Aunque ya te han dado muy buenos consejos se me ocurre algo más.
El muchacho debe estar muy aburrido de la escuela, si bien la meta inmediata será que apruebe sus materias en extraordinarios va a quedar fuera de la universidad o de varias universidades. Creo que es más importante que seleccione sus estudios profesionales y la institución lo mejor posible a que no pierda el año. Si alcanzara y lograra a entrar a lo que ya querían pues qué maravilla, pero si no:
No se presionen demasiado, sobre todo económicamente, por meterlo a una universidad privada donde lo acepten después de los extraordinarios (repito, si es que eso no sería su elección habiendo terminado a tiempo).
No es mala idea que si no se matricula consiga un trabajo o aprenda idiomas o computación en estudios sin reconocimiento de validez oficial pero la idea que se me ocurre sería algo más.
Podría explorar sus campos interés. En universidades lo suficientemente grandes es fácil meterse de oyente y podría bastar con entrar al salón y pedirle permiso al catedrático. Podría hacerlo así para conocer más de las carreras de su interés. Podría apasionarse realmente por un campo de estudios y seleccionarla con una mejor idea. Esto podría darle toda la motivación que necesite no sólo para sacar esas materías de trámite. Además tendría una idea más real de lo que se trata, si aprovechando que se pierde un año se aseguran que concluya los estudios que empiece en el futuro habrán aprovechado mucho ese tiempo.
Una última reflexión. El muchacho ya es casi un adulto, debe participar cuanto se pueda en las decisiones, yo en lo particular lo dejaría en sus manos con la advertencia de lo que perdería si ustedes no están de acuerdo. Aunque los padres seamos apoyo incondicional de nuestros hijos es nuestra decisión en qué y para qué los apoyamos. Que entienda, no con sermones y regaños, lo que se está arriesgando a perder.