir a mi favor que tenía 12 años. Mi hermano mayor se fue a vivir con mi padre y después yo tomé esa decisión porque sabía que el mediano vendría. Primaba para nosotros la unión de los hermanos.

Mi padre empezó a salir con una señora estupenda, viuda, con un hijo de mi edad, hicimos migas pero al final acabó saliendo con su jefa, digamos que lo más parecido a Cruella Deville. Mi padre nos prometió a los hijos volver a vivir juntos en la casa que habíamos crecido pero al conseguir la titularidad del piso lo vendió y se fue a vivir con su actual mujer, dejando fuera de sus planes a mi hermano mayor. Yo entonces tenía 13 años.

Mi hermano mayor era un apasionado del vuelo libre, en concreto del ala delta. Estudiaba para piloto y como mi padre no le ayudaba en nada trabajaba como podía para pagarse esos estudios tan caros. Un 19 de marzo de 1995 tuvo un accidente de vuelo y se nos fue para siempre. Las intrigas entre las posesiones de mis padres, el daño que se nos hizo fomentó la unión entre hermanos, en especial con él, a pesar de que tenía 9 años más que él. A mi me pilló con 15 años, en la adolescencia, en pleno cambio, el mundo se me iba abajo. Dejé de ser un estudiante medio a ser malo. A los dos meses mi padre me puso en la calle porque no contaba para su nueva mujer.

Se me vino el mundo abajo. Tuve que esperar dos días para estar con mi madre porque ella no estaba en la ciudad. A mi padre no le importó donde fui a dormir aquellas dos noches ni lo que hice. Era todo tan seguido... Al mediano se lo quitó de en medio pronto, con su primer trabajo le obligaba a llenar la cesta de la compra, el depósito de su coche una vez al mes y pagar la comunidad de vecinos cuando nunca mi padre ha tenido estrecheces económicas. Al final, ante esta presión, mi otro hermano se fue.

Cada día recuerdo a mi hermanico, el que me llevaba con él a esquiar, el que iba a ver los domingos como volaba con su ala en el cielo. Sigo soñando que me viene a buscar a la puerta del instituto con su coche, me alienta saber que está bien, que no sufrió, que sucedió haciendo lo que él quería, que se fue estando en paz con todos... y han pasado tantos años y está tan tan tan y tan presente... Yo no tengo hijos pero un sobrino mío se llama como él y tienes muchas cosas de él. Es tan bello verles crecer, darse cuenta uno cuando aún es joven, que la vida sigue y nos da miles de oportunidades...

Desde aquellos días no dudo en llorar y en sonreír, en dedicar un pensamiento para él cada vez que sale. Alguna pareja me dijo que debía emanciparme de esa idea de tenerlo tan presente cuando han pasado tantos años. Ha pasado de ser mi hermano mayor a ser mi hermano pequeño, solo que no puedo darle consejo. Él se quedó en sus 24 y yo sigo avanzando.

Lo que sí me duele es ver que mi madre sigue sin poder dormir bien, viene unos días a mi ciudad a visitarme y le escucho chillar en la otra habitación con sus pesadillas. Tener nietos le ha alegrado muchísimo la vida pero está claro que nada consuela el dolor de la pérdida de un hijo. Por eso muchos tienen razón que no hay nada peor que la pérdida de alguien que ha salido de tus entrañas, algo que podré hacerme una idea pero que realmente no voy a poder jamás comprender.

También me duele que los conflictos familiares con mi padre han seguido su curso todos estos años, desde la boda mi hermano mediano, como mi cambio de ciudad o cualquier otro acontecimiento familiar siempre torpedeado por su mujer, que se dedica a sacarle todo el dinero. La última noticia que sé es que parece que al final los hijos nos vamos a tener que hacer cargo de él porque se dejó todo el dinero en ella y... si ella le pide el divorcio se queda sin nada (y se encuentran muy distantes).

¿Con esto qué pretendo? Pretendo mostraros que aunque mi camino no es de rosas y para aquellas personas que han perdido esos seres que lo son todo para nosotros que la vida sigue. Sí, que fácil es decirlo, no? Hay que hacer un enorme esfuerzo de reacomodo de los objetivos que tiene uno en esta vida, de sus planes sin renunciar jamás al recuerdo ni a tener presente a esa persona que jamás se ha ido y que está en nuestro pensamiento constantemente.

También quiero mostrar con este ejercicio que es imposible olvidar a alguien si realmente le hemos amado y hemos recibido su amor porque ese poder que tiene el amor es infinito y se queda latente en las personas y en las cosas a pesar del paso destructor del tiempo. Aún cuento bromas y chistes que él me contaba aquellos años, uso a diario algunos de sus objetos personales, de vez en cuando releo sus cartas, miro sus fotos y hasta guardo ropa que aún mantiene el aroma de mi hermano.

He aprendido a valorar más y a despreciar más. Es lo que llamo yo aprender a separar la paja del grano, que personas nuevas que aparecen en tu vida merecen la pena y quienes no; qué cosas de la vida merecen la atención, saber disfrutar de pequeños placeres que otros toman como cotidianos.

Y sobre todo y ante todo siento que no soy un desgraciado por haber perdido prematuramente, en la flor de la vida a un ser tan cercano y querido si no todo lo contrario. Siento que soy un enorme afortunado por haber disfrutado de esos pocos pero intensos años con esa persona, haber sentido su calor y amor... y que precisamente los desgraciados han sido los que no le pudieron ver ni conocer.

Hoy hubiera cumplido 41 años y lo llevo en mi corazón. Los que estéis en esta situación o en alguna de estas fases... os doy todo mi apoyo y comprensión. Llorad, sonreid, gritad.... VIVID!!! Haced con vuestra vida como esa persona que os ama hubiera querido que lo hicierais y nunca jamás en vuestra vida dejéis una oportunidad para hacer las paces, estar a bien con vuestra gente y mostrar amor.

El amor es lo más maravilloso del mundo, lo más agradable de dar y de recibir. No seais mezquinos con eso.

Un abrazo muy fuerte a tod@s