Buenas,
Os escribo porque hace cosa de un mes dejé a mi novia porque tenía un jaleo en mi cabeza enorme. Ella es una persona de mucho carácter (aspecto que, en cierta manera me encanta, pero claro hay momentos en los que también perjudica). El tema es que yo tengo 27 y ella 26. Hace cosa de dos meses salió un tema de conversación un tanto escabroso (me dijo que no quería tener hijos nunca... y yo hasta entonces nunca me lo había planteado). La cosa es que me dio para pensar mucho, pensaba que la vida sin hijos sería un poco triste, al estar solos, que me gustaría vivir esa experiencia de tener un hijo (me da igual adoptado que no), etc.
En definitiva, que la dejé por eso. Ahora ya ha pasado algo más de un mes, y aunque me he distraído con una escapada de viaje, conciertos y muchas quedadas con mis amigos (nunca había quedado tanto, la verdad) con planes divertidos, pues ha ido pasando más o menos.
El problema es que sigo acordándome de ella muchísimo, y no de la manera en la que debería de hacerlo. Noto que la quiero, sé que ese problema es muy grave, pero a veces me da por pensar que es la chica de mi vida y que es una tontería dejar a alguien por algo que aún no quiero (aunque puede que algún día sí, lo de tener hijos). El tema es que eso de tener hijos debe de ser una gran felicidad, pero yo la quiero a ella más que a nada, y cada día que pasa descubro un poco más lo tonto que fui por dejarla pasar.
De todas formas, si vuelvo con ella (y ella quiere, claro está... que habría que verla, ya que le he hecho mucho daño) debo de saber que renuncio a tener un hijo en mi vida.
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