Ojala sirva de algo a alguien en estos momentos

Me gustaría que publicaran mi historia, porque aunque sé que no es muy interesante es una vivencia real y que ha hecho cambiar mi vida radicalmente, y puede servir de ayuda a mucha gente, más de la que se cree pues hay demasiada gente enganchada a los chats, y que pueden ver salpicada su vida por un mundo ficticio, gracias de antemano.


Mi historia solo viene a demostrar que como decía don Hilarión hoy la ciencia adelanta que es una barbaridad, cosa que cada día hace que el día anterior se quede mas desfasado que el día en que vivimos.
Bueno mi caso estoy segura que no es particular, de eso estoy segura pero compartirlo y poner a la gente en sobre aviso nunca viene mal.
Mi nombre no importa pero pongamos que me llamo Alba, hace aproximadamente 8 meses y cuando estaba harta de estar en casa y aburrida y de que mi marido ni me mirara siquiera, decidí entrar en un chat de telefonía móvil, al principio me hacia gracia ver como la gente se relacionaba entre si sin conocerse siquiera y utilizando palabras como mi niña, cari, cielo, y tonterías de ese tipo.
En una de esas entradas conocí a la pesadilla de mi vida, me pregunto como me llamaba y empezamos a chatear a diario, a veces hasta echábamos hasta altas horas de la madrugada hablando de tonterías e idioteces, se llamaba y creo que se seguirá llamando Andrés.
Al principio me gustaba por su sinceridad aparente y su simpatía, unido a todo esto que mi marido cada vez pasaba más de mí, y no le importaba nada ni lo que hacia ni lo que dejaba de hacer, me unía más a él.
Pasó un mes y aquello era a diario, incluso los fines de semana, no es una escusa lo sé pero mi marido cada vez se portaba peor conmigo, ni quería salir y una vez incluso en la cama intentó forzarme a hacer algo que yo no quería.
Como decía antes el mes pasó y llegó el momento de darle el teléfono y entonces ahí empezó todo, me llamaba a diario, a veces 5 o 6 veces y me gustaba hablar con él, porque entonces empezaron a surgir las palabras de amor, la primera vez que me dijo te quiero, no le creí pero después fui cayendo en las redes hasta que me enamoró de tal manera que solo pensaba en el todo el día. Estaba obsesionada con él, todo el día. Si por cualquier circunstancia no me llamaba me ponía mal, lloraba todo el día hasta que sabia de el entonces renacía en mi esa sensación de paz que para mi era amor.
Mi matrimonio cada vez iba peor, que influyera todo esto no lo sé, pero la convivencia con mi marido empezaba a parecerse a una pesadilla, cada vez estaba más violento, incluso con los 2 niños que tenia era horrible, cuanto más me separaba de mi marido mas me unía a Andrés, creyendo en aquellas palabras de amor que me hacían sentir diferente y querida por alguien que no me conocí físicamente, pero que cada vez me conocía mas interiormente y que le contaba los problemas de salud que tenia y me apoyaba cuando tenia alguna bronca con mi marido. Dios cada vez que recuerdo las veces que lloré por teléfono me pongo mal. Siempre fui sincera con él, y le quería, pero mi cabeza al mismo tiempo me decía es imposible querer a alguien que no conoces, pero era así.
Mi cabeza cada vez iba peor, los problemas con mi marido y unido a querer a alguien que no conocía hizo que entrara en una espiral, que me hacia ir de cabeza al infierno.
Adelgacé 40 kilos en tres meses, mi familia lo notó enseguida, pero mi marido no veía, o no quería verme.
A todo esto a Andrés le pedía casi a diario que viniera a verme pues lo necesitaba pero siempre tenia alguna excusa coherente o incoherente para no hacerlo.
Ya entonces fue cuando todo empezó a desbaratares por completo, caí enfermera, me volvía loca, perdí el norte de todo, mi cabeza no asimilaba todo aquello, era demasiado, pero mi corazón aún menos.
Entre en la peor de las pesadillas, en la peor que una persona puede tener, tenia dependencia del móvil, porque sabia que él me mandaría mensajes, que me llamaría. Me gasté uf, no sé cuanto dinero en el móvil, pero ahora ya no tiene remedio.
