Has puesto que éste debería ser el momento más felíz de tu vida. Si has descubierto que ese momento es el presente en el que vivimos toda la vida es una profunda verdad, pues no tenemos ningún otro y la voluntad de ser felíz nos puede llevar de la mano a tomar buenas decisiones, decidir ser felices es posible y es interno. Sin embargo si crees que en virtud del momento de tu vida es esta etapa y ningún otra la mejor es muy probable que la estés idealizando y no podrás alcanzar esa expectativa de felicidad irreal y externa.
¿Te caes bien a ti misma? La soledad debería ser nuestra aliada, ayudarnos a conocernos. Si por el contrario para ti es una condena, un estado por omisión de los demás, el resultado de su abandono, necesitas aprender a llevarte bien contigo misma, descubrir qué te gusta a ti, qué quieres hacer por ti, que será la base para compartir esos gustos con otros y hacer con y por los demás.
Mereces ser felíz.
Ser felíz por ti misma para que eso no dependa de los demás, además, no como causa ni fin, tendrás eso para compartir y mejor aún si encuentras aquellos que también hayan descubierto cómo ser felices y compatirlo.
Llegados a este punto ojalá puedas analizar desde esa perspectiva qué compartes con los demás, qué compartías con ellos, si esa convivencia te enriquece. Pues podría deberse simplemente a que tienen distintas motivaciones e intereses que los han de llevar por distintos caminos.