Me deja, me busca y me vuelve a dejar. ya no puedo más.
Ya no puedo más con la dependencia psicológica y afectiva que tengo con mi novio. Volvemos y terminamos cada dos meses, me deja cuando quiere, me hace sentir siempre culpable de todo lo mal de la relación y vivo con miedo constante a que me deje, porque siempre ante el más minimo disgusto, termina conmigo. Ya no sé si me quiere o solo se divierte conmigo, si tiene otra mujer, vivo aterrorizada pensando cuando me dejará, la última vez que terminó conmigo fui fuerte y pasé un mes sin buscarlo pero volvió a rogarme que le diera una oportunidad, y otra vez me ha dejado, mi autoestima está por el suelo, y lo más triste es que no me imagino con otra persona e idealizo todas las cosas hermosas que viví con él, porque sí, al principio fui muy feliz. Creo que no volveré a enamorarme, fue mi primer amor, y pasé a su lado 4 años hermosos, pero el último ha sido un verdadero infierno.
Ver también
Puede que vuelva solo por...
solo por sexo, eso es lo que pienso, por eso vuelve!!
Acabo de salir de una realción y me lo vengo venir, siempre pasa lo mismo, después de un tiempo vuelven a buscarnos, pero desgraciadamente creo que la mayoria de las veces es solo por sexo. Ojalá tu caso no fuera asi, pero piensa en lo que te ha dicho chicalibra91, posiblemente es asi, nosotras les acostumbramos mal y luego creen que pueden disponer de nosotras a su antojo. Realmente es que son muy penosos la mayoria de los hombres, si!!
Si
Lee atentamente esta oración y haz lo que te dice sin ignorar los pasos que te pide seguir, porque si no solo obtendrás los resultados contrarios de lo que pidas . Piensa en la persona con la que quieres estar y di su nombre para ti 3 veces. Piensa en lo que quieres que ocurra con esta persona en la siguiente semana y repítelo para ti 6 veces. Ahora piensa en lo que quieres con esa persona y dilo una vez. y ahora di.. Rayo de luz yo te invoco para que desentierres a YDJCR de donde este o con quien este y le hagas llamarme hoy mismo enamorado y arrepentido. Desentierra todo lo que esta impidiendo que YDJCR venga a mi MAMG. Aparta a todos los que contribuyan a que nos apartemos y que el no piense mas en otras mujeres que solo piense en mi MAMG Que el me llame y me ame. gracias, gracias por tu misterioso poder que siempre cumple con lo que se le pide. Luego tienes que publicar la oración tres veces, en tres sitios diferentes. Suerte.
Si
Lee atentamente esta oración y haz lo que te dice sin ignorar los pasos que te pide seguir, porque si no solo obtendrás los resultados contrarios de lo que pidas . Piensa en la persona con la que quieres estar y di su nombre para ti 3 veces. Piensa en lo que quieres que ocurra con esta persona en la siguiente semana y repítelo para ti 6 veces. Ahora piensa en lo que quieres con esa persona y dilo una vez. y ahora di.. Rayo de luz yo te invoco para que desentierres a YDJCR de donde este o con quien este y le hagas llamarme hoy mismo enamorado y arrepentido. Desentierra todo lo que esta impidiendo que YDJCR venga a mi MAMG. Aparta a todos los que contribuyan a que nos apartemos y que el no piense mas en otras mujeres que solo piense en mi MAMG Que el me llame y me ame. gracias, gracias por tu misterioso poder que siempre cumple con lo que se le pide. Luego tienes que publicar la oración tres veces, en tres sitios diferentes. Suerte.
Por favor es increible que a estas alturas se burlen de la gente que sufre con estas tonterías. Coge un poco de seriedad.
Puede que vuelva solo por...
solo por sexo, eso es lo que pienso, por eso vuelve!!
Acabo de salir de una realción y me lo vengo venir, siempre pasa lo mismo, después de un tiempo vuelven a buscarnos, pero desgraciadamente creo que la mayoria de las veces es solo por sexo. Ojalá tu caso no fuera asi, pero piensa en lo que te ha dicho chicalibra91, posiblemente es asi, nosotras les acostumbramos mal y luego creen que pueden disponer de nosotras a su antojo. Realmente es que son muy penosos la mayoria de los hombres, si!!
No, ya ni sexo teniamos. Apesar de eso me buscaba y me decia que me amaba. Eso me hacia pensar en que de verdad sentia cosas por mi.
Es largo, pero vale la pena leerlo hasta el final
Un día nos quieren y otros no. Al final, una desearía no haberlos conocido.
Es como la historia de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Si bien no hay asesinatos, la autoestima suele quedar bastante herida.