Todo empezó a ir mal o peor si cabe, mi marido no me soportaba ni yo a el, fui a psicólogos, médicos de todo tipo, pero era incapaz de reconocer lo que tenia, ahora con el paso del tiempo se perfectamente lo que tenia y aún ahora siento algo que para mi no tiene explicación pero antes no soportaba esa sensación de vacío, ahora trato de distraerme y olvidarme pero a veces me acuerdo.
El 11 de febrero y después de haberlo intentado otras veces, toqué fondo, estaba tan delgada que algunos médicos decían que tenia anorexia, es el día de mi cumpleaños, a todo esto mi marido se había ido de casa hacia un mes no me soportaba ni me ayudaba a pesar de que le pedí que me ayudara muchas veces pero no, solo gritaba, y una noche que no dejamos de discutir,me pegó, con la mala suerte que di con la base del craneo contra la cama,tuvieron que llamar una ambulancia y bueno estuve insconciente durante bastante tiempo,ahi se acabó todo entre el y yo.
El 11 de febrero decidí acabar con mi vida y con todo, no tenia fuerzas para nada ni para estar con mis hijos, y solo quería algo.....ver a Andrés. Cogí bastantes pastillas de tranquilizantes y me las tomé, escribí unas cuantas cartas de despedida y llamé a mi ex para que cuidara de los niños.
El se dio cuenta de que algo malo me pasaba y vino a buscarme pero cuando llego ya casi estaba inconsciente. Lo demás ya no importa quizás, me ingresaron en una planta de psiquiatría estuve 14 días.
Mi matrimonio se ha roto definitivamente, es más nos odiamos e incluso recibo amenazas de el.
Pero Andrés sigue apareciendo y desapareciendo a su antojo. Ahora después de 8 meses eh decidido acabar con todo, es fácil, cambiar la tarjeta del móvil, así se acaba con una historia que nunca debió empezar, y que para mí ha sido todo un desencadenante del resto de mi vida.
La persona que era antes ya no existe, me he quedado marcada totalmente por algo que nunca debió de ocurrir, trabajo y trato de sacar adelante a mis 2 hijos gracias también a mis padres, aunque a veces lloro pensando en él, el psiquiatra me detecto ciclotimia, pero aunque sé que sabe mas que yo, estoy segura que lo único que tengo es, amor, amor llevado a su máximo grado y que sin querer me hacia tanto daño sentirlo como ternerlo por alguien que nunca dio un paso adelante,
A pasado cerca de 2 años y el sigue llamandome, eh cambiado el movil y me llama al telefono fijo de casa, a las 3,4,5 de la mañana y acabo siempre hablando con el, es como si quisiera dejar constancia de que por mucho tiempo que pase siempre estará cerca para que no pueda olvidarle, no se que hacer, quiero volver a ser la persona que era antes pero no puedo.Y no se si soy mejor persona o no? Solo diferente, no confio en nadie, intento ser mas sosegada con las relaciones humanas,pero me es imposible, se que el esta ahí, aunque ya este cansada y no coja el telefono, con sus llamadas ocultas y para saber donde estoy,ahora puedo decir que el me conocio en persona, que seguramente estuvo a mi lado en algun momento, y eso me pone peor, lucho por mi vida, por mi mala salud y sobre todo por mis hijos y creo que aunque pase mucho tiempo, Andres en algun momento del dia viene a mi mente, y por mucho que alguien intente decirme te quiero no soy capaz de creerlo, tendre que esperar, esperar a la vida, esperar al amor y esperar a que la confianza en el amor vuelva.
Despues de todo este tiempo,sigo teniendo la misma sensación,la sensación de culpabilidad,ante la gente que quiero y que aprecio,me siento mal porque quizas fui responsable de algo tan ruin,y de algo tan bonito como mendigar amor,a pesar de todo sigo haciendolo y me sigo sintiendo peor que con Andrés,siempre hay alguien dispuesto a dar simplemente sexo y no cariño,ni una simple migaja,eso no se dá,solo lo otro.Espero algun dia poder sacar de mi mente y de mi corazon,aquella sensación de ahogo,que siento cuando alguien vuelve ha hacerme sentir asi.

Esta es mi historia, solo recomendar a todo el mundo que no crea en los chats y que si entran en uno sea como entretenimiento, que nunca den datos y que sobre todo no crean en palabras de amor que no existen o que no son demostradas. Gracias por escucharme.