Pienso en él todos los días, a veces charlamos o nos juntamos a cenar y para mí son los mejores momentos de la vida. El rehizo su vida, me tiene cariño y nada más, pero me preocupa mucho que siendo una mujer adulta, no pueda relacionarme con otros hombres. Hago terapia pero de nada me sirve, incluso he tomado medicación para la depresión que me causó esa separación. No encuentro salida, la vida sin él es una pesadilla sin sueño, ni sueños, porque he perdido las ganas de hacer cosas que me devuelvan la felicidad. Cuando voy por la calle veo parejas felices que me recuerdan lo que perdí, cuando mis amigas me cuentan acerca de sus parejas siento que la envidia y la tristeza me llenan el corazón. Cuando conozco a algún hombre y salgo en una cita, me siento vacía y sin entusiasmo. Pienso en él todos los días, me siento enferma y si bien en mi vida he tenido fracasos amorosos, si bien he sufrido mucho por amor, nada se compara a lo desgraciada que me siento en estos momentos. Quisiera olvidarlo, no sentir este dolor en el pecho ni las lágrimas que se me escapan cuando recuerdo aquel tiempo en que fui feliz y la vida tenía otro color.
