Consejos para un hombre casado con problemas matrimoniales

Os pongo en situación. Mi mujer y yo tenemos 35 años, llevamos 8 casados (y otros 7 de novios) y tenemos una hija de 5 y un hijo de 3. Ella es autonoma y yo soy directivo de empresa, y vivimos a un buen nivel de vida, con ayuda para las tareas del hogar, sin apuros económicos. Hasta ahora no habíamos tenido problemas de pareja, fuera de pequeñas discursiones por temas menores, y desde fuera damos una imagen de familia perfecta.

Las cosas empezaron a torcerse hace un año y medio. Yo acababa de cambiar de trabajo y había conseguido un puesto de dirección en una empresa bastante importante pero con problemas graves. Como consecuencia de este cambio he estado dedicando mucho tiempo al trabajo y el poco que me quedaba para mi familia era de poca calidad por lo cansado y estresado que estaba. Coincidiendo con este cambio, mi mujer poco a poco fue quedándose sin trabajos por culpa de la crisis hasta el punto de quedarse prácticamente en paro. Por otro lado, siempre ha sido y sigue siendo una mujer muy atractiva, pero desde que tuvo al segundo se ve vieja (yo le suelo decir que está estupenda pero ni caso) y está continuamente lamentándose por ello. Cuento todo esto porque creo que estos cambios han sido desencadenantes de los problemas.

Después de unos diez meses en esta nueva situación, sin que yo percibiera ningún síntoma previo, un día mi mujer se enfrentó a mi y me acusó de ponerle los cuernos con otra. Yo jamas he estado con otra mujer desde que empezamos a salir y le dije que eso no era verdad, pero ella me dijo que no mintiera porque tenía pruebas indiscutibles. Después de discutir mucho ella me confesó que me había estado siguiendo a escondidas y que me había puesto una grabadora en el coche. No tenía ninguna evidencia de que yo había sido infiel pero si suficientes indicios como para estar segura. Mi reacción al enterarme de esto fue de rabia, y más aun porque en todo esto había estado colaborando una amiga suya que fue quien le acompañó a seguirme y le animó a espiarme, y ella nunca me quiso revelar quién era. Estuvimos varios días discutiendo fuertemente y los dos estuvimos a punto de marcharnos de casa en algún momento, aunque al final no lo hicimos.

Después de unos días y de analizar todos esos indicios, se convenció de que todo habían sido imaginaciones suyas, pero en los dos meses siguientes volvió a tener sospechas y desde entonces no ha vuelto a tener confianza en mi. Cada vez que tengo que viajar (cosa que hago relativamente poco, una o dos veces al mes) veo que se altera, me pregunta, me dice que porqué no se lo he avisado antes, como si estuviera ocultando algo. Es decir, en el fondo creo que todavía sigue sospechando que tengo una amante. Por otro lado, necesita continuamente que yo le repita lo mucho que le quiero, y a veces me sale sinceramente pero otras es pura mecánica.

En los momentos que estaba más tranquila se dió cuenta de que si realmente yo no había estado con nadie todo había sido una paranoia y acudió a un psicólogo, que tampoco ayudó demasiado al principio y acabó recetándole Orfidal aunque ella no lo está tomando. Después de aquello yo he intentado minimizar el tiempo de trabajo, intento salir antes y dedicarle más tiempo y más cariño. Hemos tenido semanas enteras en las que estamos fenomenal, pero de cuando en cuando volvemos a caer. El origen siempre es el mismo, ella está cansada de estar siempre haciendo cosas en casa y con los niños, yo estoy cansado del trabajo, y cuando llego y me la encuentro de morros no tengo paciencia y siento que en vez de ir a trabajar (lo cual es un sacrificio) vengo de estar de juerga. Parece que voy a trabajar para pasármelo bien, o para fardar de mi trabajo con los amigos, o qué se yo, y a veces le recuerdo que es gracias a este trabajo que mantenemos el nivel de vida que llevamos. Se que estos comentarios no son buenos pero no puedo evitarlos cuando llego reventado.

El problema de todo esto es que mi reacción cuando nos enfadamos y considero que ella ha tenido la culpa es dejar de hablarle y como ella es tan obstinada como yo podemos estar 10 días seguidos sin dirigirnos la palabra más que para lo básico.

Lo último que ha ocurrido fue la boda de mi hermano. Ella llevaba semanas preparandose, se había hecho un vestido especialmente para la ocasión, incluso un tratamiento de estética (tipo botox) para estar perfecta ese día. Yo ya le notaba nerviosa toda la semana y estaba intentando quitarme del medio para evitar la discusión. Para mi había sido una semana más de trabajo y ya venía enfadado por varios comentarios a lo largo de la semana en la línea de los que he comentado antes, como si no estuviera ayudando lo suficiente mientras ella se volvía loca con los niños. El día de la boda se empeñó en ir a última hora a la peluquería (había ido el día antes pero quería que le retocasen para ir perfecta) y encima llevarse a la niña para que le arreglaran tambien el pelo. Yo estaba intentando dormir y los niños estaban al cuidado de una chica que trabaja en casa de mis padres y que nos acompañaba para encargarse de los niños. El caso es que a mi mujer se le torcieron los planes porque llegó tarde a la peluqueria y no le cogieron, y se pasó media mañana buscando otra sin éxito. Así que llegó tarde, frustrada por no ir perfecta, nerviosa y echándome la culpa a mi por no haberme encargado de los niños. Yo salté y le dije que la boda era de mi hermano, que ella no era la protagonista y que no me amargara este día que tenía que ser feliz para mi. Como no llegábamos a tiempo me fui con los niños y ella tuvo que ir por separado más tarde, y lo interpretó como que le había dejado tirada. No le faltaba razón, pero en ese momento se me había agotado la paciencia y sigo pensando que tratándose de la boda de mi hermano ese día debería haber hecho un esfuerzo por no amargarmela.

El caso es que llevamos otros tantos días sin hablarnos, yo esperando a que ella se disculpe y ella me imagino que lo mismo. Yo estoy harto ya de esta situación, no creo que ella tenga un problema médico sino que está canalizando toda su frustración hacia mi, haciéndome culpable de sus problemas. Yo intento ayudar pero también soy humano y cuando me ataca no puedo evitar reaccionar porque creo que es injusto y que el esfuerzo que hago no se valora para nada.

Veo que si esto continua así nuestra relación se va al carajo, lo hemos hablado y yo pensaba que habíamos sentado unas buenas bases para seguir, pero esto último ha sido la vuelta a la cruda realidad. Espero que alguien en este foro me pueda aconsejar. Muchas gracias.