La riqueza consiste mucho más en disfrutar que en poseer. (Aristóteles)
Todos tenemos pensamientos necios, pero el sabio se los calla. (Wilhelm Busch)
El único medio de salir ganando de una discusión es evitarla. (Dale Carnegie)
Lo que sabemos sentir lo sabemos decir. (Miguel de Cervantes)
Con la felicidad pasa como con los relojes, los menos complicados son los que menos se estropean. (Sébastien Roch Nicolas Chamfort)
No liberes al camello de la carga de su joroba, podrías estar librándolo de ser camello. (Gilbert Keith Chesterton)
La vida, cuanto más vacía está, más pesa. (León Daudí)
Estar contentos con poco es difícil, con mucho es imposible. (Marie Ebner-Eschenbach)
La mayoría de los hombres prefieren parecer que ser. (Esquilo)
Las verdades más sencillas son aquellas a las que el hombre llega más tarde. (Ludwig Feuerbach)
La felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria. (Edwige Caroline Cunati Feuillère)
Quien compra lo superfluo no tardará mucho a verse obligado a vender lo que es necesario. (Benjamin Franklin)
Por favor, queredme poco si deseáis quererme mucho tiempo. (Robert Herrick)
El amor nunca muere de hambre; a menudo muere de indigestión. (Anne Ninon de Lenclos)
El matrimonio es la tumba donde enterramos el amor. (Anne Ninon de Lenclos)
Vale más estar callado y que sospechen tu necedad que hablar para sacarlos de la duda. (Abraham Lincoln)
La suerte no consiste más que en la habilidad de aprovechar las ocasiones favorables. (Orison S. Marden)
Todo placer esperado es más grande que el obtenido. (Pietro Metastasio)
El celoso quiere más, pero quien no lo es quiere mejor. (Molière)
Quien teme sufrir sufre ya lo que teme. (Michel de Montaigne)
Si no te quieren como tú quieres que te quieran, ¿qué importa que te quieran? (Amado Nervo)
Puedes casarte o quedarte soltero, te arrepentirás de ambas cosas. (Petronio)
Pocas veces quien recibe lo que no merece agradece lo que recibe. (Francisco de Quevedo)
Quien va con hambre a la mesa y cansado a la cama, no necesita comida selecta ni colchón de plumas. (Salvatore Rosa)
Nunca un mal amante es un buen marido. (Juan Ruiz de Alarcón)
La felicidad no es una estación a la que se llega sino una manera de viajar. (Margaret Lee Runbeck)
Si te sientes solo cuando estás solo, entonces te encuentras en mala compañía. (Jean-Paul Sartre)
No he nacido para un solo rincón, mi patria es el mundo entero. (Séneca)
La vida es larga si sabemos llenarla. (Séneca)
El premio de una buena acción es haberla hecho. (Séneca)
No es la dificultad la que te impide atreverte, sino que toda dificultad viene de no atreverte. (Séneca)
Para conseguir lo que quieres te servirá más la sonrisa que la espada. (William Shakespeare)
Con los defectos de los otros el sabio corrige los propios. (Publilio Sirio)
Para llegar al momento de la realización hay que atravesar el desierto de los años estériles. (Rabindranath Tagore)
No te obsesiones en estar bien con todos si quieres estar bien contigo mismo. (Manuel Tamayo)
El matrimonio es como la muerte: pocos llegan bien preparados. (Niccol Tommaseo)
Nunca he dejado que mi instrucción escolar interfiriese con mi educación. (Mark Twain)
Un pedante es un ... adulterado por el estudio. (Miguel de Unamuno)
Quien desconfía invita a ser traicionado. (Voltaire)
Las pasiones y los prejuicios gobiernan el mundo, en nombre de la razón, claro está. (John Wesley)
Hemos alterado tan radicalmente nuestro entorno que ahora hemos de modificarnos a nosotros mismos para poder existir en él. (Norbert Wiener)
La mayoría de nosotros cree que la verdadera vida es la que no llevamos. (Oscar Wilde)
Un placer como el de una conversación perfecta es necesariamente extraño, ya que quienes son sabios rara vez hablan y quienes hablan rara vez son sabios. (Ling Yutang)
¿Alguna más?
...
...
...
...