Antes mi pareja y yo salíamos constantemente a reuniones, raves o cualquier evento social que se presentase y no nos importaba amanecernos, podían ser las 8 am y nosotros podíamos seguir no solo bebiendo sino también consumiendo otras sustancias; sin embargo cuando me enteré que estaba embarazada de 9 semanas mi vida cambio, dio un giro de 180 sin darme chance de una última salida o algo por el estilo. Al comienzo estaba asustada pues me preocupaba que el consumo de sustancias tóxicas genere en mi bebé algún problema físico o mental; sin embargo por otro lado estaba emocionada de poder formar una familia con mi pareja, con quien llevo 6 años aproximadamente. Ya que hace 3 años salí embarazada pero por nuestra inmadurez y la presión familiar, sobretodo la de su madre, tuve que abortar cuando tenía 2 meses aproximadamente, de lo cual me siento totalmente arrepentida- Mi familia se enteró de la pérdida recién este año justo cuando se enteraron de mis 9 semanas de embarazo y claro no podían creer que yo hiciese algo tan terrible y sobretodo proviniendo de una familia tan unida y funcional.
Esta vez, me dije a mi misma que las cosas serían diferentes, que no dejaría que me arrebaten a mi bebé de ninguna manera, cuando le conté a mi pareja reaccionó mal, pero al final del día terminó aceptando su responsabilidad. Aún recuerdo cuando lloró de emoción y por lo asustado que estaba.
Me fui a vivir con él y estuvo cumpliendo económicamente con todo lo que ordenaba el médico que me atiende, pero no lo veía muy conectado con mi hijo. En varias oportunidades intenté que me tocara el vientre o le hable para que cuando nazca pueda reconocerlo; sin embargo prefería seguir tomando en la habitación y consumir cocaína. Intenté hacerlo entrar en razón, decirle que las cosas ya deberían cambiar y eliminar de raíz los vicios, pues nuestro hijo merecía una vida feliz. Habían semanas enteras que podía verlo comprando sus latas de cerveza o simplemente consumiendo cocaína, por lo que traté de ser más dura. Recuerdo que una vez estaba tan enojada porque su plata la gastaba en comprar dicha sustancia, que no tuve otra opción que abrir el empaque y tirarlo en su alfombra; por lo que se enojo y hasta amenazo con botarme de su casa.
Antes solo bebía en su casa, por un lado me sentía tranquila, pues estaba conmigo; poco a poco empezó a salir con la excusa de que él era el que trabajaba, que se sentía estresado y por último que era su plata, si bien es cierto a veces llegaba a las 3 am, TAMBIÉN hubieron ocasiones en la que llegaba a casa a las 7am y este último sábado llegó a las 10 am y siempre me pone excusas como que no lo recogió el taxista o que el amigo que lo iba a llevar a casa no despertaba o no estaba, o llamaba y me decía ya voy a la casa en 1 hora y así pasaban las horas. Para esto ya le había expresado mi molestia, pues sé que cada vez que se queda a tomar consume cocaína, además que lo ideal sería que el se solidarice conmigo y me haga compañía y quizá así reforzar nuestra relación que está debilitada. Este sábado que llegó tarde, se suponía que solo tenía una reunión con sus compañeros de trabajo, la cual duraría máximo hasta la 1 am, yo estaba tranquila, pero le había pedido encarecidamente que ya no me deje sola, pues en cualquier momento entro a labor de parto, pues ya tengo 36 semanas de embarazo; sin embargo lo primero que hizo al salir de su reunión fue buscar a su amigo e ir a su casa a tomar, para cuando llegó a casa ya eran las 10 am como lo mencioné; yo estaba muy molesta hasta ahora lo estoy, pues no siento que él se haya comprometido con mi embarazo y pasé lo que pasé yo no podré evadir mi responsabilidad de madre, ni tengo ganas de hacerlo porque amo a mi bebé, pero necesito también de su apoyo. Él piensa que quiero dominar su vida, que el aún puede elegir hacer lo que quiera, hoy intenté hablar con él y solo atinó a gritar y decirme: Y A TI QUE TE IMPORTA... pues desde ayer que llegó a las 10 no hemos hablado, yo me fui a dormir a la casa de mi mamá,
Acabo de empacar mis cosas, pues aunque lo quiera mucho, primero está mi hijo y quiero se forme bien, sin ver nada que pueda afectar su desarrollo y bienestar emocional...
Cada vez que le hablo sobre sus salidas o sobre el consumo de coca dice que no está haciendo nada malo o por último que lo deje pues el está cumpliendo económicamente, o que poco a poco la iba a dejar y no se da cuenta de que su carácter cambia cuando no la consume, se pone violento, siempre está gritando, ofendiendo, se enoja por todo y por nada y cree que siempre estoy atacándolo verbalmente. no me ha golpeado pero a veces siento que ganas no le faltan, dice que yo lo saco que quicio... hasta hace unos días TENÍA la esperanza de que mi embarazo lo haría cambiar. En lo único que ha cambiado es que ahora saluda a mi bebé y me da besos en la pancita, pero ya no sé si es porque fui muy insistente, bueno, lo importante es que al menos ahora tiene conexión con su hijo. PERO YO ya no quiero seguir aguantando estos malos ratos.