Por un lado, Jekyll es capaz de estar un mes o más tiempo en campaña para que salgan con él. Llama casi todos los días para lograr su objetivo y puede llegar a ser el hombre más encantador del mundo, mientras nos mira con ojos de enamorado, hasta que
No se sabe si fue algo que se dijo, algo que se hizo o si el clima y la alineación de las estrellas habrán influido. Lo único claro es que aparece Mr. Hyde, con su actitud de yo no te conozco, casi castigando a la mujer que osó creer que él podría estar interesado en algo serio con ella. Otras veces, simplemente desaparece durante semanas para luego regresar a tierras conocidas, con la misma cara de siempre, como si esto del ir y venir fuera parte de su naturaleza humana, de su especie que parece ser una diferente a la nuestra.
Es un demente para algunas, un ser que se quiere dejar en el olvido lo antes posible. Es el hombre ambivalente que describe la terapeuta Rhonda Findling en su libro No le llames. Según la norteamericana, este tipo de hombres:
1.- Le dice a una mujer que la ama, para luego comenzar una relación con otra. Aún así, algunos temerarios insisten en que quieren estar con una, pese a estar con otra u otras.
2.- Constantemente le expresa a una mujer que la echa de menos, pero por algún extraño motivo nunca tiene tiempo para verla.
3.- Al día siguiente de haber salido con él y de haber sentido una gran conexión, actúa de manera distante y formal.
4.- Nunca llama cuando afirma que lo hará y cancela las citas que ha acordado.
5.- Suele llegar siempre atrasado o derechamente dejar plantada a su víctima.
6.- Se le distingue por tener una facilidad envidiable para esfumarse por semanas, y luego reaparecer sin arrugarse.
Desde la perspectiva psicológica, la ambivalencia es un estado de ánimo, transitorio o permanente, en el que coexisten dos emociones o sentimientos opuestos, como lo explica la Real Academia. Dicho de otro modo, se refiere a personas que un día dicen que nos quieren y al otro desaparecen de la escena, que tras mostrar todas las señales de interés, reaccionan casi como ofendidos cuando la mujer los encara.
El peligro está en que, como explica Findling, este tipo de hombres puede hacer que una mujer se sienta rechazada o abandonada, afectando su autoestima al verse a sí misma como la más reprochable del mundo, ya que algo muy atroz debió haber dicho o hecho como para que terminaran escapando así de ella.
El miedo a perder a ese hombre nos lleva, a su vez, a aferrarnos todavía más a él y no dejar de llamarlo y perseguirlo () Puesto que no entendemos su actitud impredecible, empezamos a dar vueltas a todo lo ocurrido con él para averiguar qué es lo que debemos haber hecho mal. Nos autocensuramos por haber dicho o hecho cosas por las que normalmente no nos disculparíamos y que, sin embargo, ahora nos hacen sentir tremendamente culpables, cosa que como ya se puede imaginar representa un craso error.
Ambivalencia literaria
Yo volví andando a casa y no me preocupó cómo volvía ella a la suya. Simplemente me marché. Después añadió: Es muy extraño... Me refiero a que la chica me gustaba, me gustaba de veras. Y en aquel momento me harté de ella. Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides.
¿Qué lleva a un hombre a comportarse como un demente?
Otra mujer, miedo al compromiso, problemas de confianza que lo llevan a jugar con otras personas de la misma forma que alguna vez jugaron con él, dice Fernando (26) y no difiere mucho de lo que explica la terapeuta, quien achaca este comportamiento a un serio problema de inmadurez de alguien que ve a la mujer como una extensión de sí mismo en vez de un ser aparte, por lo que espera de ella satisfaga sus necesidades emocionales, sexuales o económicas.
Pero le entra el pánico cuando se ve demasiado implicado en una relación, se siente engullido por una mujer por la que se siente atraído, y para aliviar esa ansiedad, se distancia o desaparece () Hará todo cuanto sea necesario para no tener que soportar el terror y la vergüenza de su propia vulnerabilidad, afirma Findling.
Hay que ser realistas y aceptar la vieja verdad universal de que un hombre no cambiará, ni por arte de magia ni por nosotras. Así que nada de jugar a las psicólogas. Lo único que se puede hacer es recomendarle que visite a un profesional que lo ayude con sus problemas de seguridad y confusión emocional. Y lo más importante: hacerse a un lado, para no terminar igual de insegura que él. Pero cuidado con las recaídas. Mr. Hyde suele regresar al escenario del crimen.
Es largo, pero vale la pena leerlo hasta el final
Un día nos quieren y otros no. Al final, una desearía no haberlos conocido.
Es como la historia de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Si bien no hay asesinatos, la autoestima suele quedar bastante herida.
