El pasado todavía duele

La historia arranca en junio de 2002, a mis 27 años. Una chica se fija en mí en una fiesta de cumpleaños. Yo, hastiado de estar con chicas que a la larga acabaron metiéndome los cuernos, llevaba más de un año sin salir, ni siquiera enrollarme con nadie (no soy de esos). He tenido muchas chicas, pero no he sido un mujeriego. Han sido relaciones en que buscaba un futuro, pero casi siempre han acabado en cuernos por parte de ellas.

Estoy explicando chistes, riendo con todo el mundo. Eso le hace gracia a esa chica durante la cena, que se ha sentado a mi lado.

Después vamos de discoteca. Ella se queda de lado (no le gusta mucho el tema bailar), y la anfitriona me dice 'por qué no la sacas, que se aburre'.

Voy a ella. Me sonríe. Bailamos. La acompaño media Barcelona a pie hasta que coge un taxi. Un par de besos y adiós.

El día siguiente, ha mirado los emails de la fiesta, descubre el mío y me añade al msn. Estamos un mes hablando. Le propongo salir una noche, al cabo de un mes.

Salimos. Me enamoro locamente después de más de un año de no querer ni pensar en ello.

Empieza la mejor historia de amor que jamás he vivido. Al cabo de unos 4 meses, empezamos a pensar en planes de futuro. Hacemos un viaje a Dublín precioso. El mejor que he hecho con pareja.

6 meses después de empezar la relación, dos días antes de Navidad: regulación de plantilla en la empresa donde llevaba trabajando casi tres años. Me echan. Depresión.

Al mismo tiempo: la destinan a ella a una sucursal del banco donde trabaja, en Vic (a 50 km de Barcelona). Se deprime. Se muere su mascota. Se deprime más.

20 pico de enero. Va a vivir a Vic. La acompaño. Encontramos un piso para que viva. Vamos a buscar un colchón y una cama doble. La pagamos a medias, porque 'pasaré muchos días en Vic'. Creo que ese dinero me volvió por parte de sus padres, no recuerdo bien.

Viernes, 31 de enero. Deprimido. Voy a verla a Vic. Estoy enfadado porque Amena no me quiere cambiar de nombre el móvil de la empresa, debido a la depresión acumulada (no encuentro trabajo, y me moría porque quería vivir con ella... pero sin trabajo no me atrevía). Ella se termina de hundir. Esa es la peor noche de mi vida. No quiere ir a comprar preservativos, porque 'hace tiempo que no quiere hacer el amor conmigo'. Mazazo. Casi no me dirige la palabra en toda la tarde. Me siento desorientado. Paso, en la cama con ella, la peor noche de mi vida. De largo. Tengo un ataque de ansiedad.

Sábado 1 de febrero. Ella va a trabajar a su banco. Le regalo flores para cuando salga. Me gusta verla sonreír.

La semana siguiente es mi cumpleaños, el peor cumpleaños de mi vida. No me dirige la palabra en toda la vena con mis amigos. Tengo que ir al lavabo para llorar sin que nadie me vea.

La semana siguiente a mi cumpleaños me dice que no suba a Vic, que es mucho follón. Me hunde del todo.

Los fines de semana bajaba a Barcelona, pero sólo le interesaba subir lo más pronto posible. Hay un chico que la acompaña desde Barcelona a Vic, está en su misma situación. Cada momento intento estar más por ella. Enfermo y voy al hospital. Desde urgencias, la llamo y me dice que 'yo no te hubiera llamado al trabajo por eso'. Me hunde todavía más. Ahora, cada vez que quedamos, termino llorando. Un día la acompaño a Vic. Para nada. Todo el viaje callados. Allí, me pongo a llorar otra vez. Me siento un idiota. Sentía cómo se me escurría de entre las manos.

Ya quedaba conmigo como 'para fichar'. Íbamos al cine, y quedábamos 5 minutos antes de la película. Se iba justo después, cuando terminaba. Se enfadaba conmigo por cualquier motivo, aunque fuera insignificante. Yo me sentía cada vez más miserable. Ya no era yo mismo. Creo que no sabía ni qué decía. La desesperación que intentaba contener me había convertido en otra persona. Volvía más temprano a Vic porque 'un chico de Barcelona también subía y así se ahorraba el dinero y el tiempo del tren'.

