Un adiós a una bonita relación
Hola usuarios,
Sé que quizás no muchos me leerán y sé que quizás mi historia es muy trillada, solo quiero deshogarme en algún lado, y escribir mi historia de amor, a la persona que sigo amando pero eventualmente, dejaré de amar.
Brevemente mi contexto. Soy una persona con ascendencia oriental (ambos padres son de un país asiático), nací en México, y me crié, estudié y trabajo en el mismo país de nacimiento. Desde pequeño como a muchos de los chicos de la primera generación que nacen aquí, hemos sufrido de alguna forma un poco de racismo y discriminación, el proceso de aprendizaje del español, en mi caso fue mi complicado, pero con el paso del tiempo y eventualmente, aprendí rápidamente y es ahora mi lengua principal, aunque sigo comunicandome con mi familia, mi lengua madre.
Desde hace unos años, después de algunas relaciones de pareja que fracasaron (todas las chicas de México), llegué a una conclusión que quizás sea errónea, pero por la experiencia de vida, el paso de los años, concluí que mi pareja ideal debía ser una persona igual que yo, de la misma ascendecia que yo, que haya sufrido lo mismo que yo sufrí cuando era un simple niño, que fueramos hijos de padres migrantes que sufrieron mucho y le dedicaron horas extras en el trabajo, que tuvieramos la misma base cultural, que hablaramos el mismo dialecto familiar, ese listado de requisitos que me impuse, hizo que pasará muchos años sin tener pareja, y que viviera por muchos años, soltero.
Antes de conocer a ella, estuve saliendo con una mexicana que trabajaba en el mismo lugar que yo, quise flexibilizar mi listado e intenté en tener varias citas y conocerla. Duramos 3 meses saliendo, y ella insistía que fuéramos ya novios formales, pero muy en el fondo de mi corazón, no quería, porque me di cuenta que éramos personas súper distinta, ella muy religiosa, conservadora, de muchos gustos que chocaban, que no toleraba mi forma de pensar, de mis pésimos chistes malos, algunos negros, etc. Entonces decidí concluir esa relación.
Pasaron unos 6 meses, cuando por una reunión de amistades, decidimos bajar una aplicación famosa de citas en internet. SIempre me había negado bajarlo porque pensaba que era muy tonto utilizar esas herramientas. Al final accedí porque unos de mis amigos me convenció diciendo que quizás podría encontrar a esa chica que tanto buscaba, que cumpliera mi caprichoso listado de requisitos.
Pasaron solamente dos días, cuando la encontré. Supé al instante que ella tenía potencial para ser mi pareja, entonces iniciamos la conversación, y quedamos en salir dos semanas después de haber conectado con ella. En la primera cita, nos vimos en una avenida muy conocido de la ciudad, yo estaba en la otra esquina frente a ella. No sé si al inicio de conocerla y saber del contexto donde ella venía, y que estaba cumplieando gran parte de mis exigencias, la idealicé desde un principio. Al verla por primera vez, el primer pensamiento que me vino fue: " ella es".
Tuvimos varias citas, y como en cualquier tipo de relación, todo fue color de rosa, los momentos fueron tan intensos, que pensabamos que estabamos totalmente destinados a estar juntos el resto de nuestras vidas. Al tercer mes de salir, decidimos conocer a nuestras familias, y todo parecía ir de maravilla, sus padres como los míos estaban contentos de que nos habíamos encontrado.
Ambos veníamos de una relación complicada por las diferencias, aunque ella venía de una relación mucho más larga, y solo había pasado medio año de su terminación, creo que desde ahí habíamos comenzamos con el pie izquierdo, porque sabía que quizás no había sanado por completo. Pero aún así me arriesgué y quise aún así intentarlo, pequé de ingenuidad quizás.
Al tercer mes de conocernos, decidimos formalizar nuestra relación, y rápidamente vivir juntos, ahí fue donde aprendí a vivir con alguien más, después de haber estado por muchos años soltero y tener un estilo de vida totalmente distinta. Ahí fue cuando aprendí a comenzar a amar a alguien. Todo parecía que iba bien en la relación, nunca vi ninguna señal de advertencia de que algo estuviera mal, quizás en el fondo de mi corazón me negaba aceptar que quizás la dinámica de esta relación no eran tan buena como yo había idealizado.
