Hola, chalaco.
Aunque tú hayas tomado la iniciativa, el subconsciente es más traicionero de lo que pensamos. Llega un momento, después de un golpe a la seguridad de nuestras vidas, en que nos volvemos a sentir fuertes y recuperados, y pensamos que ya todo pasó. Pero, ay amigo, ahí está ese maldito alter ego, ese duendecillo malvado, que de pronto hace aflorar sentimientos enterrados en la memoria. Lo que probablemente te haya ocurrido sea que, durante todo este tiempo, te has ido convenciendo de aquel final, puesto que acataste su decisión, pero no la compartías entonces. Pero tal vez en tu fuero interno, no has sido realista, no has querido ver, aunque no te dieses cuenta, que todo estaba muerto. Un simple papel que hay que firmar, se convierte en la puerta definitiva que cierra por completo la relación, y te has topado con ella. Lo que te ocurre es normal, les ha pasado a todas las personas que conozco que han pasado por una separación y posterior divorcio. La pena se siente durante toda la vida, aunque cada vez en momentos más puntuales y cada vez con menor intensidad: cuando pases por algún lugar que fuera especial para vosotros, cuando alguien te diga algo que siempre te decía ella... Sólo que, además, acabas recordándolo, sí, con cierta pena, pero también con una sonrisa, pues es más un anhelo que un dolor en el corazón. Con respecto a la experiencia y cómo hacer para sentir indiferencia, en mi caso, siempre he sido muy positiva y tengo una filosofía de la vida que no me permite venirme abajo. Desde que tengo uso de razón, sé que el mundo es una bola ("achatada por los polos") enorme, donde cada uno de nosotros es una hormiguita, que lleva una pesada carga hacia el hormiguero, pero una hormiguita, al fin y al cabo; y ese mundo en el que cada uno es una hormiguita, se encuentra suspendido en un universo del que apenas conocemos unas cuantas estrellas y planetas. Fíjate si somos insignificantes... Así que, si soy una hormiguita más en la fila, si todos vamos al mismo hormiguero, si soy tan insignificante, ¿por qué mis problemas habrían de ser más significativos? Además, paranoias de insectos al margen, piensa una sola cosa: en el esfuerzo de haber vivido hasta aquí, para ahora andar perdiendo el tiempo con la autocompasión, que es, a fin de cuentas, lo que nos hace estar tristes, ese afán masoquista de recordar una y otra vez lo que ya pasó. La vida es una historia muy larga que escribimos a diario; no te estanques en este capítulo, porque todas las páginas que pases en blanco son días que estás perdiendo de lanzarte a nuevas experiencias. Y, al final, como te decía, todos acabamos nuestros libros con la misma frase.
Un saludo, y siempre hacia delante.
Mostrar más