Hola a todo el mundo. Paso a contar mi historia. Necesito opiniones y consejos a ver si consigo animarme.
Soy chica y tengo 26 años. Siempre he sido una persona bastante negativa, triste y reservada, debido principalmente a un padre violento desde siempre y a que cuando tenía 20 años fracasé estrepitosamente en la universidad y en vez de recibir apoyo recibí palos y acusaciones de que no valía nada y era un fracaso por parte de mis padres.
Y si a eso le sumamos que tuve una pareja durante 6 años, con la que ya vivía, y con la que dejé de tener relaciones sexuales en los últimos años de relación porque me rechazaba constantemente; todo esto desembocó poco a poco en una depresión crónica o distima.
Estuve muchos años sin tratarla, simplemente por desconocimiento y no tener apoyo de nadie. Estaba sumida en una total tristeza y desesperanza, y la idea del suicidio poco a poco iba cuajando en mi mente como la única salida que tenía. Mis padres me machacaban aún más si podían diciendo que era una vaga, una fracasada y que no conseguiría nada en la vida, al verme tan desganada y con tantas ganas de dormir, sólo jugando al ordenador, encerrada en mi habitación
Finalmente fui por mi cuenta a un psicólogo privado el cual me confirmó mis sospechas: tenía depresión desde hacia unos 5 años. Principalmente por las 3 razones: mis padres, la universidad y una pareja que me anulaba como mujer.
Finalmente tuve que pasar a psiquiatría pues necesitaba de medicación urgente y así llevo ya año y medio.
Di un cambio radical en mi vida: dejé a mi pareja poco tiempo antes de que quisiese pedirme matrimonio y con el consiguiente trauma que nos supuso, mis padres empezaron a comprenderme, y cambié de ciudad y totalmente de vida para volver a matricularme en la carrera. También empecé con otra pareja, el cual me ayudó sobremanera a recuperarme y a volver a sentirme feliz y con ganas de comerme el mundo.
Así ha sido durante año y medio pero ahora las cosas han cambiado. Mi pareja está desanimado sin razón alguna, solo le apetece que nos quedemos en casa jugando al ordenador. Se molesta y se pone chof por cualquier cosa y constántemente, por cualquier fallo que cometa yo sin querer. Me echa en cara lo que hace por mi y está convencido de que le quiero poco o le voy a dejar de querer, cuando le repito una y otra vez que no quiero estar con nadie y es él lo que siempre he querido.
Así llevamos el verano y yo siento que por primera vez desde la recuperación empiezo a dar pasos hacia atrás, de tal manera que la idea del suicidio vuelve a pasarseme de nuevo por la cabeza, pues siento que soy yo la culpable de su desánimo y que realmente estoy hecha para hacer sufrir a la gente y no merezco la vida que se me ha dado.
Intento hablarlo con él pero solo conseguimos ponernos más tristes: él porque yo me pongo mal, y yo porque él se pone peor, hasta tal punto que sufro tales ataques de ansiedad que tengo que recurrir a los calmantes para poder sobrellevarlos. Sé que mi sensibilidad es mucho mayor de lo normal debido a mi enfermedad y por eso me afectan tanto las cosas, pero hago esfuerzos sobrehumanos por intentar no tomarme tan a mal las cosas pero como no comprendo por qué las cosas pasan así no puedo evitarlo.
Gracias por leerme. Me siento algo mejor la verdad porque no tengo a nadie más con quien pueda desahogarme.