28 de febrero. Le preparo una fiesta sorpresa con sus amigos para su cumpleaños (1 de marzo). No quiso besarme hasta que se lo pedí y me dio un pico rápido. En otro momento (lo tengo grabado a hierro) me abrazó desde detrás. Me dio un vuelco el corazón. Tan rápidamente me cogió como me soltó. Me dijo: 'uy, bueno, esto ahora no...' El vuelco se volvió a dar. Ese gesto lo recordaré siempre. Todavía me hundió más.

1 de marzo. Su cumpleaños. Habíamos de ir a una obra de teatro. Era a las 7. La llamo diciendo que voy a Barcelona: 'para fichar, no. Me gustaría quedar contigo antes para dar una vuelta, o tomar algo, y estar juntos de verdad.' Me dice que quedamos antes, que tenemos que hablar. Viene y me dice que lo tenemos que dejar, porque ya no somos las mismas personas que al inicio.

El lunes llamo a su casa, para preguntar a sus padres algo más concreto. Por naturaleza, soy una persona muy extrovertida. Eso era lo que más valoraba ella. La depresión mía, hundida con la suya, también la cambió. Creo que en su casa le debieron aconsejar que me dejara, porque no la querían ver así. Su padre me hizo entender que en realidad yo era una persona depresiva. Que si por una tontería como esa (que me echaran del trabajo!!) me ponía así, cuando tuviera problemas de verdad...

Casi acabé en el médico, pero reuní fuerzas para no hacerlo. Finalmente, el 23 de marzo de 2003 empecé a montar una obra de teatro musical para no tener que pensar, y esperar que pasara. Lo conseguí. Incluso encontré a mi actual novia, con la que estoy viviendo.

La obra se estrenó en octubre de 2004. Fue un éxito. Incluso gané un premio de esos a los que no te presentas, sino que es un reconocimiento.

En estos dos años y medio, solamente se puso en contacto conmigo para recuperar su número de móvil, ya que unos ladrones reventaron la puerta de mi casa y envié un mensaje a todos los conocidos, al respecto.

Todas las demás veces me tuve que poner yo en contacto con ella. Me mostró el peor de los odios, que es la indiferencia. Y lo peor es que creo que no le importé durante todo este tiempo. Sólo nos enviamos algun SMS de feliz navidad.

Mantuve una actitud que todavía mantengo. No me deshago de algunas cosas por nostalgia, por los recuerdos. Creo que es lo peor que jamás hice.

12 de octubre de 2005. Entra en el msn. El corazón me da otro vuelco. Creía que ya lo tenía superado. Aprovecho la ocasión para hablar con ella. Me dice que se casa ese mismo sábado en Vic, y que desde el año pasado habían comprado un piso sobre plano su novio y ella. Retomo la depresión de cuando me dejó. Incluso una compañera mía de trabajo es una conocida de su novio, y fue la testigo. Ella dice que 'no cambia nada, todavía estamos en el piso de alquiler...' (en el piso que primero encontré yo colgado, en la cama que fuimos a buscar... donde yo dormí con ella).

Curiosamente, el chico es un compañero suyo de trabajo que es de Barcelona.

El problema no viene por eso. Me duele el alma cada vez que la recuerdo. Mi novia me ha apoyado mucho al respecto, pero no la quiero agobiar más. Trabajo muchas horas solo, y me da tiempo para comerme la cabeza.

No debería pasarme eso. Siempre me pregunto: qué ha hecho conmigo...'

Hay más. Ella estaba celosa de otra chica a quien le había grabado una canción. antes de empezar a salir con ella. Le grabé un par de canciones. Todavía nadie sabe que estas canciones existen, y no recuerdo dónde quedaron en mis CDs. Ella parece que jamás lo sabrá. Es muy triste.

¿Vale la pena el amor tanto esfuerzo? No creo que yo sea un loco, pero sí un romántico a quien le estroncaron la vida.

No me atrevo a ir a Vic, a Dublín, a Nueva York... sitios donde bien estuve con ella o donde estuve mientras salíamos juntos.

Bueno... es largo, pero saldremos... no sé si tarde o temprano, pero saldremos.

Quiero a mi actual chica a rabiar. Pero me doy miedo a mí mismo. Tengo algo clavado y necesito ayuda.

Un saludo