Una historia de amor como otra cualquiera

Era un día cualquiera de agosto de 1987. Una chica cándida se enamoró de un chico guapo, moreno y algo desgarbado. Su sonrisa ladeada le hizo perder el norte y cuando sus manos acariciaban su ser desaparecia por el horizonte.
Total, el chico le juró amor eterno, todo era color de rosa no y no existía el dolor. Todos los días le juraba amor, todos los días la llamaba, todos los días la atendía.... para él... ella era su vida.
Aquel chico desgarbado se convirtió en un señor, muy apuesto que iba de traje nupcial en su boda con la que fue aquella chica cándida. A partir del primer mes empezó a morir el amor en ella. Los te quieros de Roberto se hicieron monótonos en sus oídos, el cuerpo de Robero de conviritío en una continuación pesada de ella, su corazón ya no se sobresalba con sus bromas y con él se sentía muerta en vida.
Nuestro Roberto empezó a enfermar de amor, enfermedad letal, comenzó a beber la muerte de su gran amor, sus comida era la nostalgía de aquel noviazgo perfecto. Empezó a lapidarse a preguntas. Inquiría a la luna y la interrogaba mirando al cielo con lágrimas en los ojos de que había hecho mal. Su cuerpo fuerte, dejó de serlo en dod meses perdió 10 kilos.
Ella no se atrevía a decirle que Juanma una nueva ilusión iluminaba su vida y muchas veces su cama... le trataba como si de una sombra se terciase o de un susurro de la caida de una hoja despedazada, veía el declive de su marido, pero era egoísta, no le decía nada, actuaba con una parsimonia fuera de sí...
roberto ayudado por su hermano Daniel, al final vio la verdad después de un año. Su vida iba de la mano con un hombre... cayó al suelo, creyó morir, se agarrotó como un niño esperando su muerte, se encomendo a Dios.

Han pasado, más de quince años y no se ha muerto. Comprendió que no había hecho más mal que sólo amarla y no mirar nunca por él.

A los años, la niña candida que fue desleal con él, lo llamó y le preguntó que que era de su vida, él la colgó. Desde aquel día ya no sabe nada de ella... sólo los lugares en los que estuvieron lo murmuran a veces por las noches.

ROBERTO NO TUVO LA CULPA, TÚ TAMPOCO LA TIENES, SÉCATE ESAS LÁGRIMAS, DUERME Y SERENA TU ALMA PORQUE NO TIENES CULPA EN TI Y NO PUEDES HACER NADA MÁS, SÓLO ALEJARTE... POR ESO VETE Y ALÉJATE. AMAR TB SIGNIFICA IRSE.