Hazte esa pregunta.
¿A quién le importas?
Hay mil formas de morir, de desaparecer. Incluso hay un programa donde muestran mil formas para morir. Si no le importas a nadie, ¿a que esperas? Una soga, tirarte por el balcón, rajate la garganta, ahógate. Pero, no dejes ninguna nota, ¿no decías que no le importabas a nadie?¿Por qué ibas a dar explicaciones?
Vete, vete lejos.
A un sitio, donde te volverás a sentir a solas. O a no sentir. Una tumba. ¿Quién te recordará?
Quizás así te quede un poco de conciencia. Algo libre. Una especia de fantasma. Vacío. Invisible. Quizás ahí seas capaz de sentirte libre, e ir por el mundo. Y quizás ahí veas que hay seis mil millones de personas. Unas tan diferentes entre ellas como de la noche a la mañana. Otras como un atardecer, otras hermosas como un amanecer.
Y, una vez más, quizás ahí recuerdes cuando te sentías solo, o sola. En un mundo con tantas personas, y sentirse así. Pero ese mundo ya no es importante. Si fuiste capaz de dejarlo atrás, fue porque nadie te importó. Y lo único que te ataba ahí eras tú misma. y ahora ya no estás.
Quizás, te despiertes de un sueño en ese momento, en una casa con tu familia, una familia que te dió la vida y te alimentó. Quizás algun ex te dejó, pero, ¿por qué ibas a culparle por tus desgracias?¿Acasó firmaste contrato con alguien? Quizás, la vida no es un camino de rosas, como pensabamos cuando teníamos siete años. Quizás la mayor proeza no era conseguir terminar los deberes en clase para tener la tarde libre.
Quizas, y solo quizás, sea hora de mirar más arriba. De conseguir recordar, que eres tú, tu único motivo por el que respiras. Nadie vive por ti. Nadie respira por ti. Nadie piensa por ti. Eres tú, y solo tú, quién decide como seguir, a quién de todas las personas del mundo conocer (mientras tu elección para no sentirte a solas no sea conocer a Justien Bieber), de formar tu propia familia si no tienes una.
Si tú no te ayudas a ti mismo, o a ti misma, ¿como pretendes que otros lo hagan?¿Y gratis? Son amigos, no psicologos, no tienen porque saber como te sientes. No puedes decirles al resto que deben hacer o como deben ser.
¿Pero sabes qué? Puedes decidir como ser tú.
O una mera anécdota de alguien que decidió terminar con su miserable vida. O alguien que cambio su miserable vida por una donde el esfuerzo, prevalicaba.
Tú decides quién eres, no lo olvides.