¿y si..
más allá del precipicio hay una preciosa puesta de sol? ¿Y si en lugar de lanzarte montaña abajo te paras justo en la cumbre y compartes una botella de agua conmigo? Tranquila, llevaré vasos, por si eres escrupulosa. No hace falta que digas nada. Siéntate a mi lado.. un poco lejos, si no te fías y veamos el maravilloso espectáculo de la naturaleza. Y cierra los ojos y siente la brisa en tu piel. Prometo no moverme, a menos que me des permiso.
A veces, en la vida, se dan cambios que no podemos explicar. Yo, hasta hace unas semanas, era una persona con unos objetivos más o menos definidos. Ocurrió algo (que no voy a contar aquí) que me hizo replantearme todas esas metas, y descubrí que, en el fondo, estaba bastante vacío, que lo que hasta entonces creía que me llenaba, no era suficiente, que me había abandonado hasta dejarme llevar, y yo no soy así. Me gusta llevar las riendas de mi vida. No de las vidas de otros, pero de la mía, sí. Y se impuso un cambio.
Yo también he hecho daño a otros, probablemente a personas que no se lo merecían, pero no podía ser de otra manera. Era hora de cambiar.
Hora de renovarme, de cortar con aquello que no me llevaría a buen término y de reescribir mi propia historia.
Yo también quiero saber a dónde me llevará todo esto. Y si al final hay un precipicio... me llevaré el paracaídas..
Si quieres, puedo llevar también uno para tí.
Un saludo, Lorraine.