Chic@s necesito ánimos, estoy de bajón pero por fin mandé a paseo a mi ex

Hola a tod@s,

Llevo algún tiempo en el foro pero nunca había contado mi historia antes y ahora tengo la necesidad de sacármelo todo de dentro. Se me ha hecho muy largo el superarlo, casi un año, y eso es algo nuevo para mí que siempre estuve acostumbrada a pasar página sin muchos problemas.

Intentaré ser breve, salí con un chico durante unos 6 meses. Vivíamos en ciudades distintas pero yo ya tenía pensado mudarme a la suya por cuestiones laborales. Al principio todo genial, él parecía interesado y enganchado. Conectamos de maravilla, teníamos un montón de cosas en común y la química y pasión eran alucinantes. Él no dejaba de preguntarme cuando me mudaría y cuando le presentaría a mi familia y hasta llegó a ofrecerme trabajo en su empresa para que me mudara antes. Después de un par de meses de idas y venidas, la cosa empezó a cambiar. Él estaba hasta arriba con trabajo y empezó a descuidar el ponerse en contacto. Un fin de semana que fui a su ciudad sólo encontró unas pocas horas para pasar conmigo a pesar de que tenía el finde libre pero antepuso a sus amigos a mí y eso me sentó como una patada porque yo venía desde la otra punta del país y había cogido un avión durante tres horas para verle y a pesar de que le había avisado con antelación y le había llamado el día anterior para asegurarme de que estaba libre, él decidió hacer planes de última hora con sus amigos y quedar conmigo a las dos de la mañana del sábado. Le dije que no me había gustado nada su actitud y le recordé que yo no vivía a la vuelta de la esquina y que a sus amigos les podía ver cualquier otro día o incluso invitarme a ir con ellos, no me importaba. Lejos de entenderlo, me miró con cara de "ésta está loca" y me dió un montón de excusas, lo cual me enfadó más aún porque encima de que me tomaba por tonta me dí cuenta de que se las tenía preparadas, que estaba acostumbrado a dar excusas y explicaciones a las tías y cuando un tío hace eso es que está acostumbrado a tratar a las mujeres de cualquier manera y que ellas traguen todo lo que les echen.

La cosa siguió más o menos así un par de meses con él diciéndome que me echaba de menos y cuando me mudaba y bla, bla pero no llamándome a no ser que viera una perdida mía. Llegué a esperar hasta dos semanas en llamarle a ver si salía de él dar el primer paso y llamar, pero nada. Luego se fue un mes al extranjero de vacaciones y desapareció del mapa. Eso fue la gota que colmó el vaso. Cuando volvió nos vimos y le dije que no me gustaba su comportamiento, que a pesar de que decía que quería algo serio y que sentía pura pasión por mí, no me demostraba ningún interés y ya no aguantaba más. Otra vez recibí un montón de excusas como respuesta. Después de rogarme toda la noche, decidí darle la última oportunidad pero a la semana siguiente fue mi cumpleaños y, a pesar de que se lo había recordado dos días antes, no dió señales de vida. Eso fue el final, le dije que mejor éramos amigos y él me pidió que le llamara para tomar un café cuando estuviera por allí. Le contacté unos tres meses después cuando ya la cosa se había calmado algo. Me dijo que estaba encantado de tomar un café, que si seguía pensando mudarme y que le llamara el domingo que estaría libre. Así lo hice y me llevé un sorpresón.

Me dijo que le pillaba mudándose a la casa de su novia y que ya me contaría. Me llamó al día siguiente para "explicarse". Dijo que me había dicho de quedar el domingo porque pensaba terminar con la mudanza el sábado y tendría tiempo de verme pero que su "novia" le había pillado el móvil cuando llamé y le preguntó que quién era yo y le había tenido que decir que era una chica con la que estuvo un par de veces (por lo visto 6 meses de relación se llaman ahora así). Le pregunté por qué no me había hablado de ella y cómo tenía el morro de intentar quedar conmigo el mismo finde que se mudaba con ella a su casa. Me dijo que ella era "una" (palabras textuales) a la que había conocido hacía poco más de un mes y que como su compañero de piso se había ido al extranjero y él necesitaba una casa y ella tenía un piso, pues habían decidido irse a vivir juntos porque se caían bien y no tenía ni idea donde iba a acabar todo eso y añadió un JA. Que no íbamos a poder ser amigos porque ella se molestaría pero que un café sí podíamos tomar de vez en cuando como adultos. Yo mientras, miraba a todas partes en busca de una cámara porque aquello me parecía tan surrelista... No supe nada de él, gracias a Dios, en meses y luego volvió a aparecer en mitad del verano para decirme que si me apetecía quedar un finde para tomar algo después de las vacaciones. Estuvo agradable y encantador y en ningún momento mencionó a su novia. Al final, decidí llamarle en septiembre para tomar algo (sí, ya sé me merezco un tirón de orejas). Me contestó frío y distante y me dijo que no podía ser, que mejor lo dejábamos ahí. Entonces fue cuando, por fin, encontré las fuerzas para plantarle cara y mandarle a paseo. Sin perder la compostura ni enfadarme, le dije cuatro cosas bien dichas y después de un seco adiós, le colgué el teléfono y me sentí liberada, como si me hubiera quitado un gran peso de encima.

Sé que hice lo correcto, que él es una persona egoista, egocéntrica y tremendamente insegura incapaz de implicarse a nivel de sentimientos. Veo que soy afortunada por quitármelo de encima y que es una persona capaz de utilizar a otra por su propia conveniencia como está utilizando a su actual novia. Pero, a veces, no puedo evitar que me den bajones y piense en él y me siento enfadada conmigo misma por no poder quitármelo de la cabeza. También estoy enfadada por haberle dejado que jugara conmigo y haberle seguido el juego. Aunque intento consolarme pensando que estaba demasiado lejos para verle con claridad no me lo perdono, tenía que haberle mandado a tomar viento antes y no mirar atrás. Ahora, aunque tengo días malos como hoy, sé que eso es lo que tengo que hacer, sé que él es un mentiroso egocéntrico que no aportaría nada bueno a mi vida y sólo me haría perder mi tiempo, mi paciencia y mis energías mientras me minaría la autoestima y la dignidad por mí misma. Sé que tomé la decisión correcta en su día cuando le dejé y sé que saldré de este bache poco a poco aunque a veces, como hoy, me desespero porque todo vaya tan lento y me siento mal conmigo misma por haber querido a alguien que no se lo merece y estar perdiendo tiempo pensando en alguien que no merece ni un segundo de mi tiempo porque, entre otras cosas, él nunca se tomó ese tiempo para pensar en mí. Poco a poco empiezo a mirar para adelante y a pensar en mi vida sin él en mi futuro y a dejar algo de mi enfado atrás. Me costará pero saldré y me quedaré con la lección aprendida y la dignidad intacta.

Gracias por aguantar mi rollo y perdón por lo largo que ha quedado. Me vendría muy bien algunos ánimos o que al menos lo leais (Atukas, tú que eres tan bueno en esto, me podrías dar un empujoncito? . Un besazo a tod@s.