Hola!
A ver qué pensáis sobre esto...
Mi novio y yo llevábamos casi tres años, desde el principio una historia muy bonita y difícil a la vez. Nos conocimos en un momento en el que yo me iba a un país y el a otro. Fue tal nuestra alegría al habernos encontrado que decidimos seguir cada uno con sus planes pero continuar con lo "nuestro". A mi el enamoramiento y otras cuestiones de mi vida (relaciones pasadas chungas, etc) me causaron ansiedad y miedos, esto ha hecho que nuestra relación fuese difícil siempre.
Sin embargo, yo nunca huí, e incluso me lié la manta a la cabeza y me encajé en Bruselas para vivir con él sin apenas conocerlo (con dos ovarios y ole) después de haber estado haciendo prácticas yo en Irlanda. No sabía NADA de francés y fue durísimo. Allí se me disparó la ansiedad e incluso tuve que ir a un psicólogo (de habla hispana por supuesto, a ver cómo me comunicaba yo en francés), que me prohibió literalmente dejarlo con él en seis meses (yo siempre quería huir). Estaba realmente mal. Pero no lo hice, y me recuperé, y entonces decidimos venirnos a Madrid a vivir porque sus padres tenían una casa y no teníamos que pagar alquiler. Así que para empezar estaba bien.
Aquí en Madrid hemos tenido que buscarnos la vida sin tener nada: ni amigos, ni trabajo, ni metas (él y yo estamos más perdidos que el barco del arroz en nuestra vida). Por sobrevivir el está trabajando en un empresa de atención telefónica con horario de mañana y yo dando clases por la tarde. Creo que podéis haceros a la idea de cómo ha sido nuestro año y medio en Madrid.
Yo no hacía nada más que trabajar y estar en casa. Al trabajar con niños no podía hacer amigos. Sé que cometí un error al encerrarme en mi burbujita porque era lo más cómodo. Pero así no era feliz. Internamente le culpaba a él y a la relación por cortarme las alas. Pero tampoco hacía nada. Nuestro tiempo juntos no era de calidad en los últimos meses. Perdimos mucho la comunicación, la complicidad... el se encerraba cada vez más en su mundo, y yo empecé a agobiarlo un poco con lo de "pasar tiempo de calidad juntos" porque intuía que esto se estaba yendo al garete.
Desde octubre pasado hemos estado así. Hasta que después de la navidad yo venía con fuerzas renovadas, dispuesta a hacer cosas, a comerme Madrid.... cuando él de repente me suelta que no sabe que le pasa, que está bloqueado, que cree que quiere dejarlo, pensar... Toma ya. Le pregunto si hay otra y me dice que no. Yo le creo porque le conozco y nos contamos todo y él es muy bueno y muy íntegro.
Yo en Madrid, con una coneja, sí, una coneja que me regaló él en verano....es lo único que tengo mío. Ala.
A estas que me voy a casa de una conocida polaca que es genial y nos hemos hecho superamigas (sin la coneja, la coneja se quedó allí, encima voy a ir cargando con la coneja que no es enana, es una gran coneja de campo). Durante las semanas siguientes nos llamábamos y demás... y él tiene la feliz idea de que como no es feliz sin mi y hay cosas que tienen que cambiar en nosotros, que me busque un piso, que vivamos separados, y que nos fuéramos viendo poco a poco a ver qué tal. Acepto el trato a regañadientes. Pero pienso que es bueno para los dos.
Ahí voy yo. Buscando habitación por Madrid sin saberme mover y con lo grande que es Madrid. Él me paga la fianza y me deja su ordenador portatil (es mi indemnización, ejjejej), os he dicho que es un cielo.
Pos nada.... esta situación ha durado un mes. Nos hemos una vez o dos veces por semana. Días muy buenos y otros malos porque él estaba rayao. Me llamaba todos los días...
Y hace una semana, quedamos para cenar el sábado como de costumbre... él todo rayao... y ya en un bar a las 2 de la mañana me suelta que no podemos seguir así, que lo que tenga que ser será, pero que esta situación (que él mismo ha buscado)... pos nada. Yo to digna le digo: me pienso emborrachar. No solté ni una lágrima. Y él se queda conmigo. Llego a casa y me pongo a llorar como una magdalena por los rincones.... trinco una botella de whisky y le doy un trago a ver si me anestesio... duermo como una bendita esa noche.
Al día siguiente me despierto y le llamo "ven, por favor" le digo... él viene a mi casa y yo estoy todo el día llorando y llorando, y él casi no decía nada, sólo que era lo mejor, que ya no sentía lo mismo. Que no estaba ni en crisis interna ni nada (yo pienso que sí: está en una casa de sus padres, con un curro que no le satisface y cobrando una miseria y tiene 30 tacos). Que era mejor así.
Él me pregunta que si nos llamamos y eso y yo le dije que nanai. Que no (No me da la gana que tenga lo bueno de mi como amiga cuando yo le quiero de otra manera).
Su hermana me ha dicho que cuando lo ha visto estaba triste, pero que él decía que sentía que era lo que tenía que hacer.
Una semana aguantando, llorando por los rincones, leyendo de todo en los foros sobre relaciones, libros...
Y nada... hoy le he llamao pa ver qué tal todo... y todo sigue igual. Dice que él ya no sentía lo que tenía que sentir... que tiene el mundo patas arriba, que está como si estuviese mudando de piel. Pero se mantiene firme en esto.
Y aquí estoy yo, hecha un mojoncito y soltandoos un tostón a quien me quiera leer...
No es más que una de tantas historias, pero era MI historia, y tenía que desahogarme.
¿Qué pensais de todo esto? De él, de nosotros?
Muchas gracias, de verdad, por estar ahí.Es
Mostrar más