En respuesta a fina_5871023
Animo amiga
Si crees que tu vida termina con la muerte, lo que piensas, sientes y haces no tiene sentido. Todo concluye en la incoherencia, en la desintegración.
Si crees que tu vida no termina con la muerte, debe coincidir lo que piensas con lo que sientes y con lo que haces. Todo debe avanzar hacia la coherencia, hacia la unidad.
Si eres indiferente al dolor y el sufrimiento de los demás, toda ayuda que pidas no encontrará justificación.
Si no eres indiferente al dolor y sufrimiento de los demás, debes hacer que coincida lo que sientes con lo que pienses y hagas para ayudar a otros.
Aprende a tratar a los demás del modo en que quieres ser tratado.
Aprende a superar el dolor y el sufrimiento en ti, en tu prójimo y en la socidad humana.
Aprende a resistir la violencia que hay en ti y fuera de ti.
Aprende a reconocer los signos de lo sagrado en ti y fuera de ti.
No dejes pasar tu vida sin preguntarte: ? ¿quién soy ??.
No dejes pasar tu vida sin preguntarte: ?¿hacia dónde voy ??
No dejes pasar un día sin responderte quién eres.
No dejes pasar un día sin responderte hacia donde vas.
No dejes pasar una gran alegría sin agradecer en tu interior.
No dejes pasar una gran tristeza sin reclamar en tu interior aquella alegría que quedó guardada.
No imagines que estás solo en tu pueblo, en tu ciudad, en la Tierra y en los infinitos mundos.
No imagines que estás encadenado a este tiempo y a este espacio.
No imagines que en tu muerte se eterniza la soledad.
Manuel Hidalgo
elmensaje@msn.com
Gracias
Querido amigo,
ante todo mil gracias por tomarte el tiempo de responderme, y con esas palabras tan bonitas, sabias y sinceras. Realmente yo siempre he asumido el papel de animar a los que tengo alrededor, y probablemente les hubiera dicho lo mismo que me has comentado tú a mí.
Mi problema es que soy muy inestable: de pronto la fe da sentido total a mi vida, y me desvivo por hacer felices a los demás, pero luego me vienen momentos de bajón en los que se remueven los cimientos que lo sustentan todo (me temo que mi fe es más débil de lo que me gustaría).
Y claro, en esos momentos no puedo evitar pensar que, tal vez, cuando trato de desvivirme por los demás sea un modo de no hacer frente a mi propia vida, sin estar pendiente de los otros.
Por otra parte, me da por pensar que quizás, inconscientemente, me aferro a la religión para que algo dé sentido a lo que hago, pues de otro modo, nada valdría la pena.
Además, me planteo también que quizá mi trato hacia los demás es meramente egoísta, porque busco en ellos el cariño y la valoración que yo no soy capaz de darme a mí misma.
Supongo que esto es una crisis temporal, pero me da miedo porque no es la primera vez que me pasa todo esto por la cabeza, y yo no puedo seguir planteándome mi vida con tanta inestabilidad emocional.
Hoy por hoy, me miro y creo haberme vuelto alguien apático, sin valores ni ideales por los que luchar. Todo es ponerse y plantearse las cosas, pero me siento bastante perdida. Qué triste...
En fin, siento haberme puesto tan dramática, pues no es agradable tener al lado a una persona que todo lo ve en negativo.
Por eso, mil gracias por tu atención y tu cariño. Cuídate. **Besos**
