El tiempo es un buen maestro.

Con el paso del tiempo me he podido dar cuenta de lo importante que es el saber vivir, el saber disfrutar las cosas que la vida no coloca frente a nosotros, el entender que todos somos diferentes y que a unos nos gustan unas cosas y a otros no, y así muchas cosas más, he aprendido que cuando algo se te presenta y lo puedes hacer y te gusta, pues hay que hacerlo, porque las oportunidades se presentan calvas y esto es algo que tengo presente desde la primera vez que lo escuché de mi marido y significa que las oportunidades tienes pocos cabellos y que hay que saber aferrarse si de verdad las quieres, porque no sabes si estas se devuelvan o si se van por donde vinieron.
He aprendido con el tiempo a que no es lo mismo dar una simple disculpa, que perdonar de corazón a esa persona ciega que te ha hecho daño, y que te ha herido en un momento de ira, porque nunca sabemos si esa persona siempre va a estar ahí. El tiempo me ha enseñado que las personas ancianas no hablan por hablar, ellos hablan porque de verdad han pasado por lo mismo, ya que el ser humano se basa en ciclos, y lo normal, de manera resumida, es que nacemos, nos desarrollamos, nos reproducimos y morimos, pero dentro de esto hay reacciones, hay costumbres, hay sentimientos, hay conocimiento, hay amor, hay amistad, hay dolor, y hay muchísimas cosas en común que todos vivimos de manera normal porque fuimos creados para eso, para vivir la vida, y de eso se trata, de intentarlo, de seguir adelante y si caemos, levantarnos, aprender de los errores y de seguir adelante.
Con el tiempo he aprendido que ningún momento se repite, que todo lo que vivimos un día no se repite el otro, por más que intentemos realizar lo mismo exactamente, no vamos a poder, porque el ser humano es una partícula en continuo movimiento, dentro de una gran célula llamada mundo, y esa es la esencia que nos hace tan peculiares y que hace que cada día conozcamos cosas nuevas.
Del tiempo se puede aprender que para todo hay tiempo, que lo que se lleva con apuro tiene más posibilidades de quedar mal que lo que se hace con paciencia y con cuidado. El tiempo diariamente trata de enseñarnos que en cada minuto que pasa tú puedes hacer la diferencia, tú puedes cambiar las cosas, tú puedes salir adelante o quedarte estancado y que tu tiempo es algo que te pertenece, sobre el cual tienes todo el control.
He aprendido que cuando hay tiempo de decirle a alguien que lo quieres hay que hacerlo, cuando hay tiempo de vivir la música hay que disfrutarla, cuando hay tiempo de soñar hay que tratar de ir lo más lejos que se pueda, quién sabe, quizá un día se vuelva realidad, cuando hay tiempo de hacer algo bien hay que hacerlo lo mejor que se pueda.
Espero que el tiempo me tenga presente siempre que no hay que querer a alguien por su dinero, ni por asegurar mi futuro si de verdad no lo amo, porque cuando ambos aceptemos esa realidad, voy a querer volver al pasado y el tiempo no permite devoluciones. Con el tiempo se aprende que cuando alguien te quiere con tus defectos y no intenta cambiarte, esa persona te va a dar la verdadera felicidad, y en cuanto al dinero, bueno por algo se tratan de hacer las cosas lo mejor posible, obtener las cosas por tus propios esfuerzos, por tus triunfos, y no esperar a que llegue el momento para depender de alguien y dejar la carga de un lado solamente.
El tiempo me ha enseñado que los buenos amigos son contados con los dedos, y hay que saber escuchar opiniones ajenas y aprender de estas.
El tiempo me ha enseñado, que el hombre se hace viejo muy pronto y sabio demasiado tarde, justamente cuando ya no hay tiempo. Esto lo aprendí hace poco.
Así que mientras haya tiempo de decirle a alguien que lo quieres, que hizo de tu vida algo sensacional, díselo antes de que tengas que hablar frente una tumba, y trates de regresar en el tiempo. Mientras haya tiempo de hacer bien las cosas, hazlas lo mejor posible, y creo que hay que comprender que la frase vive cada momento como si fuera el últimohay que saber manejarla...




Besos.
Perla.