Tranquilízate, no has hecho nada malo...
No sé hasta que punto es la gravedad de las cosas que te obligan hacer tus suegros, pero en cualquier modo, nadie tiene porqué obligarte a nada y mucho menos sentirte mal contigo misma. Todas tenemos alguna rencilla que nuestras suegras (es ley de vida ;>. Pero en muchas ocasiones vale la pena, hacerse la tonta, esa es mi táctica. "Te dije que pasaras por no sé donde a recoger no sé qué"; - "Ay,pues se me olvidó, es que llevo un ajetreo en el trabajo que casi no tengo tiempo para nada..." (y de paso dejas caer, que por eso no vas con frecuencia a verlos).
De normal, nosotras tenemos las que perder frente a nuestras suegras, y es lógico... a mi, si mi marido viene y me cuenta no sé qué de mi madre que si es así, o asá, aunque sea verdad, jamás le daría la razón y defendería a mi sangre... jejeje Así que una solución, la mía, es "si no puedes con el enemigo, únete a él". Por ejemplo, yo de vez en cuando, paso por cas de mi suegra a ver como están y eso. La mujer se queda contenta y yo desquiciada; pero en fin, es lo que hay. (Encima no para de hablarme de la ex de mi marido, y eso que no la puede ni ver, pero me pone de los nervios, porque chica, borrón y cuenta nueva, digo yo!). En fin, mi solución es esa, tila y de visita. El otro día me la llevé al supermercado, más bien se autoinvitó, pues nada, entramos cada una a coger unas cosas y por diferentes pasillos, la mujer contenta porque la llevé a ella y a la compra a casa, y mi marido super contento de ver lo bien que nos llevamos, jejeje. Y cuando diga tu suegra algo que no te viene, desconecta, y luego le dices que tienes tapones en las orejas, que tendrás que ir al otorrino, jejeje.
Tu no te sulfures y búscale el lado divertido. Funciona! Yo las primeras semanas de casada lloraba todas las noches, porque encima viene todas las mañanas a casa, a cotllear si he echo la cama o tango por planchar o algo, pero ahora me da igual. Nunca le he dicho a mi marido que le diga su madre que le deculva las llaves ni nada de eso, simplemente, si quiero a mi marido, en el lote venía la suegra!