Mi punto de vista es que hay que dejar a los niños ser como realmente sienten y piensan; NUNCA reprimirlos. Esta es una sociedad condicionadora y opresiva que ve malo lo que no lo es; y que enseña a que hay que quedar bien con los demás, aunque uno quede muy mal consigo mismo. Yo de niño seguido me vestía con los vestidos y braguitas de una prima, delante de ella. Disfrutaba, a nadie le hacía mal. Si deveras nos interesa que nuestros hijos e hijas sean felices, hay que enseñarles a darse a respetar y a quererse a sí mismos, esto es, a que no deben de vivir para darle gusta a los demás, si no UNICAMENTE a sí mismos, sin dañar a otros por supuesto. Cada quien es dueño de su cuerpo, y cada quien lo DEBE de vestir como quiera, como más a gusto se sienta uno.