Tendencia a hacernos daño y jugar...
Hola, te escribo, porque he leído tu caso, y bueno, tal y como lo estoy pasando yo, por una situación, que no tiene nada que ver en el fondo, pero parecido en la forma, te puedo decir alguna cosa. No sobre tu relación con esa chica, si no lo vivido conmigo y lo que creo que a veces tenemos tendencia a hacernos entre nosotros.
Creo que antes de ser sinceros con los demás, tenemos que ser sinceros con nosotros mismos. Y no lo somos en muchas ocasiones. Por la relación de pareja que tuve y que perdí, y sobre todo, por la situación que ahora estoy viviendo, que además balanceada la conoce porque me ha escrito y me ha dado buenos consejos, te puedo decir una cosa. Es un error eso de jugar a los llamados juegos psicológicos. Es una dinámica que no lleva a nada, o si, a perder a alguien que te importa. El intentar dar celos a alguien, para qué?? tienes 32, yo uno más que tú, y a veces, por desgracia, no somos racionales y somos peores que niños de 10 años.
Cuando quedaste con ella después de haberla dejado, si ella te escribe, puede que fuera, porque sintiera algo o porque quisiera saber de ti. Pero si tú sentiste algo, por qué no se lo dijiste claramente?? no hay que tener miedo. Ya la perdiste, y lo hiciste porque no estabas preparado a dar más de ti. Que el miedo nos paraliza. No te digo que ese mismo día le digas que madre mia lo que siento por ti, pero si, poco a poco, volver a quedar, y no utilizar redes sociales ni demás historias para dar celos, tanto el uno al otro como el otro al uno. Puede, por su reacción, no lo sé, no la conozco, que ella, al retomar contigo el contacto, esperara otra cosa, y no eso, y claro, pues si la heriste, si pensó que quedaste con ella pero que tú ibas a seguir yendo a tu bola, vamos a decirlo asi, pues hasta incluso por despecho, haya conocido a alguien, que luego puede que se convierta en importante en su vida, cuando a lo mejor eras tú esa persona la que tenía que estar en sus fotos de Facebook. Te puedes disculpar una o mil veces, pero hay personas, que no por orgullo, si no por su fortaleza, dicen: hasta aquí. Y ya no quieren sufrir más con la persona que ya sufrieron. Yo las admiro, porque no tengo nada que ver con ellas. No te des cabezazos contra la pared, y que el tiempo hable. Y siento toda esta parrafada. Un saludo.