Hoy ha sido mi primera clase práctica ¡¡¡un horror!!!
Tengo 38 años y siempre he postpuesto el examinarme no por pereza ni recursos económicos, simplemente porque me da auténtico terror.
Cansada de escuchar: si hasta el más tonto hace tornillos, por qué no tú?; el miedo se pasa conforme cojas el volante; una mujer del siglo XXI no puede andar dependiendo de autobús, tren o un alma caritativa que la lleve; si verás que le pillas el gusto y no te vas a bajar de él...... palabrería pura y dura.
Hace escasamente media hora que me he bajado del maldito automóvil, diosssssssssssssssssssss, que tensión, que desbarajuste, que falta de sincronía entre ojos, pies y manos.Ese volante que gira y gira y gira sobre si mismo; ese embrague, freno y acelerador que parecen tener vida propia, que se esconden pa joderte, y claro, no tienes más remedio que bajar la cabeza intentando palparlos incluso con la mano.
Y claro está, pierdes el sentido del oído, o al menos yo, bastante tengo con intentar que no nos matemos como para escuchar historias varias sobre marchas, espejos, luces y velocidades, resumiendo, que ni puñetero caso al profesor, era como una voz en off o sicofonía que me hablaba de otro mundo que está en este,
Se puede decir que hoy más bien no he hecho sino constantar lo que pensaba: La vida es bella, pa qué buscarse complicaciones que te generan otros: tengo yo algún problema en pillar un autobús a cádiz que tarde 18 horas desde mi ciudad?? pues ninguno... una buena almohada, auriculares y que no falten los fritos. Que tengo que ir andando al trabajo?... menor problema pa el descolgamiento de las posaderas y 0 estrés por el aparcamiento.
Puff, que malaaaa tardeeeeeeeee, y mañana a las 8, con esas inocentes criaturas que se encaminan al colegio sin sospechar que YO voy a por ellos. Ayyyyy, necesito historias con final feliz, desastres que terminaron siendo fitipaldis al volante y miedicas que dejaron de serlo.