Cumplimos un año de habernos conocido hace unas semanas, ella estaba de viaje con su mejor amiga en la capital del país. Estuvo allá tres semanas, viviendo con ella, porque se habían alejado mucho, y yo sin dudar, no tuve inconveniente de que se fuera para que estuviera allá y pasaré tiempo de calidad con ella. Estuvimos en comunicación diaria por teléfono y mensajes. En esas tres semanas, me costó muchísimo trabajo asimilar la distancia que teníamos, pero aún así conté los días para que regresará a casa, y estuviera aquí conmigo, aprendí lo que era la paciencia y no dejarme llevar por la frustración.
Eventualmente regresó, en la misma noche, me dijo que tenía que hablar conmigo, ahí supe que iba a ser una noche larga y triste. Me contó que en una fiesta que asistió, besó a un extraño, y se dio cuenta ahí que los sentimientos que tenía hacía mí, ya no los tenía, se dio cuenta que no teníamos una conexión real, que no nos comunicabamos como deberíamos, que nunca lo había hecho en sus relaciones pasadas, y que era la primera vez que pasaba.
Estaba en total shock, y no puedo admitir que fuera verdad, lloré mucho, de impotencia, porque había destruído el hogar qu habíamos construido con esfuerzo, los muebles, nuestra mascota. Pensé que era un mal sueño y deseaba de todo corazón que fuera mentira todo esto. En noviembre, tenía planeado darle el anillo de compromiso y pedirle que fuera mi esposa en una noche de estrellas, quería que viéramos juntos la vía láctea y ahí pedirle bajo la luz de las estrellas que fuera mi compañera de vida.
Todo eso quedo al olvido, destruído, y con un momento de desesperación mía, le pedí que intentaramos nuevamente e iniciar de cero. Claramente, de su parte, me pedía perdón, pero que no estaba bien continuar la relación, tomó este decisión de manera unilateral. Quizás algún día entenderé las razones del fracaso de esta relación, pero ahora que todavía es reciente, creo que sigo nublado con esto, abrumado por la tristeza.
Siempre intenté ser un buen novio, comprensivo, dispuestos a escuchar, apoyar en superar sus miedos, sus fantasmas. Al final creo que en la relación yo la amaba más de lo que ella me amaba, siempre fue un tema complejo para mi, y terminé aceptando esa realidad para poder seguir adelante con la relación. No sé si esa decisión fue errónea. No sé si fui el mejor novio del mundo, pero todas esas promesas, se rompieron y no vislumbro todavía mi futuro.
Pensé en verdad que ella sería la madre de nuestros hijos, pensé en verdad que iba a ser mi compañera de vida y envejecer juntos, pensé en verdad que podríamos triunfar juntos en esta vida tan gris.
Lo siento por haber extendido esto, solo fue mi momento de desahogo, se que quizás mis ideas no estén de la mejor manera plasmada, pero solo quería compartir este dolor a anónimos.
Sé que superaré esto y conoceré mucha gente nueva, sé que algún día encontraré a esa chica que pueda amar con intensidad como ella a mí. Solamente el dolor que siento ahora mismo, quiero que desaparezca. Pero tomo mi momento de duelo con sabiduría y seguir adelante. Creo a veces que el Karma vino por mí como en la forma que terminé la otra relación.
La vida puede ser injusta, pero creo que la vida es la vida, no hay bien ni mal, ni justicias e injusticias. Es una realidad que debo aceptar.
Amen a sus parejas, den todo para que funcione, que el fracaso de las relaciones amosoras, sean parte de la vida, de aprendizaje, nos ayudará a redescubrir quiénes somos y qué queremos en la vida. Reconectarno con nuestros amigos y familia.
De corazón, gracias por leer.
Ver también
OMG!!! Jamas he escuchado a un hombre tan real y tan bonito de expresarse por la mujer que tuvo, el karma existe, y créeme que las personas nos sorprenden y nunca terminamos de concoerlas, a mi me pasó en mi caso, que mi pareja a pesar de la distancia me daba mucho amor y yo lo rechazaba y ahora me toca asumir, mi relación se enfrió porq él estaba lejos y yo en otro lado y conocí a un chico de mi trabajo y no valoré al que estaba dandome amor en su momento y ahora me arrepiento, pero por algo pasan las cosas... déjame decirte que tarde o temprano se dará cuenta de lo q perdió y será demasiado tarde... tienes que seguir y asumir todo, vendran mas personas, mas gente, mas amores, no es tarde, tú puedes!
