Te explico como lo hice
Los niños nos prueban, ellos quieren algo e intentan conseguirlo por diversos métodos.
Los padres somos los que hemos de juzgar qué es lo que les damos y qué no, y ser absolutamente inflexibles.
Si ante una cosa que nosotros no ueremos dar o hacer el niño hace una rabieta todos lo prueban un día u otro nosotros cedemos, lo que le queda al niño es que para conseguirlo debe hacer una rabieta.
Parece duro pero hay que actuar exactamente en sentido inverso, si decimos no y el niño hace la gran patalete, hay que dejar que la haga (procurar que no rompa nada) y sobre todo no concederle el deseo, ni siquiera si cambia de estrategia y nos lo pide bién, que sino llegaría a la conclusión de que cuando quiere un helado, primero hay que pedir, dicen no, luego hacer una pataleta, vuelven a decir no y finalmente se vuelve a pedir y entonces te lo conceden.
También es cierto que es necesario que si hacen algo que se puedan hacer daño o nos agreden, se den cuenta de que nos hemos enfadado nunca. Hay que hacer algo que no haríamos nunca por otras causas, por pesado que se ponga el niño: el enfado gordo es contra la violencia contra las cosas, las personas o sí mismo.
No hace falta zurrarles, a mi hija con llamarle "fea" con voz de trueno, ya había bastante. Ten en cuenta que se ponóia a llorar como una magdalena y no le hacía ningún caso, y ella lo notaba, la dejaba llorar hasta que se cansaba.
Que le cueste hablar no quiere decir, como bien te han dicho, que no entienda. Se le puede decir algo, bien clarito y mirándolo, y seguro que lo entiende aunque le convenga hacer ver que no, que todos lo hacen inconscientemente.
A mi hija también le costó hablar, hasta que un día empezó y no ha callado. Tenemos problemas pero son de un cariz muy distinto (tengo una conversación abierta en el foro de adolescentes)
Has de ser muy firme y dura, pero no le has de pegar ni asustar.
Saludos.