Por un lado, Jekyll es capaz de estar un mes o más tiempo en campaña para que salgan con él. Llama casi todos los días para lograr su objetivo y puede llegar a ser el hombre más encantador del mundo, mientras nos mira con ojos de enamorado, hasta que
No se sabe si fue algo que se dijo, algo que se hizo o si el clima y la alineación de las estrellas habrán influido. Lo único claro es que aparece Mr. Hyde, con su actitud de yo no te conozco, casi castigando a la mujer que osó creer que él podría estar interesado en algo serio con ella. Otras veces, simplemente desaparece durante semanas para luego regresar a tierras conocidas, con la misma cara de siempre, como si esto del ir y venir fuera parte de su naturaleza humana, de su especie que parece ser una diferente a la nuestra.
Es un demente para algunas, un ser que se quiere dejar en el olvido lo antes posible. Es el hombre ambivalente que describe la terapeuta Rhonda Findling en su libro No le llames. Según la norteamericana, este tipo de hombres:
1.- Le dice a una mujer que la ama, para luego comenzar una relación con otra. Aún así, algunos temerarios insisten en que quieren estar con una, pese a estar con otra u otras.
2.- Constantemente le expresa a una mujer que la echa de menos, pero por algún extraño motivo nunca tiene tiempo para verla.
3.- Al día siguiente de haber salido con él y de haber sentido una gran conexión, actúa de manera distante y formal.
4.- Nunca llama cuando afirma que lo hará y cancela las citas que ha acordado.
5.- Suele llegar siempre atrasado o derechamente dejar plantada a su víctima.
6.- Se le distingue por tener una facilidad envidiable para esfumarse por semanas, y luego reaparecer sin arrugarse.
Desde la perspectiva psicológica, la ambivalencia es un estado de ánimo, transitorio o permanente, en el que coexisten dos emociones o sentimientos opuestos, como lo explica la Real Academia. Dicho de otro modo, se refiere a personas que un día dicen que nos quieren y al otro desaparecen de la escena, que tras mostrar todas las señales de interés, reaccionan casi como ofendidos cuando la mujer los encara.
El peligro está en que, como explica Findling, este tipo de hombres puede hacer que una mujer se sienta rechazada o abandonada, afectando su autoestima al verse a sí misma como la más reprochable del mundo, ya que algo muy atroz debió haber dicho o hecho como para que terminaran escapando así de ella.
El miedo a perder a ese hombre nos lleva, a su vez, a aferrarnos todavía más a él y no dejar de llamarlo y perseguirlo () Puesto que no entendemos su actitud impredecible, empezamos a dar vueltas a todo lo ocurrido con él para averiguar qué es lo que debemos haber hecho mal. Nos autocensuramos por haber dicho o hecho cosas por las que normalmente no nos disculparíamos y que, sin embargo, ahora nos hacen sentir tremendamente culpables, cosa que como ya se puede imaginar representa un craso error.
Ambivalencia literaria
Yo volví andando a casa y no me preocupó cómo volvía ella a la suya. Simplemente me marché. Después añadió: Es muy extraño... Me refiero a que la chica me gustaba, me gustaba de veras. Y en aquel momento me harté de ella. Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides.
¿Qué lleva a un hombre a comportarse como un demente?
Otra mujer, miedo al compromiso, problemas de confianza que lo llevan a jugar con otras personas de la misma forma que alguna vez jugaron con él, dice Fernando (26) y no difiere mucho de lo que explica la terapeuta, quien achaca este comportamiento a un serio problema de inmadurez de alguien que ve a la mujer como una extensión de sí mismo en vez de un ser aparte, por lo que espera de ella satisfaga sus necesidades emocionales, sexuales o económicas.
Pero le entra el pánico cuando se ve demasiado implicado en una relación, se siente engullido por una mujer por la que se siente atraído, y para aliviar esa ansiedad, se distancia o desaparece () Hará todo cuanto sea necesario para no tener que soportar el terror y la vergüenza de su propia vulnerabilidad, afirma Findling.
Hay que ser realistas y aceptar la vieja verdad universal de que un hombre no cambiará, ni por arte de magia ni por nosotras. Así que nada de jugar a las psicólogas. Lo único que se puede hacer es recomendarle que visite a un profesional que lo ayude con sus problemas de seguridad y confusión emocional. Y lo más importante: hacerse a un lado, para no terminar igual de insegura que él. Pero cuidado con las recaídas. Mr. Hyde suele regresar al escenario del crimen.
se parece tanto el personaje que tu describes! muchas gracias
que fin de semana mas tetrico. se acerca su cumpleaños y creo que no voy a poder superar su ausencia. Me quiero morir. Ayuda por favor.
Yo vivi algo similar
je lei tu historia y senti k estaba leyendo la mia, aunk en mi caso mi novia era la k me cortaba cuando se le antojaba, estoy escribiendo un blog por si te interesa visitarlo apenas lo voy empezando pero pondre como me sentia k fue lo k fue pasando y como pienso superarlo.