Hola usuarios,
Sé que quizás no muchos me leerán y sé que quizás mi historia es muy trillada, solo quiero deshogarme en algún lado, y escribir mi historia de amor, a la persona que sigo amando pero eventualmente, dejaré de amar.
Brevemente mi contexto. Soy una persona con ascendencia oriental (ambos padres son de un país asiático), nací en México, y me crié, estudié y trabajo en el mismo país de nacimiento. Desde pequeño como a muchos de los chicos de la primera generación que nacen aquí, hemos sufrido de alguna forma un poco de racismo y discriminación, el proceso de aprendizaje del español, en mi caso fue mi complicado, pero con el paso del tiempo y eventualmente, aprendí rápidamente y es ahora mi lengua principal, aunque sigo comunicandome con mi familia, mi lengua madre.
Desde hace unos años, después de algunas relaciones de pareja que fracasaron (todas las chicas de México), llegué a una conclusión que quizás sea errónea, pero por la experiencia de vida, el paso de los años, concluí que mi pareja ideal debía ser una persona igual que yo, de la misma ascendecia que yo, que haya sufrido lo mismo que yo sufrí cuando era un simple niño, que fueramos hijos de padres migrantes que sufrieron mucho y le dedicaron horas extras en el trabajo, que tuvieramos la misma base cultural, que hablaramos el mismo dialecto familiar, ese listado de requisitos que me impuse, hizo que pasará muchos años sin tener pareja, y que viviera por muchos años, soltero.
Antes de conocer a ella, estuve saliendo con una mexicana que trabajaba en el mismo lugar que yo, quise flexibilizar mi listado e intenté en tener varias citas y conocerla. Duramos 3 meses saliendo, y ella insistía que fuéramos ya novios formales, pero muy en el fondo de mi corazón, no quería, porque me di cuenta que éramos personas súper distinta, ella muy religiosa, conservadora, de muchos gustos que chocaban, que no toleraba mi forma de pensar, de mis pésimos chistes malos, algunos negros, etc. Entonces decidí concluir esa relación.
Pasaron unos 6 meses, cuando por una reunión de amistades, decidimos bajar una aplicación famosa de citas en internet. SIempre me había negado bajarlo porque pensaba que era muy tonto utilizar esas herramientas. Al final accedí porque unos de mis amigos me convenció diciendo que quizás podría encontrar a esa chica que tanto buscaba, que cumpliera mi caprichoso listado de requisitos.
Pasaron solamente dos días, cuando la encontré. Supé al instante que ella tenía potencial para ser mi pareja, entonces iniciamos la conversación, y quedamos en salir dos semanas después de haber conectado con ella. En la primera cita, nos vimos en una avenida muy conocido de la ciudad, yo estaba en la otra esquina frente a ella. No sé si al inicio de conocerla y saber del contexto donde ella venía, y que estaba cumplieando gran parte de mis exigencias, la idealicé desde un principio. Al verla por primera vez, el primer pensamiento que me vino fue: " ella es".
Tuvimos varias citas, y como en cualquier tipo de relación, todo fue color de rosa, los momentos fueron tan intensos, que pensabamos que estabamos totalmente destinados a estar juntos el resto de nuestras vidas. Al tercer mes de salir, decidimos conocer a nuestras familias, y todo parecía ir de maravilla, sus padres como los míos estaban contentos de que nos habíamos encontrado.
Ambos veníamos de una relación complicada por las diferencias, aunque ella venía de una relación mucho más larga, y solo había pasado medio año de su terminación, creo que desde ahí habíamos comenzamos con el pie izquierdo, porque sabía que quizás no había sanado por completo. Pero aún así me arriesgué y quise aún así intentarlo, pequé de ingenuidad quizás.
