Muy buenas a tod@s.
Desde que tengo uso de razón mi relación con mi madre se ha caracterizado por ser bastante hostil. Cuando era pequeña no hacía más que criticarme destructivamente cuando no hacía algo bien o, más bien dicho, porque no era la "niña perfecta" que ella quería tener. Estoy de acuerdo con que las madres juegan un papel muy importante en la corrección de sus hijos, pero no deben hacerlo a base de insultos, como lo hacía la mía, que siempre me llamaba inútil, manos de trapo, ñoña y mil cosas más. A esto se le añade que, cuando yo era pequeña, como era bajita y gordita, todas las niñas del colegio se burlaban de mi, y cuando salía llorando del colegio y le contaba todo a mi madre me mandaba a tomar puñetas y me decía que me fuera a jugar con el resto de niños de mi edad. Y todo esto lo hacía porque le encantaba quedarse marujeando con las madres de las niñas que se burlaban de mi en el parque a la salida del colegio, ya que para ella eran más importantes sus "amigas marujas". Para mi era un auténtico suplicio tener que aguantar tantas horas en la calle después del colegio sufriendo humillaciones mientras mi madre estaba tan tranquila cotilleando y comiendo pipas sentadaza en un banco. El caso es que, unos cuantos años más tarde, harta de los insultos y las burlas de uno de los hijos de las amiguitas de mi madre, le dí un bofetón tan fuerte que hizo que este niño fuera llorándole a su madre. La reacción de mi madre en ese momento fue de lo más surrealista que os podáis imaginar. Me pegó delante de ese niño por haberle pegado yo a él y me castigó, y todo por complacer a su "amiga". Años más tarde esa amiga y otras muchas más dejaron de hablarle a mi madre de repente (según ella), aunque ella siempre me culpó a mi de eso por el guantazo que le dí al hijo de una años atrás (surrealista, lo sé).
En fin, a medida que fueron pasando los años y fui adentrándome en la adolescencia mi relación con ella fue empeorando porque empecé a responderle a todos sus insultos. Cuando me decía que era ... ñoña, inútil, etc, le contestaba: es que me parezco a ti, y claro, el hecho de que yo ya no me quedara callada ni me pusiera a llorar como hacía de pequeña debió de descolocarle mucho, porque estuvo a punto de mandarme a un internado por mal comportamiento.
El caso es que todo esto me llegó a marcar mucho. Hizo que yo me volviera una persona muy retraída y desconfiada, y las amenazas de mi madre a encerrarme en un internado me llevaron a ser una persona muy sumisa y a aguantar malos tratos por parte de mucha gente. Gracias a Dios todo esto lo acabé superando y a día de hoy me valoro mucho a mi misma y no dejo que la gente me pisotee tan fácilmente, pero al mismo tiempo que yo he ido evolucionando y creciendo como persona el repertorio de comentarios destructivos e hirientes de mi madre también ha ido a mayores.
Durante unos cuantos años la cosa ha estado muy calmada entre nosotras porque he estado estudiando y trabajando fuera, pero ahora me he quedado en paro y he tenido que regresar a mi casa, y para mi está siendo lo peor. Mi madre aprovecha cualquier momento para sacarme de mis casillas y hacerme llorar. Si contesto un poco seria, enseguida me salta: "Con ese mal genio que tienes no me extraña que te hayan echado del trabajo. Seguro que hablabas así de mal a tus jefes y por eso te han mandado a tomar por saco".
Hace unos años tuve un novio pero no me fue bien con él. Pues cada dos por tres me mete el dedo en la yaga haciendo alusión a este tema: "No me extraña que estés tan sola. No te va a querer nunca nadie porque eres insoportable". Y además, como llevo ya unos años soltera y las hijas de mi edad de muchas conocidas suyas ya se están casando, ha llegado a decirme (y no sólo ella, esto también me lo ha dicho mi padre): "Hija, a ver si bajas tus exigencias porque no eres la Miss Universo. Además, con tu mal carácter deberías de dar gracias a Dios porque un chico se atreva a acercarse a ti." Vamos, lo más.
Yo casi siempre intento no hacer caso a sus impertinencias, pero hay días que por mi problema de no encontrar trabajo estoy muy baja de moral, y esos días son los que me busca y me encuentra. Esos días la contesto y ella empieza a expulsar por su boca todo ese veneno que tiene dentro y no sé cómo no la ha hecho enfermar. Me dice que soy más mala que un demonio, que si llega a saber antes de parirme que yo iba a ser así se habría clavado un cuchillo en la tripa, que desde que he nacido le he hecho mucho daño porque por mi culpa ha perdido amistades (y me saca en cara lo del puñetazo del niño que he comentado al principio) y estuve a punto de hacer que mi padre se divorciara de ella (lo cual es mentira, porque mi padre casi se divorcia de ella porque se lió con otra), que tengo aires de grandeza y no valgo un pimiento, que no tengo novio y me lo merezco, y que está harta de mi. Yo, llegadas a este punto, siempre le contesto lo mismo. Le digo que estoy harta de que sólo me diga cosas feas, que me hubiera gustado mucho haber tenido una madre que de vez en cuando me hubiera dado su apoyo, que considero que he sido muy buena hija porque nunca me metí en problemas serios, y siempre fui muy buena estudiante (me premiaron y todo por mis buenas notas en Bachiller y salí en el periódico local y todo), y a cambio de todo eso sólo he recibido insultos, desprecios, más insultos y más desprecios por su parte, y que está consiguiendo que la aborrezca y un día no muy lejano me va a haber perdido para siempre como hija. Y después de que yo le digo todo esto, ella siempre me contesta: "Me da igual que no quieras saber nada de mi y que no me quieras, porque de una persona como tú no puede salir nada bueno y no quiero que me quieras porque me das ASCO. Me da asco que hayas salido de mis entrañas".
¿Alguien podría explicarme qué le he podido hacer yo a mi madre para que me odie tantísimo? A pesar de todo y de lo harta que me tiene, me resulta muy desagradable percibir tanto odio y tanta ira por su parte. Llegué a pensar y todo que lo mismo yo era el fruto de una violación o algo, pero no es nada de eso. No lo entiendo.