Saludos
http://recuperandotuidentidad.blogspo t.com/
Es largo, pero vale la pena leerlo hasta el final
Un día nos quieren y otros no. Al final, una desearía no haberlos conocido.
Es como la historia de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Si bien no hay asesinatos, la autoestima suele quedar bastante herida.
Por un lado, Jekyll es capaz de estar un mes o más tiempo en campaña para que salgan con él. Llama casi todos los días para lograr su objetivo y puede llegar a ser el hombre más encantador del mundo, mientras nos mira con ojos de enamorado, hasta que
No se sabe si fue algo que se dijo, algo que se hizo o si el clima y la alineación de las estrellas habrán influido. Lo único claro es que aparece Mr. Hyde, con su actitud de yo no te conozco, casi castigando a la mujer que osó creer que él podría estar interesado en algo serio con ella. Otras veces, simplemente desaparece durante semanas para luego regresar a tierras conocidas, con la misma cara de siempre, como si esto del ir y venir fuera parte de su naturaleza humana, de su especie que parece ser una diferente a la nuestra.
Es un demente para algunas, un ser que se quiere dejar en el olvido lo antes posible. Es el hombre ambivalente que describe la terapeuta Rhonda Findling en su libro No le llames. Según la norteamericana, este tipo de hombres:
1.- Le dice a una mujer que la ama, para luego comenzar una relación con otra. Aún así, algunos temerarios insisten en que quieren estar con una, pese a estar con otra u otras.
2.- Constantemente le expresa a una mujer que la echa de menos, pero por algún extraño motivo nunca tiene tiempo para verla.
3.- Al día siguiente de haber salido con él y de haber sentido una gran conexión, actúa de manera distante y formal.
4.- Nunca llama cuando afirma que lo hará y cancela las citas que ha acordado.
5.- Suele llegar siempre atrasado o derechamente dejar plantada a su víctima.
6.- Se le distingue por tener una facilidad envidiable para esfumarse por semanas, y luego reaparecer sin arrugarse.
Desde la perspectiva psicológica, la ambivalencia es un estado de ánimo, transitorio o permanente, en el que coexisten dos emociones o sentimientos opuestos, como lo explica la Real Academia. Dicho de otro modo, se refiere a personas que un día dicen que nos quieren y al otro desaparecen de la escena, que tras mostrar todas las señales de interés, reaccionan casi como ofendidos cuando la mujer los encara.
El peligro está en que, como explica Findling, este tipo de hombres puede hacer que una mujer se sienta rechazada o abandonada, afectando su autoestima al verse a sí misma como la más reprochable del mundo, ya que algo muy atroz debió haber dicho o hecho como para que terminaran escapando así de ella.
El miedo a perder a ese hombre nos lleva, a su vez, a aferrarnos todavía más a él y no dejar de llamarlo y perseguirlo () Puesto que no entendemos su actitud impredecible, empezamos a dar vueltas a todo lo ocurrido con él para averiguar qué es lo que debemos haber hecho mal. Nos autocensuramos por haber dicho o hecho cosas por las que normalmente no nos disculparíamos y que, sin embargo, ahora nos hacen sentir tremendamente culpables, cosa que como ya se puede imaginar representa un craso error.
Ambivalencia literaria
Yo volví andando a casa y no me preocupó cómo volvía ella a la suya. Simplemente me marché. Después añadió: Es muy extraño... Me refiero a que la chica me gustaba, me gustaba de veras. Y en aquel momento me harté de ella. Las vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides.
¿Qué lleva a un hombre a comportarse como un demente?
Otra mujer, miedo al compromiso, problemas de confianza que lo llevan a jugar con otras personas de la misma forma que alguna vez jugaron con él, dice Fernando (26) y no difiere mucho de lo que explica la terapeuta, quien achaca este comportamiento a un serio problema de inmadurez de alguien que ve a la mujer como una extensión de sí mismo en vez de un ser aparte, por lo que espera de ella satisfaga sus necesidades emocionales, sexuales o económicas.
Pero le entra el pánico cuando se ve demasiado implicado en una relación, se siente engullido por una mujer por la que se siente atraído, y para aliviar esa ansiedad, se distancia o desaparece () Hará todo cuanto sea necesario para no tener que soportar el terror y la vergüenza de su propia vulnerabilidad, afirma Findling.
Hay que ser realistas y aceptar la vieja verdad universal de que un hombre no cambiará, ni por arte de magia ni por nosotras. Así que nada de jugar a las psicólogas. Lo único que se puede hacer es recomendarle que visite a un profesional que lo ayude con sus problemas de seguridad y confusión emocional. Y lo más importante: hacerse a un lado, para no terminar igual de insegura que él. Pero cuidado con las recaídas. Mr. Hyde suele regresar al escenario del crimen.
Y cuidado cuando en el escenario no estás sola.... Rodéate de quienes te hagan bien, y no le permitas aparecer más.