Al tercer mes de conocernos, decidimos formalizar nuestra relación, y rápidamente vivir juntos, ahí fue donde aprendí a vivir con alguien más, después de haber estado por muchos años soltero y tener un estilo de vida totalmente distinta. Ahí fue cuando aprendí a comenzar a amar a alguien. Todo parecía que iba bien en la relación, nunca vi ninguna señal de advertencia de que algo estuviera mal, quizás en el fondo de mi corazón me negaba aceptar que quizás la dinámica de esta relación no eran tan buena como yo había idealizado.
Cumplimos un año de habernos conocido hace unas semanas, ella estaba de viaje con su mejor amiga en la capital del país. Estuvo allá tres semanas, viviendo con ella, porque se habían alejado mucho, y yo sin dudar, no tuve inconveniente de que se fuera para que estuviera allá y pasaré tiempo de calidad con ella. Estuvimos en comunicación diaria por teléfono y mensajes. En esas tres semanas, me costó muchísimo trabajo asimilar la distancia que teníamos, pero aún así conté los días para que regresará a casa, y estuviera aquí conmigo, aprendí lo que era la paciencia y no dejarme llevar por la frustración.
Eventualmente regresó, en la misma noche, me dijo que tenía que hablar conmigo, ahí supe que iba a ser una noche larga y triste. Me contó que en una fiesta que asistió, besó a un extraño, y se dio cuenta ahí que los sentimientos que tenía hacía mí, ya no los tenía, se dio cuenta que no teníamos una conexión real, que no nos comunicabamos como deberíamos, que nunca lo había hecho en sus relaciones pasadas, y que era la primera vez que pasaba.
Estaba en total shock, y no puedo admitir que fuera verdad, lloré mucho, de impotencia, porque había destruído el hogar qu habíamos construido con esfuerzo, los muebles, nuestra mascota. Pensé que era un mal sueño y deseaba de todo corazón que fuera mentira todo esto. En noviembre, tenía planeado darle el anillo de compromiso y pedirle que fuera mi esposa en una noche de estrellas, quería que viéramos juntos la vía láctea y ahí pedirle bajo la luz de las estrellas que fuera mi compañera de vida.
Todo eso quedo al olvido, destruído, y con un momento de desesperación mía, le pedí que intentaramos nuevamente e iniciar de cero. Claramente, de su parte, me pedía perdón, pero que no estaba bien continuar la relación, tomó este decisión de manera unilateral. Quizás algún día entenderé las razones del fracaso de esta relación, pero ahora que todavía es reciente, creo que sigo nublado con esto, abrumado por la tristeza.
Siempre intenté ser un buen novio, comprensivo, dispuestos a escuchar, apoyar en superar sus miedos, sus fantasmas. Al final creo que en la relación yo la amaba más de lo que ella me amaba, siempre fue un tema complejo para mi, y terminé aceptando esa realidad para poder seguir adelante con la relación. No sé si esa decisión fue errónea. No sé si fui el mejor novio del mundo, pero todas esas promesas, se rompieron y no vislumbro todavía mi futuro.
Pensé en verdad que ella sería la madre de nuestros hijos, pensé en verdad que iba a ser mi compañera de vida y envejecer juntos, pensé en verdad que podríamos triunfar juntos en esta vida tan gris.
Lo siento por haber extendido esto, solo fue mi momento de desahogo, se que quizás mis ideas no estén de la mejor manera plasmada, pero solo quería compartir este dolor a anónimos.
Sé que superaré esto y conoceré mucha gente nueva, sé que algún día encontraré a esa chica que pueda amar con intensidad como ella a mí. Solamente el dolor que siento ahora mismo, quiero que desaparezca. Pero tomo mi momento de duelo con sabiduría y seguir adelante. Creo a veces que el Karma vino por mí como en la forma que terminé la otra relación.
La vida puede ser injusta, pero creo que la vida es la vida, no hay bien ni mal, ni justicias e injusticias. Es una realidad que debo aceptar.
Amen a sus parejas, den todo para que funcione, que el fracaso de las relaciones amosoras, sean parte de la vida, de aprendizaje, nos ayudará a redescubrir quiénes somos y qué queremos en la vida. Reconectarno con nuestros amigos y familia.
De corazón, gracias por leer.
