Mi ex también hace lo que quiere. Tengo dos hijos de 5 años y 20 meses. Ël vive en Cádiz (donde yo vivía antes), pero tras la separación me volví a Madrid con mi familia. Excusa perfecta, no puede, no tiene dinero. Todas los conocemos y sabemos cuánto de verdad tienen sus excusa. Nadie dijo que fuera fácil, pero desde luego yo sé que no hace esfuerzos por estar con sus hijos, especialmente la pequeña, que no había nacido cuando nos separamos.
El pasado 3 de septiembre tuvimos juicio de modificación de régimen de visitas. Solicitó el puente del pilar y de diciembre de todos los años, además de un fin de semana al mes ampliable a dos, y la mitad de todas las vacaciones. Eso el 3 de septiembre. El 3 de octubre me dice quen o viene en el puente del pilar. Desde entonces solo ha venido un fin de semana que se llevó a los dos niños y el puente pasado, que como venía con su novia y no con su madre, no se llevó a la niña porque no lo conoce y llora. Ahora en Navidad va a volver con su madre, que es la que se hace cargo de la niña y se la va a llevar 9 días.
La cuestión es que en los últimos 6 meses la niña ha estado con su padre 2 días y ahora se la quiere llevar 9 días después de incumplir su parte del convenio reiteradamente.
Claro, no podemos hacer nada, si incumplimos las madres podemos tener multa y si lo hacemos reiteradamente revisión de custodia. Ellos incumplen, tú denuncias, no pasa nada. Y sí al cabo del tiempo tienes derecho a pedir revisión del régimen de visitas, con el consecuente gasto de dinero de nuestros hijos (que ninguna llegamos a fin de mes).
El caso es que entretanto, la niña se va un período más o menos largo de tiempo, con una familia que no conoce, y pasa unos días absolutamente descolocada sin entender por qué su madre deja que eso pase.
Pienso que le ley está mal hecha, deberían penalizar más a los padres que incumplen, y aunque sea justificadamente (porque todos tienen excusas: "no tengo dinero", "estoy trabajando") pero no hacen esfuerzos por ver a sus hijos. Deberían pasar exámenes psicológicos que analicen realmente su interés por los niños.
Pero si nosotras no nos movemos esto no va a cambiar.
No sé por dónde podríamos empezar. Yo sé que a mi hija esto ya no le va a suponer ningún beneficio, pero sí quizás a otros niños y niñas que están por llegar. Si alguna se anima o tiene alguna idea que se ponga en contacto conmigo, deberíamos presentar a través de alguna asociación de mujeres alguna carta o manifiesto, en el que se nos escuche a las madres que sabemos que los padres de nuestros hijos realmente no muestran interés por ello, y luego por fastidiar o por figurar delante de la gente aparentan quererlos.
En fin, lo dicho, que o nos movemos o no conseguiremos nada.
Raquel