El karma existe...vaya que si ¡¡¡
lo que pasa es que aunque casi todo el mundo asume que existe el karma ( o como cada uno lo quiera llamar) a la hora de la verdad, a la hora de accionar CASI nadie se para a pensar en las consecuencias de sus actos....y asi es como pasan las cosas que pasan....en fin.
Solo te deso lo mejor y que aproveches este momento para crecer como persona y como hombre.
Fuerza ¡¡
Hola usuarios,
Sé que quizás no muchos me leerán y sé que quizás mi historia es muy trillada, solo quiero deshogarme en algún lado, y escribir mi historia de amor, a la persona que sigo amando pero eventualmente, dejaré de amar.
Brevemente mi contexto. Soy una persona con ascendencia oriental (ambos padres son de un país asiático), nací en México, y me crié, estudié y trabajo en el mismo país de nacimiento. Desde pequeño como a muchos de los chicos de la primera generación que nacen aquí, hemos sufrido de alguna forma un poco de racismo y discriminación, el proceso de aprendizaje del español, en mi caso fue mi complicado, pero con el paso del tiempo y eventualmente, aprendí rápidamente y es ahora mi lengua principal, aunque sigo comunicandome con mi familia, mi lengua madre.
Desde hace unos años, después de algunas relaciones de pareja que fracasaron (todas las chicas de México), llegué a una conclusión que quizás sea errónea, pero por la experiencia de vida, el paso de los años, concluí que mi pareja ideal debía ser una persona igual que yo, de la misma ascendecia que yo, que haya sufrido lo mismo que yo sufrí cuando era un simple niño, que fueramos hijos de padres migrantes que sufrieron mucho y le dedicaron horas extras en el trabajo, que tuvieramos la misma base cultural, que hablaramos el mismo dialecto familiar, ese listado de requisitos que me impuse, hizo que pasará muchos años sin tener pareja, y que viviera por muchos años, soltero.
Antes de conocer a ella, estuve saliendo con una mexicana que trabajaba en el mismo lugar que yo, quise flexibilizar mi listado e intenté en tener varias citas y conocerla. Duramos 3 meses saliendo, y ella insistía que fuéramos ya novios formales, pero muy en el fondo de mi corazón, no quería, porque me di cuenta que éramos personas súper distinta, ella muy religiosa, conservadora, de muchos gustos que chocaban, que no toleraba mi forma de pensar, de mis pésimos chistes malos, algunos negros, etc. Entonces decidí concluir esa relación.
Pasaron unos 6 meses, cuando por una reunión de amistades, decidimos bajar una aplicación famosa de citas en internet. SIempre me había negado bajarlo porque pensaba que era muy tonto utilizar esas herramientas. Al final accedí porque unos de mis amigos me convenció diciendo que quizás podría encontrar a esa chica que tanto buscaba, que cumpliera mi caprichoso listado de requisitos.
Pasaron solamente dos días, cuando la encontré. Supé al instante que ella tenía potencial para ser mi pareja, entonces iniciamos la conversación, y quedamos en salir dos semanas después de haber conectado con ella. En la primera cita, nos vimos en una avenida muy conocido de la ciudad, yo estaba en la otra esquina frente a ella. No sé si al inicio de conocerla y saber del contexto donde ella venía, y que estaba cumplieando gran parte de mis exigencias, la idealicé desde un principio. Al verla por primera vez, el primer pensamiento que me vino fue: " ella es".
Tuvimos varias citas, y como en cualquier tipo de relación, todo fue color de rosa, los momentos fueron tan intensos, que pensabamos que estabamos totalmente destinados a estar juntos el resto de nuestras vidas. Al tercer mes de salir, decidimos conocer a nuestras familias, y todo parecía ir de maravilla, sus padres como los míos estaban contentos de que nos habíamos encontrado.
Ambos veníamos de una relación complicada por las diferencias, aunque ella venía de una relación mucho más larga, y solo había pasado medio año de su terminación, creo que desde ahí habíamos comenzamos con el pie izquierdo, porque sabía que quizás no había sanado por completo. Pero aún así me arriesgué y quise aún así intentarlo, pequé de ingenuidad quizás.
Al tercer mes de conocernos, decidimos formalizar nuestra relación, y rápidamente vivir juntos, ahí fue donde aprendí a vivir con alguien más, después de haber estado por muchos años soltero y tener un estilo de vida totalmente distinta. Ahí fue cuando aprendí a comenzar a amar a alguien. Todo parecía que iba bien en la relación, nunca vi ninguna señal de advertencia de que algo estuviera mal, quizás en el fondo de mi corazón me negaba aceptar que quizás la dinámica de esta relación no eran tan buena como yo había idealizado.
Cumplimos un año de habernos conocido hace unas semanas, ella estaba de viaje con su mejor amiga en la capital del país. Estuvo allá tres semanas, viviendo con ella, porque se habían alejado mucho, y yo sin dudar, no tuve inconveniente de que se fuera para que estuviera allá y pasaré tiempo de calidad con ella. Estuvimos en comunicación diaria por teléfono y mensajes. En esas tres semanas, me costó muchísimo trabajo asimilar la distancia que teníamos, pero aún así conté los días para que regresará a casa, y estuviera aquí conmigo, aprendí lo que era la paciencia y no dejarme llevar por la frustración.
Eventualmente regresó, en la misma noche, me dijo que tenía que hablar conmigo, ahí supe que iba a ser una noche larga y triste. Me contó que en una fiesta que asistió, besó a un extraño, y se dio cuenta ahí que los sentimientos que tenía hacía mí, ya no los tenía, se dio cuenta que no teníamos una conexión real, que no nos comunicabamos como deberíamos, que nunca lo había hecho en sus relaciones pasadas, y que era la primera vez que pasaba.
Estaba en total shock, y no puedo admitir que fuera verdad, lloré mucho, de impotencia, porque había destruído el hogar qu habíamos construido con esfuerzo, los muebles, nuestra mascota. Pensé que era un mal sueño y deseaba de todo corazón que fuera mentira todo esto. En noviembre, tenía planeado darle el anillo de compromiso y pedirle que fuera mi esposa en una noche de estrellas, quería que viéramos juntos la vía láctea y ahí pedirle bajo la luz de las estrellas que fuera mi compañera de vida.
Todo eso quedo al olvido, destruído, y con un momento de desesperación mía, le pedí que intentaramos nuevamente e iniciar de cero. Claramente, de su parte, me pedía perdón, pero que no estaba bien continuar la relación, tomó este decisión de manera unilateral. Quizás algún día entenderé las razones del fracaso de esta relación, pero ahora que todavía es reciente, creo que sigo nublado con esto, abrumado por la tristeza.
Siempre intenté ser un buen novio, comprensivo, dispuestos a escuchar, apoyar en superar sus miedos, sus fantasmas. Al final creo que en la relación yo la amaba más de lo que ella me amaba, siempre fue un tema complejo para mi, y terminé aceptando esa realidad para poder seguir adelante con la relación. No sé si esa decisión fue errónea. No sé si fui el mejor novio del mundo, pero todas esas promesas, se rompieron y no vislumbro todavía mi futuro.
Pensé en verdad que ella sería la madre de nuestros hijos, pensé en verdad que iba a ser mi compañera de vida y envejecer juntos, pensé en verdad que podríamos triunfar juntos en esta vida tan gris.
Lo siento por haber extendido esto, solo fue mi momento de desahogo, se que quizás mis ideas no estén de la mejor manera plasmada, pero solo quería compartir este dolor a anónimos.
Sé que superaré esto y conoceré mucha gente nueva, sé que algún día encontraré a esa chica que pueda amar con intensidad como ella a mí. Solamente el dolor que siento ahora mismo, quiero que desaparezca. Pero tomo mi momento de duelo con sabiduría y seguir adelante. Creo a veces que el Karma vino por mí como en la forma que terminé la otra relación.
La vida puede ser injusta, pero creo que la vida es la vida, no hay bien ni mal, ni justicias e injusticias. Es una realidad que debo aceptar.
Amen a sus parejas, den todo para que funcione, que el fracaso de las relaciones amosoras, sean parte de la vida, de aprendizaje, nos ayudará a redescubrir quiénes somos y qué queremos en la vida. Reconectarno con nuestros amigos y familia.
De corazón, gracias por leer.
Os fuisteis a vivir juntos demasiado pronto, erais dos desconocidos; y sí, vives en un país extraordinariamente racista. Lo siento, mi querido niño.